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Antes del encuentro entre Presidente y President, el guión lleva saludo, casi reverencia, del jefe de gabinete de Sánchez a Torra. La visita tiene protocolo y coreografía institucional entre el jefe del Ejecutivo y el del gobierno autonómico catalán en el camino hacia su reunión, con revista de la guardia de honor y parada ante "el Desconsuelo", escultura modernista del Josep Llimona. La escalera de piedra y la galería gótica les llevan al saludo formal, al posado ante las cámaras y al obsequio de Torra a Sánchez consistente en dos libros, uno del poeta Lluis Solá sobre lilbertad, justicia amor y arte y otro sobre derechos humanos. A partir de ahí, una hora y media de reunión. Pedro Sánchez ha llevado un documento con 44 puntos. Su primera propuesta, iniciar ya la mesa de diálogo entre gobiernos. Él quiere encabezar la primera reunión de ese diálogo "para el reencuentro", una mesa sin mediador internacional como quiere Torra. "El mediador van a ser los 47 millones de ciudadanos y ciudadanas que van a ser testigos de un diálogo franco, sincero". Torra ha insistido en " el ejercicio del derecho de autodeterminación, concretado en un referéndum, acordado entre gobiernos y el fin de la represión, la amnistía y la desjudicialización". "No tenemos miedo a hablar de nada" ha apuntado Sánchez, matizando que su respuesta siempre ha sido la misma, apostando por la ley y por el diálogo y reconociendo que las posiciones están muy alejadas y que el camino será largo.