Descendientes de los antiguos sabuesos cazadores de las tierras inglesas, los beagles son una raza de perros que se utilizó siempre para cazar liebres y conejos, y otros mamíferos como los jabalíes. Aunque en la actualidad aún hay quien los usa individualmente para la caza, la mayoría de la gente los tiene como mascotas. Y es habitual encontrarlos trabajando para los servicios de inspección sanitaria o de policía para la detección de drogas y explosivos.
Por si tienes tal compañero de cuatro patas o estás pensando en contar con un beagle como nuevo miembro de la familia, estos son el carácter, las características y los cuidados que debes saber sobre esta raza de perros.
Características del beagle
Es posible diferenciar entre dos tamaños de beagle. El más pequeño tiene unos 30 centímetros de alzada, y su peso ronda los 10 kilogramos. Por el contrario, el de mayor tamaño, mide entre 30 y 40 centímetros, y puede pesar hasta 20 kilogramos.
Con mandíbula cuadrada, orejas largas que caen de forma natural y un cráneo ligeramente abombado, el beagle es robusto y musculoso. Su pelaje es suave y abundante, en tonalidades negras, blancas y pardas. Y su esperanza de vida oscila entre los 12 y los 15 años.
Seguro que has visto a esta raza de perros protagonizar más de una película, como es el caso de Lou, el cachorro beagle de Como perros y gatos (2001). Aunque el beagle más famoso del mundo es un dibujo animado. Su nombre es Snoopy, y fue creado por Charles Schulz.
Perros juguetones y alegres
El carácter de los beagles es juguetón y alegre, por lo que no resulta extraño que les encanten los niños. Sin embargo, estos perros no se llevan demasiado bien con los gatos, a menos que se críen con ellos desde cachorros, en cuyo caso sí interpretarán que pertenecen también a su manada.
Los beagles son perros guardianes estupendos, además de muy inteligentes. Te avisarán rápidamente con sus ladridos si escuchan un intruso o si sucede algo extraño a su alrededor. Es verdad que ladran mucho, pero como contrapartida, son tan cariñosos y familiares que si entra un ladrón en casa lo más probable es que terminen acercándose a él moviendo la cola para jugar. Igual sucede con los extraños. Resulta muy fácil ganarse su cariño con lo afables que son.
Algo importante a tener en cuenta es que a los beagles, además de ese carácter terco que provoca que sean difíciles de educar, no les gusta la soledad. Prefieren vivir en familia, por lo que no será la mejor elección si lo vas a dejar mucho tiempo solo en casa. De hecho, si lo está, es probable que destroce el sofá, rompa un cojín, busque por dónde escapar o se dedique a estar aullando todo el rato molestando al vecindario.
Cuidados del beagle
Los beagles requieren pocos cuidados, puesto que se trata de una raza fuerte y con buena salud. No te costará tener su pelo corto limpio, y solo tendrás que bañarlo de manera ocasional. Además de eso, se recomienda cepillar su pelo una vez a la semana. Será suficiente.
Es necesario tener en cuenta que los beagles son perros activos, por lo que necesitan hacer ejercicio a diario. Esto incluye caminar dos horas al día como mínimo, además de salir a correr e ir de excursión con frecuencia. Les encanta usar su olfato, por lo que disfrutan rastreando y participando en pruebas de campo caninas.
Recuerda que es una de las razas de perro que tienen más desarrollado el sentido del olfato. En cualquier caso, si no hace la suficiente actividad, el beagle tiene tendencia a engordar, por lo que el sobrepeso terminará provocándole algunos problemas de salud.
Entre las enfermedades más frecuentes entre los beagles se encuentra la displasia de cadera y la luxación patelar, que pueden causarles problemas de movilidad. Pero también son habituales otras como la epilepsia, la meningitis arteritis, el hipotiroidismo, diversos tipos de enanismo y los trastornos oculares. La mayoría de estas afecciones pueden tratarse mediante medicación.
Educar a un beagle
El adiestramiento de un beagle requiere mucha paciencia, puesto que se trata de perros muy testarudos. Lo mejor es comenzar a enseñarles desde que son cachorros, pues pueden tardar en aprender determinadas órdenes hasta un año. No obstante, si se les adiestra adecuadamente y reciben una socialización temprana no tendrás ningún problema con ellos.
Para el adiestramiento de los beagles resulta muy útil servirse de alguna de sus galletas o chucherías favoritas para darles como premio cuando obedecen y hacen las cosas bien. ¡Les gusta tanto comer, que harán cualquier cosa por conseguir una golosina!