Desde la oveja Dolly: una breve historia de la clonación

El 22 de febrero de 1997 se anunció el nacimiento de la oveja Dolly, el primer animal clonado por transferencia del núcleo de una célula somática adulta a un óvulo, un hito en la historia de la ciencia que tuvo un gran impacto en la opinión pública: ¿sería el primer paso para la clonación humana? 

A la postre, la oveja Dolly se ha erigido en un símbolo de la historia de la clonación de animales que arranca un siglo antes y que sigue, en la actualidad, siendo un campo de experimentación científica con sus luces y sus sombras que también es todo un reto para los legisladores que deben anticipar los riesgos de estas prácticas para limitarlas.  

De la oveja Dolly al mono Retro: los hitos de la clonación 

ADN - Fuente: Pixabay
ADN – Fuente: Pixabay

Precedido por el trabajo de biólogos como August Weismann que propusieron la teoría sobre la herencia basada en la inmortalidad del plasma germinal afirmando que la herencia estaba contenida en el cromosoma, fue Hans Spemann el que llevó estas teorías a un nuevo nivel en 1902 al crear un conjunto de salamandras gemelas dividiendo un embrión en dos embriones separados y viables: el sueño de la clonación se hizo realidad.  

Pero, ¿porque estos científicos querían investigar la creación de organismos clonados de células y de fragmentos de ADN? Hay que tener en cuenta, en este sentido, que ya existe la clonación de forma natural: la reproducción asexual de algunas plantas y animales supone producir descendencia genéticamente idéntica. Y también está el caso de los gemelos cuyo ADN es casi idéntico. Pero, de cualquier forma, la reproducción sexual no permite obtener copias idénticas: es la base de la diversidad.

Por lo tanto, los biólogos y genetistas tan solo querían replicar esta clonación natural a través de una clonación artificial por transferencia nuclear partiendo de las ideas del propio Spemann que realizó el experimento de los embriones de salamandra para demostrar que el núcleo de una célula no perdía componentes a medida que se transformaba en una célula más especializada.  

Es la “inmortalidad” del plasma germinal de la que hablaba Weismann, ya que cualquier núcleo de una célula de un cuerpo de un animal retiene la capacidad de volver a sustentar el desarrollo embrionario completo dando como resultado ese organismo clonado. 

Las ranas de Briggs y King 

Rana
Rana en estanque y nenúfar/Foto: Pixabay

Pero no sería hasta mediados de siglo, tras la concesión del Premio Nobel a Spemann en 1935, cuando asistimos a un nuevo hito en la historia de la clonación: Robert Briggs y Thomas King extraen un núcleo de células somáticas de embriones de rana y las insertan en ovocitos de rana no fertilizados a los que se les han removido el núcleo (enucleados). 

De los huevos surgieron renacuajos, algunos de los cuales lograron convertirse en ranas: la técnica de Briggs y King, conocida como transferencia nuclear, se convierte en la base para el clonado de organismos multicelulares tal y como se sigue practicando en la actualidad.  

La zanahoria de Steward 

Pero una cosa era clonar salamandras o ranas, y otra hacerlo con mamíferos: la clonación de animales todavía buscaba el siguiente hito en su historia. Pero antes, nos ocupamos de las plantas. Fue el botánico y fisiólogo británico F.C. Steward el que estableció en 1958 que las plantas también podían regenerarse totalmente a partir de una sola célula, lo cual revolucionó la biología celular vegetal

Así, se estableció por primera vez que ya no se necesitaban esquejes y brotes de plantas para propagar híbridos y crear mutaciones, sino que las células vegetales individuales contenían toda la información necesaria para regular todo el organismo vegetal. 

De Megan y Morag a Dolly 

Una oveja - Fuente: Pixabay
Una oveja – Fuente: Pixabay

Fue a partir de la década de los 80 cuando la clonación de mamíferos comenzó a abrirse paso sorteando las reticencias éticas y legales. Y es que clonar animales económicamente relevantes como los de granja podía ser muy interesante desde un punto de vista comercial, no solo científico. 

Después de varios años e innumerables intentos, el 5 de julio de 1996 veía la luz la que se convertiría en la oveja más famosa de la historia, con permiso de Shaun. Pero para lograr este hito fue necesario un paso más en las técnicas de clonación empleadas hasta ahora en las que se habían usado células de embriones tempranos: el clon surgió en este caso de células de oveja cultivadas que se mantenían vivas en un laboratorio. 

En primer lugar, los biólogos británicos Ian Wilmut y Keith Campbell transfirieron los núcleos de las células cultivadas a óvulos de oveja enucleados: nacen Megan y Morag demostrando que las células cultivadas pueden suministrar núcleos donantes para la clonación por transferencia nuclear. Se abría la puerta a la posibilidad de producir animales transgénicos

Y así llegamos a Dolly que surge al llevar el éxito de Megan y Morag a un nuevo nivel: incluir células adultas como donantes. Pero el proceso era incompleto y los embriones no se desarrollaban. Hasta que después de 277 intentos solo uno de ellos produjo un embrión que llegó a término en una madre de alquiler. Nace Dolly, nombre recibido de su cuidador John Bracken en homenaje a la cantante Dolly Parton

La muerte de Dolly, y Retro, el primer primate clonado

Un mono Rhesus - Fuente: Pixabay
Un mono Rhesus – Fuente: Pixabay

El 14 de febrero de 2003 moría la oveja Dolly que tuvo “una vida normal” durante cinco años pariendo seis hijos aparentemente normales. Pero después empezaron sus problemas de salud no llegando ni a la mitad de su esperanza de vida: “esto probablemente se debió a su condición de haber nacido por medio de la clonación del núcleo de una célula de la ubre de una oveja de seis años de edad”. 

Pero la investigación siguió y el siguiente paso fueron los primates. Pero no sería hasta 2018 cuando un equipo de investigadores chinos clona un mono cangrejero, el mismo que anunció la clonación de un mono Rhesus bautizado como Retro este principio de año lo que abre de nuevo el debate sobre la posibilidad de replicar la clonación en seres humanos que, por supuesto, está completamente prohibida. Pero, ¿alguien duda de que tarde o temprano tendremos un ser humano clonado si ya hay empresas que clonan animales de compañía



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