Mi gato vomita, ¿qué puedo hacer?

Cuando nuestros gatos vomitan, algo que puede suceder con cierta frecuencia, nos preocupamos por si se trata de algún problema grave de salud. ¿Cómo podemos saber si no tiene mayor importancia o si hemos de tomar medidas al instante para evitar males mayores a nuestros amigos de cuatro patas?

El tema resulta más serio de lo que pueda parecer en un principio, así que vamos a contarte por qué tu gato vomita y, en el caso de hacerlo, qué medidas debes tomar para que no haya ningún problema y podáis seguir disfrutando de juegos y mimos.

Qué es la regurgitación

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Gato comiendo/Foto: Pixabay

Para poder saber qué le sucede a nuestro gato hemos de tener clara la diferencia entre dos conceptos: la regurgitación y el vómito, puesto que no son lo mismo ni se producen por las mismas causas. Ambos puedes ser indicativos de problemas diferentes.

La regurgitación tiene lugar cuando el animal expulsa la comida sin haber sido digerida, sin que se produzcan contracciones ni náuseas, de manera rápida. Lo más habitual es que suceda poco después de comer, ya sea unos minutos o unas horas después de haber ingerido alimento. Vigila si sucede con frecuencia, puesto que, en este caso, puede ser síntoma de una gastritis, crónica o aguda, o de una obstrucción intestinal.

Por su parte, el vómito es un proceso algo más complejo que puede tardar unos minutos, y en el que expulsa la comida digerida. Va acompañado de otros síntomas como dolores abdominales, babas y arcadas.

Enfermedades del gato

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Gato/Foto: Pixabay

Cuando el vómito se produce como síntoma de una gastritis, en la que se tiene el estómago inflamado, las causas más frecuentes de que suceda suelen ser que tu gato haya ingerido comida en mal estado, alguna planta tóxica, algún medicamento o producto químico. Para poder evaluar su gravedad y qué se ha de hacer, hay que acudir al veterinario.

Cuando la causa del vómito es una pancreatitis, es decir, la inflamación del páncreas, lo más común es que se trate de una enfermedad crónica. Esta puede aparecer en cualquier momento de la vida de nuestros amigos de cuatro patas, así que no es conveniente relacionarla con temas con la edad. La pancreatitis no solo provocará vómitos, sino también debilidad, apatía, dolores abdominales y diarrea. De nuevo, lo mejor es que acudas al veterinario con tu gato para que lo examine. Te indicará en su caso las pautas que habrás de seguir y la dieta baja en grasas que deberás darle a partir de ahora.

Otras causas del vómito

Gato lamiéndose
Gato lamiéndose/Foto: Pixabay

Hay otras causas muy comunes que puedes provocar que nuestros gatos vomiten. La primera de ellas son las típicas bolas de pelo. Y es que, si tu gato está seguido lavándose, terminará antes o después acumulando pelo en su organismo, de manera que se le irritará la mucosa estomacal y vomitará. Hay más probabilidades de que esto suceda en las razas de pelo largo, siendo un problema que puede presentarse con cierta frecuencia. La forma de evitarlo es una alimentación adecuada que propicie el tránsito intestinal, además de un buen cepillado diario.

Comer demasiado es otro de los motivos por los que los gatos vomitan, lo cual suele suceder tan pronto termina de engullir la comida o un rato después. De nuevo, la importancia de una alimentación saludable y en cantidades adecuadas resulta fundamental. Asegúrate de estar dándole una dieta equilibrada con piensos de calidad, y nunca le ofrezcas restos de tu comida ni demasiadas golosinas. De igual modo, deberás vigilar que no coma objetos como cuerdas, trozos de juguetes o las hojas de las plantas de casa, que si son tóxicas incluso podrían generar problemas mucho más graves.

Acudir al veterinario

En cualquier caso, lo más recomendable cuando detectes los vómitos de tu gato es acudir a la consulta del veterinario para que él pueda determinar exactamente qué es lo que le pasa a tu amigo de cuatro patas y te de las pautas a seguir para evitarlo. Lo más probable es que, para descartar los motivos más graves, el veterinario le realizará al animal alguna analítica, ecografía o radiografía. No te preocupes, es normal.

Recuerda que el vómito puede ser indicativo de un problema serio cuando viene acompañado de otros cambios en el comportamiento de tu gato: apatía, pérdida de apetito, diarrea, fiebre, cambios en los hábitos de su caja de arena… De tal modo, no resulta conveniente en absoluto que pospongas la visita al veterinario sin darle importancia.

En todo caso, ten en cuenta llevar al gato al especialista y seguir sus indicaciones como resultado de su diagnóstico. Es posible que recomiende una dieta especial. Y si el vómito es provocado por frecuentes bolas de pelo, no dudes en consultarle sobre los productos disponibles para evitarlas. ¡Podrás seguir disfrutando de juegos y mimos con tu minino y dormiréis más tranquilos!



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