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Irak acude a las urnas con el anhelo de superar su pasado

La mejora de la seguridad alienta el optimismo y augura una alta participación en las legislativas

PAU MIRANDA

Hoy es el día. Bagdad respiró un poco y aprovechó un sábado soleado para intentar espantar sus fantasmas de cara a la importante cita electoral dominical, en la que se elige el nuevo Parlamento del que saldrá la próxima coalición gobernante y en la que no se perfila un ganador claro.

Tres personas murieron y medio centenar resultaron heridas al estallar un coche-bomba en Nayaf, 160 kilómetros al sur de Bagdad. El atentado se unió a los de los últimos días para recordar a los iraquíes que hay grupos muy poco dispuestos a permitir una normalización política del país.

Casi 19 millones de votantes están llamados a las urnas -cerca de un millón ya han votado: soldados, enfermos, presos, etcétera- en una jornada en la que se anticipa una participación bastante elevada, a pesar de las amenazas de grupos como la rama iraquí de Al Qaeda, que pretende atemorizar a los ciudadanos para boicotear los comicios. Y es que de lo que pase hoy depende buena parte del futuro de Irak a corto y medio plazo.

'La participación será alta porque líderes de todas la comunidades han hecho un llamamiento a votar', afirma el candidato independiente por Bagdad Nouri El Taif.  Esa es la impresión más generalizada en las animadas calles del barrio de Al Khadimiya, un suburbio chií de la capital en el que hasta hace un año se intercambiaban morteros con el barrio al otro lado del río, Al Adhamiya, de mayoría suní.

Las calles están repletas de

En la zona donde entonces se daban los combates más virulentos, unos niños se bañaban tranquilamente en las sucias aguas del río Tirgis. La estampa ilustra el cambio a mejor que ha experimentado la situación de seguridad en el país en el último año y que hace que muchos sean optimistas sobre los índices de participación. Dhafer tiene 20 años y combina sus estudios de administración de empresas con un trabajo como dependiente en una tienda de ropa. 'Yo seguro que voy a votar, y la mayoría de mis amigos también, estas elecciones pueden marcar un antes y un después para nosotros', afirma.

Este joven, como otros, acudirá por primera vez a una cita electoral de esta importancia -las regionales del año pasado no tienen ni de lejos la trascendencia de estos comicios- y aporta otro dato para la esperanza: 'Creo que ni mis amigos ni, desde luego, yo tenemos problemas para votar al que creemos que es mejor para el país, independientemente de la confesión religiosa o el origen de cada uno', añade Dhafer. Uno de sus compañeros en la tienda, Ahmad, no está de acuerdo: 'No es bueno que votemos de manera sectaria, pero eso va a pasar'.

Que los iraquíes voten o no en función de su adscripción religiosa o su origen étnico es uno de los factores clave de hoy. Y tampoco en eso se encuentran respuestas claras. La composición de muchas listas, más allá de las fachadas y los discursos, no muestran una verdadera vocación de traspasar las fronteras de las comunidades. Informes de instituciones como International Crisis Group o el Carnegie Endowment for Peace se muestran escépticos al respecto, pero hay voces más optimistas dentro del país.

El doctor El Taif, por ejemplo, es chií y participa en una lista encabezada por un suní. Es optimista sobre la capacidad de las elecciones de hoy para empezar a romper las barreras sectarias. 'Todos hablan de unidad y de Irak, eso es muy positivo y creo que podemos empezar a romper los muros entre nosotros', dice.

'No es bueno que votemos de manera sectaria, pero va a pasar', dice un joven

Sin embargo, tiene claro que los resultados finales no se deciden sólo en las urnas. 'Seguro que habrá cambios en las coaliciones, son demasiado heterogéneas y no tienen visiones compartidas en temas tan importantes como el reparto de las carteras clave o cuál debe ser la política exterior del nuevo Irak', explica.

Un aspecto llamativo de estos días en Bagdad y de sus calles repletas de carteles es la enorme presencia de fotos de mujeres. Las hay de todas clases y tendencias. 'Es la impronta estadounidense de las elecciones, aquí no se nos hubiera ocurrido', explica Zaid Al Wardi, un profesor universitario cuya familia es bien conocida en el barrio de Al Khadimiya. 'Y claro que está muy bien -continúa- pero es que muchas listas han ido a buscar candidatas donde fuera, algunas incluso estaban viviendo en el extranjero'.

La doctora Sabah Al Tameemi se presenta por la lista de la Alianza por la Unidad de Iraq liderada por el actual ministro de Interior y chií moderado, Jawad el Bolani. A pesar de que algunos de sus argumentos pueden sonar extraños -'como soy profesora de economía, creo que la economía es lo más importante y cuando mi partido gane va a ser mi primera preocupación'- cree firmemente en el avance que supone la presencia femenina.'Sólo en Bagdad somos 136 candidatas y el hecho de que las listas sean abiertas es bueno para nosotras, porque creo que muchas mujeres nos votarán', afirma esperanzada.

Nouri el Taif. Candidato independiente

El doctor Taif es un candidato atípico. Este doctor en Derecho Constitucional fue miembro del consejo asesor para la redacción de la Constitución iraquí. Se presenta en una lista independiente liderada por Mithal Al Alousi e integrada por personas de diversas comunidades iraquíes. Taif inició la campaña con el primer ministro Maliki, del que se distanció por problemas con su partido.

¿Confía en que habrá una alta participación?
Creo que será bastante alta porque los líderes de todas las comunidades han llamado con fuerza a que la gente vaya a votar. Sin embargo, hay que decir que no se ha hecho un censo oficial, tal y como marca la ley, pero eso no será obstáculo para que haya una muy buena asistencia a las urnas.

¿Qué resultados espera?
Según los cálculos de mi grupo, va a ganar Maliki [el actual primer ministro], pero el resultado final se decidirá después de las elecciones. Seguro que habrá cambios en las coaliciones: son muy heterogéneas y con seguridad habrá cambios de las alianzas en función de los resultados de mañana. Lo triste es que la mayoría lo hará porque lo único que les interesa es llegar al poder. Para muchos en Irak, el gobierno es una forma de enriquecerse, no un medio para mejorar la vida de los ciudadanos.

¿La gente seguirá votando en función de su credo y origen étnico?
Ahora la mayoría habla de unidad y nacionalismo iraquí, no sólo Maliki. Es un buen síntoma, pero parece claro que los kurdos seguirán vitando en clave regional y volverán a ser la fuerza bisagra entre los dos grandes aspirantes, los grupos de Maliki y Allawi. Espero que haya una buena representación de independientes, que aporten otra forma de hacer política.

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