Ni es 'una cuestión de sentimientos' ni el Gobierno pretende ir más allá que debatir con el resto de grupos parlamentarios sobre la inclusión o no de la Casa Real en la ley de transparencia. Mariano Rajoy ha evitado dar cualquier pista sobre lo que piensa de la imputación de la infanta Cristina, más allá del respeto a las decisiones judiciales, 'como no podía ser de otra forma', remarcó.

Tan indiferente quiso mostrarse a la cuestión que aseguró que no tiene previsto hacer 'absolutamente nada' con respecto al desarrollo de la ley orgánica sobre la Corona que contempla la Constitución para una posible abdicación del rey, a trasladar la petición de que la Infanta renuncie a sus derechos dinásticos o a incluir en la ley de transparencia a la Casa Real en los mismos términos que a cualquier otra institución.

En este último punto, Rajoy ha recordado que la futura norma está en el Parlamento y en vías de negociación por parte de los grupos, así que quiso desentenderse de cualquier responsabilidad primera al asegurar 'Yo sólo soy un diputado más'. Con todo, sí aclaró que la futura ley 'será similar a la del resto de países europeos'.

El jefe del Ejecutivo ha tratado de bajar el tono sobre la 'enorme preocupación' que hay en el Gobierno con este tema y que trasladó esta mañana el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. A la pregunta sobre si estaba preocupado el Gobierno y él, en particular, Rajoy ha matizado que no se trata de 'sentimientos' sino de 'decisiones judiciales', sean cuales sean y dentro del respeto que todas merecen para el Ejecutivo. De hecho, fuentes de La Moncloa restaron importancia a las declaraciones del jefe de la Diplomacia española y lo achacaron a su carácter.

Rajoy ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa junto al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, con quien mantuvo un encuentro más de una hora antes. Ban trasladó a los periodistas que esta mañana se reunió con el Príncipe de Asturias y únicamente conversó por teléfono con el rey.