La fiebre de los Angry Birds sube este jueves varios grados. Rovio, la compañía que desarrolla el popular juego para tabletas, móviles —iTunes y Android— y ordenadores (PC y Mac), lanza hoy Angry Birds en el Espacio, con nuevos escenarios, hasta 60 niveles y seis nuevos pájaros (Ice Bird, Lazer, red bird, Terence, Bomb...) . Y más dificultades: el jugador deberá tener en cuenta elementos como la ingravidez o los pozos gravitacionales que se producen al acercarse un cuerpo con una cierta masa a un planeta para derribar a los cerdos verdes.

La compañía ha echado el resto con la nueva versión de los pájaros cabreados. Al más puro estilo hollywodiense, el lanzamiento llega acompañado de camisetas, peluches, programas televisivos en canales como Nickelodeon, acuerdos con la candena de establecimientos estadounidenses Wal-Mart y promoción, mucha promoción, en redes sociales.

No es para menos: Angry Birds es la saga de juegos más descargada de la historia con unas 700 millones unidades bajadas, y Roxio una de las empresas que ejemplifican de forma más rotunda que es posible hacer mucho dinero con aplicaciones para tabletas móviles y ordenadores. La que hace dos años, antes del primer Angry Birds, era una firma más con buenas ideas, está valorada hoy varios miles de millones de dólares.

La nueva versión está disponible por 79 céntimos en iPhone e iPod touch y de forma gratuita en los móviles con el sistema operativo Android. Para la versión de iPad, en HD, el coste se eleva a 2,99 euros. Para ordenadores Mac se va hasta los 3,99 euros.

A las pocas horas de salir a la venta en España Angry Birds Space ya ocupaba el primer puesto de las aplicaciones de pago más descargadas, superando incluso al incombustible programa de mensajería Whatsapp.

Para el lanzamiento se ha cuidado hasta el más mínimo detalle  buscando el respaldo de socios de enjundia. La Nasa, por ejemplo, ha ayudado a explicar las nuevas dificultades con las que se topará el jugador: el astronauta estadounidense Don Pettit grabó un vídeo a bordo de la Estación Espacial Internacional detallando algunos conceptos de física utilizando un angry birds de peluche y un globo verde como si fuera uno de los cerditos. Pettit explica y demuestra cómo funcionan las trayectorias en la microgravedad, algo que tendrán que tener en cuenta los usuarios a la hora de catapultar los pájaros en el juego.

'Los juegos son diversión y entretenimiento, pero también pueden ser una forma de inspirar e informar', señaló en un comunicado David Weaver, director adjunto para comunicaciones de la Nasa en Washington.

National Geographic ha aprovechado el tirón del lanzamiento para editar un libro, a la venta esta misma semana, titulado National Geographic Angry Birds Space, en el que mezcla imágenes de los pájaros enfadados con explicaciones sobre el espacio, el sistema solar y la gravedad. Todo trufado con fotografías tomadas desde el Hubble. 

'No es sólo el lanzamiento de un juego, es el lanzamiento de toda una franquicia', presume Peter Vesterbacka, responsable de marketing de Rovio, cuyas aspiraciones pasan por convertirse en una firma mayor que Disney. 'Es mayor que el lanzamiento de muchas películas de Hollywood', asegura.

El éxito de los Angry Birds y, por tanto, de Rovio se apuntala con cifras: la empresa cuenta ahora con 300 trabajadores en plantilla, un incremento notable respecto a hace un año, cuando apenas empleaba a 50. Las oficinas de los comienzos, ubicadas en Helsinki, capital de Finlandia, se han quedado pequeñas. La nueva Roxio ha trasladado su cuartel general a un edificio mucho más amplio situado al lado de la joya de la corona del país: Nokia.

La primera versión de Angry Birds puede también jugarse gratis en Internet.