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'Star Wars', un fenómeno de masas y un inabarcable mito cultural

Pionera en el acercamiento de la ciencia ficción al público de masas, 'La Guerra de las Galaxias' es mucho más que un simple 'producto comercial'. La saga galáctica de George Lucas ha pasado por varias generaciones de espectadores, que ha sido examinada a la luz del feminismo, la filosofía oriental o el capitalismo global.

Los juguetes de Star Wars en la tienda principal de Toys "R" Us en Times Square, Nueva York (EEUU). EFE/Mario Villar

MAGDALENA TSANIS (EFE)

MADRID.- Pionera en el acercamiento de la ciencia ficción al público de masas, "Star Wars" es mucho más que un simple 'producto comercial'. La saga galáctica de George Lucas es un mito cultural para varias generaciones, que ha sido examinado a la luz del feminismo, la filosofía oriental o el capitalismo global. Los seis episodios comercializados hasta hoy han recaudado en total más de 4.000 millones de dólares, y eso sin contar los réditos del mercado del DVD y el 'merchandising', un terreno en el que Lucas también fue un visionario.

Pero parte del éxito de la saga radica precisamente en esa profundidad ideológica, que varios autores analizan en el ensayo "Star Wars. Filosofía rebelde para una saga de culto", publicado por Errata Naturae ante el inminente estreno, el 18 de diciembre, de "Star Wars: El despertar de la fuerza", dirigida por J.J Abrams. El propio Lucas, en distintas entrevistas, ha admitido entre sus influencias filmes como "La fortaleza escondida", de Akira Kurosawa, y lecturas de Joseph Campbell sobre mitología, religión y el concepto del viaje del héroe, y que el casco y la máscara de Darth Vader, el mayor icono de la saga, se inspiran en el Japón feudal.

La idea de la Fuerza como campo de energía creado por todas las cosas vivientes, tal y como lo define Yoda en su entrenamiento a Luke Skywalker, tiene reminiscencias de lo que los taoístas llaman el "tao", una "fuerza en continuo cambio que siempre fluye, que puede ser fuerte y débil, controlada y abrumadora". Yoda también le transmite a Luke enseñanzas de inspiración budista, según observa Julien R. Fielding, experta en estudios religiosos, como vivir siempre "en el presente" y ser controlado, paciente, abnegado, equilibrado y compasivo.

"El miedo a la pérdida un camino hacia el Lado Oscuro es", "El miedo lleva a la ira, la ira al odio y el odio al sufrimiento", o "La muerte, una parte natural de la vida es", son algunas de las frases más destacadas del maestro jedi. Uno de los intereses temáticos más evidentes de la saga es el poder y la valorización del individuo. Tony M. Vinci, experto en literatura popular y editor del ensayo, desvela el viraje que da Lucas en este sentido desde la trilogía original, apología de la rebeldía individual, a la precuela, mucho más conservadora.

Esa transición reflejaría el profundo cambio cultural vivido en Estados Unidos desde los contestatarios años 70 -la primera película es de 1977- a la década de los 90, con el capitalismo global y el conformismo ya asentados. En las tres primeras películas, las estructuras políticas muy organizadas (el Imperio) se identifican con el mal, porque destruyen al individuo, mientras que la acción individual, representada en Luke y sobre todo en Han Solo, simboliza el camino hacia el heroísmo, guiada por la intuición y la rebeldía.

Mucho se ha escrito, en este sentido, sobre la visión profética de Lucas, ya que el Imperio se ha entendido en los últimos años como alegoría de las grandes empresas, de EEUU como potencial mundial o de lo que paradójicamente ha llegado a ser la propia franquicia de Star Wars

Mucho se ha escrito, en este sentido, sobre la visión profética de Lucas, ya que el Imperio se ha entendido en los últimos años como alegoría de las grandes empresas, de EEUU como potencial mundial o de lo que paradójicamente ha llegado a ser la propia franquicia de Star Wars. Sin embargo, en las películas de los 90, con la democracia, prima el control institucional. El respaldo del 'statu quo' es la principal responsabilidad del individuo. Anakin somete todas sus decisiones a la consulta del Consejo Jedi. Adiós a la rebeldía.

Hasta la Fuerza se institucionaliza, al servicio de una elite cultural, los jedi, que ya no están marginados sino que su único objetivo parece ser mantener a los poderosos y prevenir resistencias a la República, recuerda Vinci. Otro terreno en el que se registra una clara involución de la trilogía original a la precuela es el del feminismo. La princesa Leia (Carrie Fisher) fue en su momento un icono de una feminidad alternativa. Resuelta y decidida, sarcástica e incluso autoritaria, su osada personalidad se aleja de los estereotipos de cuidadora maternal o damisela inocente.

Y, lo que es más importante, señala Diana Domínguez, su osadía ni se amansa ni se castiga, como solía ser habitual en el cine. Por el contrario, su madre Padmé Amidala (Natalie Portman) que en principio aparece como una mujer de sabiduría excepcional, entusiasta y responsable, no solo acaba reducida al arquetipo lloroso, sino que su pasividad es la que remata la caída de Anakin Skywalker al Lado Oscuro. Por eso, su rendición/muerte fue vista por muchos seguidores de la saga como una auténtica traición, señala Verónica A. Wilson, doctora en Historia estadounidense y femenina.

El guión de "El despertar de la fuerza", una de las películas más esperadas de los últimos tiempos, es guardado con máximo celo por sus responsables y todo lo que se sabe es que transcurrirá 30 años después del episodio sexto, "El Retorno del Jedi". Los tráilers lanzados con mucho cálculo por Lucasfilm dejan adivinar una estética similar a la trilogía original y una historia tenebrosa en la que uno de los personajes es arrastrado al Lado Oscuro, como ocurrió con Anakin Skywalker/Darth Vader.

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