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El 'agujero' del banco malo se ensancha: en 2022 perdió 1.506 millones de euros

Pese a las pérdidas, la areb aumenta un 8% los ingresos en 2022 y amortiza 3.184 millones de euros de deuda.

Reunión Sareb
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (3i), en una reunión con los responsables de la Sareb y del FROB en una reunión del pasado mes de eneroi. A. Pérez Meca / EUROPA PRESS

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, conocida como la Sareb o más popularmente como el banco malo, cerró 2022 con unas pérdidas netas de 1.506 millones de euros. El agujero económico del banco malo se ensancha. En el año 2021 tuvo pérdidas aún mayores, en concreto un 7,4% más que en 2022. 

En un comunicado, el banco malo ha indicado que estos resultados se deben a la diferencia entre la contabilización inicial de los activos en el momento de conformarse la sociedad y el precio final de venta. No obstante, las pérdidas no impactan en la viabilidad de la compañía, dado que desde 2020 "Sareb está exenta de la obligación de contar con recursos propios positivos para operar con normalidad". O dicho de otra forma: dado que el Estado tiene el control de la sociedad, las pérdidas son más asumibles.

En cualquier caso, ante un entorno de tipos de interés más altos, el banco malo está centrado en acelerar sus ventas de activos y reducir deuda. 

De hecho, los ingresos de Sareb experimentaron el año pasado un incremento del 8%, hasta situarse en 2.361 millones de euros, ligeramente por encima del dato de 2019, antes de la pandemia.

De esos ingresos, el 71% (1.705 millones de euros) proceden de la venta de inmuebles. Esta cifra se impulsó un 15% respecto a los datos de 2021. Por su parte, los ingresos procedentes de activos financieros, principalmente la comercialización de préstamos impagados de promotores, generaron 699 millones de euros, un 12% menos que el año anterior. Este descenso se explica porque este tipo de activos cada vez tienen menos peso en el balance de la sociedad.

Los ingresos por ventas del sector residencial fueron de 825 millones de euros, un 5% menos. Sareb ha atribuido este descenso a la ralentización de operaciones en la recta final del año por el traspaso de gestión a los nuevos servicers. De su lado, las ventas de suelo alcanzaron los 310 millones, un 32% más; y las de terciario, los 226 millones, un 49% más.

Los ingresos de activos procedentes de desarrollos inmobiliarios impulsados a través de Árqura Homes se situaron en 214 millones de euros, un 56% más que en 2021.

Asimismo, el banco malo también informa de que amortizó 3.184 millones de deuda avalada por el Estado durante 2022. Se trata de la mayor amortización anual para Sareb desde su origen, por lo que la deuda viva se ha situado en 30.481 millones de euros. En los últimos 10 años, Sareb ha reducido la deuda con aval del Estado en 20.301 millones de euros, el 40% del total, por lo que a cierre de 2022 era de 30.481 millones.

Los gastos relacionados con estructura y funcionamiento interno de Sareb cayeron un 8%, aunque la sociedad no ha informado del dato absoluto. La entidad atribuye el descenso al proceso de "reducción de estructura" que está acometiendo para "adecuarse a las necesidades" del cambio de perfil de su cartera.

Desde que se originó la sociedad, la cartera total de activos se ha reducido en un 48%, pasando de los 50.781 millones iniciales a 26.465 millones a cierre de 2022. Actualmente, el 59% de la cartera está constituido por inmuebles y el resto, por préstamos al promotor con garantías inmobiliarias. En su origen, el 78% de la cartera de activos de la sociedad eran estos préstamos.

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