Fue el eje central de su discurso durante su primer mitin de campaña, celebrado en Yebra (Guadalajara), una de las dos localidades candidatas a instalar un cementerio nuclear en Castilla-La Mancha. José María Barreda, presidente de la Junta y candidato socialista a la reelección, hizo ayer un nuevo gesto político que permita frenar el establecimiento del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares (ATC) en esta comunidad.

A falta de cinco días para los comicios, Barreda anunció en Yunquera de Henares (Guadalajara) que el Consejo de Gobierno va a modificar hoy el Plan de Ordenación Territorial de esta comunidad para 'impedir' que se establezca el ATC. Los socialistas argumentan que la instalación del cementerio nuclear 'es incompatible con la estrategia territorial de esta comunidad', explicaron fuentes del partido. Por este motivo, el Consejo va a cambiar el artículo 3.5 del Plan, que se refiere al suelo rústico de reserva. El nuevo texto especificará que 'el modelo de ordenación del territorio es contrario a la instalación en la región, o en su entorno, de almacenes de residuos radioactivos'. Esta medida permitirá a la Junta tener un argumento más contra el ATC si el Ministerio de Industria decide instalarlo en la región.

El rechazo de Barreda al ATC no es una sorpresa. A lo largo de la campaña, el presidente castellano-manchego reiteró su oposición a la energía nuclear y se comprometió a que los socialistas retirarían las candidaturas de Yebra y Villar de Cañas si ganaban las elecciones municipales.

El discurso antinuclear y contra el ATC ha sido su principal bandera frente a la candidata del PP, María Dolores de Cospedal, a la que acusó de tener una postura 'ambigua' y 'poco clara' respecto a la ubicación de los residuos en dicha comunidad. Incluso advirtió de que el voto al PP y a su secretaria general, Cospedal, es como votar sí al ATC.

Al tiempo que Barreda hacía su anuncio, el vicepresidente Rubalcaba apoyaba su candidatura en Toledo, junto al presidente del Congreso, José Bono. El saludo de Bono a Rubalcaba, que suena como posible candidato a suceder a Zapatero para las generales de 2012, fue la anécdota política de la jornada. 'Pero si tú ya vienes aquí como presidente del Gobierno', le dijo al ministro del Interior. 'No, no, no', respondió el aludido.

Urkullu (PNV) reivindica un 'nuevo futuro sin bombas para Euskadi'

No fue Rubalcaba el único que mostró su apoyo a Barre-da. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, afirmó horas después en la Cadena Ser que 'sería increíble que no fueran a votar al presidente mejor valorado de España [en relación a Barreda]'. 'Es una contradicción de las encuestas', añadió.

Desde Cuenca, el presidente castellano-manchego también habló de los sondeos: 'Hasta el rabo todo es toro y no doy por hecho que los resultados van a ser lo que dicen algunas encuestas'. En la emisora de radio, además, hizo referencia al Publicospio, que publicó ayer este periódico, que concluía que Barreda ganará las elecciones del 22-M en Castilla-La Mancha por un escaño de diferencia.

Jiménez (PSOE): 'En el Gobierno de UPN en Navarra reina la autocomplacencia'

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, acudió ayer a la Casa de Juntas de Gernika para adquirir, simbólicamente ante la sociedad vasca, cuatro grandes 'compromisos' en nombre de todos sus candidatos para estas elecciones: 'Paz, pluralidad, nación vasca y empleo-cohesión social'. En un acto marcado por la solemnidad, a unos metros del Árbol de Gernika, Urkullu dedicó sus primeras palabras a reivindicar un 'nuevo futuro sin bombas y en paz' para Euskadi y a pedir a ETA un 'cese definitivo' de la violencia. Porque, recordó, la paz no es una 'promesa electoral', sino un 'compromiso': 'Se terminó'.

En su segundo 'compromiso', por la 'pluralidad', Urkullu hizo un alegato en defensa de acabar con los 'bloques cerrados' para empezar a abordar 'juntos' una nueva transición que permita poner 'punto y final a, por lo menos, 75 años de querer condicionar y no respetar la voluntad libre de vascos y vascas'.

Saénz de Santamaría acusa a Cascos de 'inventar' cosas para ganar el voto

Por último, Urkullu subrayó el 'compromiso' del PNV para acabar con la crisis y, para ello, prometió 'liderar un gran pacto entre todas las instituciones' para reactivar la economía y generar empleo, informa Guillermo Malaina.

El PSOE hace una performance para denunciar la corrupción de Camps

Una apuesta por el cambio político en Navarra. Esta fue la principal razón esgrimida ayer por Roberto Jiménez, aspirante socialista a la presidencia de Navarra para apoyar su candidatura. 'Ya son 20 años de gobierno de UPN, donde impera la resignación y la autocomplacencia', afirmó Jiménez en un chat en Público.

El líder de los socialistas navarros también criticó la actitud del PP en esta comunidad autónoma y le acusó de extender la política de crispación que ejerce dicho partido a escala nacional. Jiménez aseguró, en este sentido, que el PP en Navarra 'traslada la misma crispación que en el conjunto de España y no aporta ni una sola propuesta, ni una solución'.

El PSOE no fue el único partido que se presentó ayer como la mejor opción para el cambio político. El cabeza de lista de Bildu al Parlamento de Navarra, Maiorga Ramirez, reivindicó que esta coalición es la llave para abrir la posibilidad a un vuelco en el Gobierno a costa de la derecha mayoritaria de UPN. 'Pretender impulsar el cambio sin Bildu es impensable e inviable', afirmó, en alusión a un eventual pacto entre NaBai y el PSN.

Baltar reparte 3.000 euros en billetes de 50 entre los asistentes a un mitin

Según Ramirez, Bildu es la 'sorpresa' de estas elecciones y la única fuerza capaz de incrementar sus apoyos 'día a día'. 'El desalojo de UPN del Gobierno de Navarra es el siguiente cambio que Bildu convertirá de impensable en realidad', sentenció.

Francisco Álvarez-Cascos ha decidido presentar a estas elecciones un perfil de hombre público renacido. Casi como un antisistema, el exvicepresidente del Gobierno sostiene la existencia de un acuerdo secreto entre el PSOE y el PP para dejar fuera de las instituciones regionales a su Foro Asturias. Cascos, que no ha presentado ninguna prueba para respaldar esa acusación, ha elevado el tono en las últimas semanas. A principios de marzo, en el congreso fundacional de su partido, limitó el alcance de ese supuesto complot a un entendimiento para que los populares conserven el Ayuntamiento de Oviedo a cambio de que los socialistas mantengan el Gobierno de la región. El pasado viernes fue más lejos y extendió el pacto a dos comunidades autónomas al afirmar en un mitin que, según esta teoría, el PSOE se quedaría con la Presidencia del Principado y el PP accedería al Gobierno de Cantabria.

En Asturias, socialistas y populares han desmentido al exministro sin dedicarle mucho tiempo. Los dos grandes partidos han optado por la estrategia de minimizar la influencia de Cascos para no darle alas en los medios, pero el asunto ha terminado por infiltrarse en la campaña. Tanto, que ayer la portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, fue contundente al desacreditar a su antiguo correligionario. 'Uno, en campaña, se puede inventar muchas cosas para ganar el voto. Nuestro único compromiso en Asturias, como en todas partes, es con los electores', aseguró, informa RaúlÁlvarez.

La crisis industrial ha irrumpido con fuerza en el tramo final de la campaña electoral, dificultando aún más la reacción del PSOE. Hay varios frentes. La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, y la directora general del Ministerio de Industria, Teresa Santero, recibieron ayer a los trabajadores de Locsa, empresa siderometalúrgica cordobesa de toda la vida (1917), la única de España que fabrica laminados de cobre y zinc (entre otras cosas, para monedas). En la actualidad está en manos de una multinacional italo-alemana, el grupo KME, que ha anunciado su inoportuno cierre y, por tanto, el despido de sus 120 empleados (más 50 indirectos).

La crisis industrial, pues, ya está en la agenda política. La situación tiene ciertos paralelismos con la de 1995. Aunque la crisis industrial ha entrado en la campaña aportando munición política a los adversarios del PSOE en Córdoba el PP ha hecho de Locsa uno de sus temas centrales, sin embargo, el conflicto social estaba entonces mucho más en carne viva, informa Fernando Vicente.

En la puerta del Mercado Central de Valencia, los carros de la compra tuvieron que evitar ayer sorprendentes obstáculos. Una colección de más de una decena de maniquíes, ataviados con pulcros trajes, se mostraba al público que entraba y salía del centro comercial. De la solapa de cada uno de los trajes colgaba una gran etiqueta que albergaba las cifras de la crisis de la economía valenciana. La idea es del PSOE, que se ha empeñado en mostrar a la gente de la calle los pormenores de la presunta corrupción de los gobernantes del PP. El sumario del caso Gürtel muestra cómo el presidente Francisco Camps aceptó, supuestamente, miles de euros en trajes de empresarios que, durante el mismo periodo de tiempo, recibieron millonarios contratos de la Generalitat.

Además, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha encontrado indicios de financiación irregular en el PP. Sin embargo, las encuestas anuncian, una y otra vez, que el PP revalidará o, incluso, aumentará su mayoría absoluta. Podría pensarse que a los votantes no les importa la corrupción. Pero los socialistas afirman no creer en esta posibilidad. Prefieren pensar que, debido a la manipulación de los medios públicos valencianos, la gente no se ha enterado de que, presuntamente, les están metiendo la mano en la caja, informa Belén Toledo.

José Luis Baltar, presidente de la Diputación de Ourense, trató ayer de acallar a los vecinos de una parroquia de Xinzo con la cartera. Baltar repartió 3.000 euros en billetes de 50 euros, que guardaba en el maletero de su coche, entre los asistentes a un mitin que se quejaban de la ausencia de una subvención para instalar el aire acondicionado, tal y como denunció ayer Amador DíazPenín, candidato del BNG a la alcaldía.

'En cuanto venga la subvención me lo devolvéis', respondió Baltar a los vecinos, según explica el BNG. Esta formación estudia denunciar a Baltar en la Junta Electoral, pese a que, reconocen, ningún testigo quiere denunciarlo públicamente. Los nacionalistas critican, además, que esta no es la única irregularidad. Acusan a Baltar de 'comprar' a los vecinos con 'promesas de puestos de trabajo y amenazas a empresarios de la villa'.

El PP tachó de 'falsa' la denuncia del Bloque y justificó la actitud de Baltar por tratarse del 'pago de una deuda particular'.