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Zapatero apremia hoy al Parlamento a acelerar la reforma económica

Rajoy denunciará un 'año perdido' frente a la crisis y que 'todo ha ido a peor' porque el presidente desoyó su petición de adelanto electoral

G. L. A. /M. J. G.

'El Estado del bienestar es posible'. Con este principio de fondo, que contrapondrá a la convicción de que el PP se propone privatizar servicios públicos esenciales, abrirá hoy José Luis Rodríguez Zapatero su última participación en el Debate sobre el Estado de la Nación, el sexto en el que se enfrenta con Mariano Rajoy.

El presidente del Gobierno apremiará al Parlamento a culminar la aprobación de las grandes reformas pendientes, que juzga imprescindibles para sentar las bases de la recuperación económica de España y para preservar el Estado del bienestar, puesto en el ojo del huracán por la crisis. El Congreso dio ayer el primer paso para la reforma de las pensiones, que ahora pasa al Senado, y tiene aún pendiente acometer el debate sobre la negociación colectiva. También falta por terminar la reestructuración del sistema financiero.

El presidente quiere evitar 'la pérdida de una generación' de españoles

El Ejecutivo tiene preparadas algunas otras reformas, como la ampliación de los horarios comerciales, pero las de mayor entidad ya han sido aprobadas, de modo que de lo que se trata es de culminar la puesta en marcha de las ya impulsadas.

No habrá grandes anuncios ni conejos en la chistera porque, a lo sumo, el Parlamento se disolverá con el año, cuando en diciembre se aprueben los Presupuestos para 2012, y esto si no hay ninguna situación de emergencia que obligue al adelanto electoral. De momento, esta hipótesis se descarta. Ayer, el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, dio por seguro que es una coyuntura 'ocasional' el incremento en la prima de riesgo provocado por la incertidumbre sobre la situación de Grecia.

Mato rechaza pactar 'con los que sólo quieren mantenerse en el sillón'

'Hay que cumplir el plan que se diseñó y no dejar las cosas a medias', es el mensaje que Zapatero ha trasladado en estos días a sus colaboradores. El presidente del Gobierno renovará su convencimiento de que España 'va a salir adelante' y es posible conseguir una recuperación suficiente que impida 'la pérdida de una generación' de españoles a causa del paro.

Frente a quienes intentan utilizar la crisis económica para desvirtuar la democracia, sostendrá que esta no es la culpable de la crisis económica, aunque es perfeccionable como sistema. También tiene previsto hacer algún guiño al Movimiento 15-M, como el reconocimiento de que la ciudadanía 'tiene derecho a contar más' en la globalización, un marco en el que las decisiones parecen reservadas a los grandes actores, sean políticos o económicos.

Lo que sí rehuirá Zapatero es la tentación de hacer testamento, aunque seguramente habrá párrafos de su intervención que lo evoquen. 'Hemos hecho un ajuste duro sin detrimento de las políticas sociales', apuntó ayer Alonso. Pero aún 'no toca' hacer balance de su era, la que comenzó en 2004. Para eso siempre dispone de la prerrogativa de solicitar, en cualquier momento, un debate parlamentario. Ahora, insistirá en la radiografía de la crisis y en las respuestas dadas, convencido de que esta explicación aún no ha llegado a los ciudadanos.

En el PP quieren someter a Zapatero al examen final de toda su etapa

Lo que no dejará pasar hoy Zapatero será la oportunidad de volver a poner en evidencia la actitud del PP. 'Al PP le da igual. Le da igual que sea el primer debate o el último, que sea con crecimiento económico o con crisis. El PP siempre se pone de lado o de espalda', señalaban ayer dirigentes socialistas.

Los conservadores, sin embargo, no aceptan que se les diga que no arriman el hombro. Ayer, de hecho, lanzaron un argumentario para denunciar que el Ejecutivo socialista ha rechazado 'siete ofertas de acuerdo' de Mariano Rajoy y reprochar a los socialistas que hayan 'recurrido al veto parlamentario en 79 ocasiones para evitar el debate de sus propuestas'.

La vicesecretaria de Organización y directora de la campaña para las generales, Ana Mato, aprovechó una comparecencia para defender que lo que su formación no va a hacer jamás es respaldar 'improvisaciones' ni 'medidas perjudiciales'. 'Nunca estará al lado de un Gobierno que sólo quiere mantenerse en el sillón', sostuvo para descartar cualquier tipo de pacto.

Mato adelantó que espera que hoy se vea a un Gobierno 'agotado' y 'absolutamente alejado' de la sociedad frente a un PP que se va a centrar en plantear los problemas que atraviesa el país. La dirigente conservadora sentenció que 'ni Europa, ni los mercados, ni los españoles confían en este Ejecutivo'.

El PP llega hoy al debate sobre el estado de la nación con la sensación de que ya lo ha ganado. Es la primera vez que Rajoy acude a esta cita en el Congreso de los Diputados con todo a favor: las encuestas le sonríen y puede presumir de resultados electorales. Los dirigentes conservadores dicen que es Zapatero, y no su jefe, quien debe someterse a examen. A uno final, en el que no se analice sólo esta legislatura, sino su paso entero por la Moncloa.

En el documento que el PP envió ayer a todos sus cargos se hacía precisamente un balance de gestión. El texto, que reciben todos sus cargos, indica que el estado de la nación que los socialistas dejan es 'el del paro, el del estancamiento económico, el del aumento de una deuda cada vez más cara, el del retroceso de la competitividad, el de un enorme déficit en Sanidad y el de mayor fracaso escolar de Europa'.

La derecha recuerda que en estos últimos cuatro años 'han perdido su trabajo 2.273.000 personas en España, que hay casi dos millones que no reciben prestación alguna y que más de un millón de familias tienen a todos sus miembros en paro'. Son algunos de los datos que han recopilado y que mañana utilizará Rajoy para atizar a Zapatero.

El jefe de la oposición podrá tirar de este guión en el que se resalta también que 'han desaparecido más de 15.000 empresas, que nuestro país sigue a la cola del crecimiento de Europa con un 0,7%, que la deuda se dispara un 70% y llega al medio billón de euros y que la desconfianza internacional en el Ejecutivo ha aumentado la prima de riesgo de España'. En su repaso también incidirá en que nuestro país 'retrocede nueve puestos en el índice de competitividad global, que el crédito sigue cerrado para pymes y que el Sistema Nacional de Salud está generando un deuda creciente de más de 15.000 millones de euros'.

Rajoy utilizará toda esta artillería pesada, tachará las últimas reformas de 'chapuza' y hará repaso de las promesas incumplidas del presidente del Gobierno. Los que rodean al líder del PP recuerdan que su jefe pidió hace un año a Zapatero que convocara elecciones generales y que no le hizo caso. Para el PP los meses que han transcurrido son 'tiempo perdido' y 'todo ha ido a peor'. 'El Ejecutivo solamente está en intentar alargar la legislatura lo mas posible. Rubalcaba y el PSOE saben que hacerlo es negativo para los españoles', mantuvo ayer Mato mentando al vicepresidente primero y ministro del Interior.

En las filas del PP esperan que Rajoy haga 'corresponsable' de la 'malas políticas' del Gobierno al futuro candidato socialista, pero lo previsto es que se centre en Zapatero como 'culpable' de la situación económica. Mato confesó ayer que le 'gustaría' que el presidente del Ejecutivo reconociera en el Congreso que ha sido 'incapaz' de sacar a España de la crisis y que 'dejara paso' a otros partidos con 'soluciones' e 'ilusión.

La semana pasada ya se coló en el Congreso una discusión de fondo sobre el 15-M. Y tendrá su continuidad en el Debate de la Nación. La izquierda del PSOE quiere llevar la voz de los indignados al hemiciclo.

Gaspar Llamazares (IU) ya avanzó el viernes que transformaría en resoluciones del debate algunas de las demandas del 15-M, como la mejora de la transparencia y publicación de bienes y patrimonio de los diputados, la lucha contra la corrupción, la dación en pago, la reforma de la Ley Electoral o la convocatoria de referendos en temas que requieran de 'amplio debate social'.

ICV, ERC y BNG convergerán con IU en las reclamaciones de los indignados. Los ecosocialistas pedirán también que se puedan revocar leyes vigentes mediante referéndum.

El debate excederá el 15-M. IU e ICV reprocharán al presidente su giro a la derecha y su abandono de los más débiles. 'Debe ser una respuesta al golpe de mercado que ha provocado la crisis, así como un desafecto de los ciudadanos a la política', dijo Llamazares.

ERC también incluirá en su agenda la 'crisis institucional' que ha seguido a la sentencia del TC sobre el Estatut. 

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