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Subidas del IRPF y del IBI para ingresar 6.275 millones en el año

Hacienda ha descartado tocar ahora el IVA por ser 'dañino'. Se recupera la deducción por compra de vivienda

P. G.

Lo que los dirigentes del PP venían diciendo que no iban a hacer ha acabado apareciendo: subidas de impuestos. Además de recortar el gasto, el Gobierno aprobó medidas fiscales de amplio calado para lograr incrementar los ingresos en 6.275 millones. Fundamentalmente, se tocan dos impuestos: el de la Renta y el de Bienes Inmuebles. Subidas del IVA o de los Impuestos Especiales (los que gravan los carburantes, el tabaco y el alcohol, principalmente) han sido, en esta ocasión, descartadas. Las subidas son temporales, esto es, sólo estarán en vigor en los años 2012 y 2013 y luego, en teoría, desaparecerán.

En el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se ha introducido un recargo 'de solidaridad', como lo calificó la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, en todos y cada uno de los gravámentes de la tarifa del tributo. Son recargos progresivos, que van desde los 0,75 puntos para el tramo más bajo del impuesto (los que ingresan unos 18.000 euros brutos), hasta los 7 puntos del tramo más alto, que recae sobre los ingresos superiores a 300.000 euros anuales. Estos recargos afectan sólo a la tarifa estatal del impuesto (las autonomías tienen su propia escala) que grava los rendimientos del trabajo y las acti-vidades empresariales y profesionales. El IRPF tiene otros gravámenes para las rentas del capital (plusvalías, dividendos, intereses, seguros), para los que también se introducen los correspondientes recargos.

Se fija un recargo progresivo en todos los tramos del Impuesto de la Renta

Según los ejemplos expuestos por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la subida del IRPF supondrá para una persona soltera sin hijos que cobra entre 16.000 y 20.000 euros anuales (donde se encuadran los mileuristas) unos 82 euros más de impuestos; si gana más de 300.000 euros, su factura fiscal se incrementará, según sus datos, en 20.500 euros.

El aumento de impuestos se notará en los bolsillos de los ciudadanos en pocas semanas: en el caso de los recargos sobre las rentas del capital (con el que se espera recaudar 1.246 millones), a partir de enero, en cuanto se comunique a las entidades financieras las nuevas retenciones; en el caso de las rentas del trabajo (con las que prevé ingresar 4.111 millones), se notará en las nóminas de febrero, pues todavía no ha dado tiempo a comunicar a las empresas las nuevas retenciones sobre los sueldos.

Para el caso del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), se subirá el gravamen a la mitad de las viviendas de cada municipio con el valor catastral más elevado. Será, por tanto, una subida que no afectará por igual en todas las localidades. Además, se tendrá en cuenta aquellos municipios en los que se está revisando ahora el valor catastral, para que la subida fiscal sea menor.

El incremento fiscal se notará ya en la retención de las nóminas de febrero

El aumento del IBI supondrá un incremento de los ingresos de 918 millones, que irán directamente a las arcas municipales. Las autonomías, por su parte, se beneficiarán de la subida del IRPF, a través de los mecanismos del sistema de financiación. Montoro estimó que casi la mitad de los ingresos irán para las comunidades.

Hay otra subida menor, que afecta directamente al sector del transporte, por imperativo de la Unión Europea: desaparece la figura del gasóleo profesional, una suerte de deducción cuya eliminación reportará 200 millones de ingresos adicionales. No se tocan otros tributos. Según explicó Montoro, no se ha querido subir el IVA, porque se ha buscado modificar 'los impuestos menos dañinos para el crecimiento'.

Además de estas subidas de impuestos, el Gobierno ha llevado adelante la anunciada recuperación de la deducción en el IRPF por la compra de vivienda y la prolongación del IVA del 4% para pisos.

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