Ha tardado casi dos semanas en hablar, pero cuando lo ha hecho ha sido expeditivo. Josep Lluís Carod-Rovira, actual vicepresident de la Generalitat y ex president de ERC, aconsejó ayer a su sucesor en el partido, Joan Puigcercós, que dimita como consecuencia de los resultados electorales de su partido. De hecho, el que fuera rival de Puigcercós en la dirección republicana aseguró que una derrota como la de Esquerra 'en cualquier partido europeo democrático se habría solucionado aquella noche'.

Carod calificó de 'pésima' la campaña de ERC y acusó a la dirección del partido de plantearla desde una renuncia a jugar 'en primera división', en un enfrentamiento directo con CiU y el PSC. Según el dirigente, que hace meses que no asiste a las reuniones de la ejecutiva del partido, la campaña enfrentaba a los republicanos únicamente con formaciones hasta ahora extraparlamentarias, como Solidaritat per la Independència o Reagrupament.

El portavoz de ERC, Ignasi Llorente, no tardó en responder y le conminó a hacer esas críticas en el marco de las reuniones de gobierno semanales del partido.

Carod-Rovira también presionó a Puigcercós con una propuesta que ya se está lanzando también desde la federación de Barcelona. Se trata de una plataforma unitaria, junto al PSC y ICV-EUiA, que pudiera concurrir con garantías e independencia a las elecciones generales. Sería una opción para formar una 'alternativa seria'.

Ayer mismo, el alcaldable de Esquerra por Barcelona, Jordi Portabella, se refirió a la posibilidad de que su partido concurra a las elecciones municipales de Barcelona con una fórmula de 'multipartido'. Para ello, aseguró, ha contactado con dirigentes del ala catalanista del PSC que 'no acaban de encontrar su encaje dentro del PSC-PSOE'. Evitó mencionar nombres propios y aseguró que 'aún falta ver cuál es el proceso a nivel de partido' y veremos 'si cuaja o no cuaja'.