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Guardia Civil El calvario de Alba: ser celíaca le impide entrar en la Guardia Civil

El Ministerio de Defensa considera que ser celíaca la incapacita para acceder al cuerpo y la ha excluido como aspirante. Considera que esta decisión es "muy injusta" y, apoyada por sus padres, ha iniciado una batalla administrativa y legal para que Defensa rectifique y le permita el acceso.

Acto conmemorativo por el 30 aniversario del ingreso de la mujer en la Guardia Civil. / EFE

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El sueño de Alba García se ha visto truncado por ser celíaca. Esta joven de Pontevedra, que quiere ser Guardia Civil como su padre, se ha encontrado con un obstáculo inesperado. El Ministerio de Defensa considera que ser celíaca la incapacita para acceder al cuerpo y la ha excluido como aspirante.

Recibir esa noticia, reconoce, "fue la decepción de mi vida". Con solo 17 años -cumplió la mayoría de edad hace unos días- se presentó a las pruebas para acceder a la escala de oficiales de la Guardia Civil. Superó con nota todos los exámenes físicos, psicotécnicos y de idiomas. "Me veía dentro", explica, "y en el último momento me dijeron que no".

"Ser celíaca no me ha limitado en la vida"

El motivo, su celiaquía. Las pruebas médicas determinaron que era "no apta" para ingresar en la Guardia Civil y, tras reconocer ante el tribunal su intolerancia al gluten, fue apartada al entender que esta enfermedad digestiva impide que pueda desempeñar sus funciones de manera adecuada.

"Ser celíaca no me ha limitado en la vida", señala la joven pontevedresa, que compite a alto nivel en la gimnasia rítmica desde que era muy pequeña, por lo que asegura estar acostumbrada a exigentes entrenamientos, de hasta tres horas diarias, "sin que me haya imposibilitado para hacer nada".

Alba considera que su exclusión es "muy injusta" y, apoyada por sus padres, ha iniciado una batalla administrativa y legal para que Defensa rectifique y permita el acceso a la Guardia Civil a personas celíacas, ya que "solo es una cuestión de alimentación" y, mientras siga la dieta correspondiente, "podemos hacer de todo".

En este vía crucis por el que atraviesa, uno de sus grandes apoyos es su madre: Pilar Revestido. Afirma que este proceso lo está viviendo "con mucho dolor y con mucha impotencia", al entender que el sueño de su hija, para el que lleva preparándose toda la vida, "se ha visto truncado por una simple dieta".

"Estamos en el siglo XXI y hay de todo en el supermercado", asegura la madre de esta chica, que se queja de la "grave discriminación" que sufre su hija "por no comer como los demás", algo que jamás le ha supuesto un problema en su vida diaria.

Pilar advierte de que tanto ella, como su marido, un guardia civil destinado en Pontevedra, respaldarán la lucha de Alba "hasta el final", ya que subraya, visiblemente emocionada, que "no se merece esto que le está pasando". De ahí que reclame al Gobierno que "nos escuchen" y que la joven pueda seguir los pasos de su padre, "algo para lo que se ha esforzado muchísimo".

Ser celíaco "no representa un límite o una dificultad"

El abogado que lleva el caso, Manuel Novás, señala igualmente que es "evidente" que el hecho de ser celíaco "no representa un límite o una dificultad", no solo en cualquier profesión sino también en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Los recursos presentados han sido desestimados 

Así, recuerda que la Policía Nacional admite aspirantes con celiaquía y que, entre otras cuestiones, en las fuerzas armadas "existen dietas para personas musulmanas" o con otro tipo de alergias alimenticias, para los que se prepara un menú especial, inclusive la elaboración de un kit especial de supervivencia, y en la Guardia Civil "no se le permite ni entrar".

Hasta ahora, los recursos que Alba y sus padres han presentado ante el Tribunal Médico Militar han sido desestimados. Temen que los que todavía están en tramitación sigan el mismo camino. No sería, en todo caso, el fin de su lucha. El caso saltaría a la justicia ordinaria, por la vía contencioso administrativa, ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Decisión incoherente

La Guardia Civil obliga a patrullar a un agente con síndrome de colon irritable 

Esta decisión de la Guardia Civil choca con otra tomada el pasado mes de julio, en donde se obligaba a un agente a patrullar en Granada pese a que había demostrado que padece síndrome de colon irritable. Esta situación le obliga a permanecer cerca de un servicio y dificulta el desarrollo de las largas jornadas de patrullas por zonas rurales. 

Pese a las peticiones de este guardia civil, el capitán jefe de su compañía lo desestimó alegando que "supondría un perjuicio grave y una merma de la eficacia" en la planificación del servicio de su puesto. 

Por su parte, el abogado Antonio Suárez-Valdés, afirmaba a Público que su cliente "lo único que está pidiendo es trabajar con normalidad, como guardia civil, pero en un sitio en el que no tenga que estar todo el día de patrulla".

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