La resaca del debate de reprobación de la ministra Magdalena Álvarez se convirtió ayer en el Congreso en una batalla más de la guerra. El Partido Popular y Esquerra Republicana aprovecharon la sesión de control al Gobierno para volver a cercar a la titular de Fomento. De las seis preguntas que tuvo que contestar cinco de ellas (cuatro del PP y una de ER) resucitaron en el hemiciclo la crisis de Cercanías y la Alta velocidad en Cataluña.

Impasible, Álvarez empezó su intervención agradeciendo el apoyo de la cámara el pasado martes cuando el PSOE salvó la recusación por solamente tres votos (170 a 173). Jorge Fernández, secretario general del Grupo Popular, le recriminó que para ello los socialistas había necesitado incluso el voto de la propia ministra y dos tránsfugas en alusión al político de Nueva Canarias, Roman Rodríguez, y a Joaquín Calomarde, ex diputado del PP. La misma cantinela la repitieron una y otra vez todos los diputados conservadores.

'Pregúntele a Zaplana'
Aunque la ministra no entró en el juego, Roman Rodríguez, como aludido, sí que respondió a los conservadores. El político canario se defendió argumentando que cuando abandonó a su grupo siguió 'las reglas' del juego. 'Pregúntele al portavoz de su grupo (Zaplana) cómo inició su carrera política; comprando a un miembro de la oposición para ser alcalde de Benidorm', contraatacó.

Antes, el debate se había convertido en un cruce de acusaciones entre el PP y la ministra. Los diputados conservadores la calificaron de 'incompetente', 'tramposa', 'soberbia' y 'chula'. Jorge Fernández le echó en cara que 'es la ministra peor valorada según el CIS' y la invitó a dimitir.

'Desahóguense'
Álvarez respondió asegurando que la oposición no tiene el más mínimo interés en tener información del AVE sino en echarla, algo que no van a conseguir. La ministra invitó a los diputados del PP a mantener la misma actitud: 'Quedan más plenos. Me pueden hacer doce preguntas más, desahóguense. Y me pueden seguir insultando, como hacen entre las preguntas'. Minutos antes, el presidente, Manuel Marín, había tenido que llamar al orden al diputado Martínez Pujalte por increpar a gritos a la ministra. Álvarez además recordó que su valoración del CIS es igual que la de Rajoy, 'sólo que yo no presento como candidata a la Presidencia'.

En el debate aparecieron pocos datos, pero para contrarrestar los argumentos del PP, la ministra comparó los número de la Alta Velocidad de esta legislatura con las anteriores. En los últimos cuatro años, recordó Álvarez, se han construido 356 kilómetros que entrarán en servicio. En los ocho años anteriores, según ella, no se inauguró ninguno. Al PP, sentenció la ministra, sólo le interesa el AVE para criticar al Gobierno.