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La guerra de Sri Lanka desborda los hospitales

100.000 civiles han huido en tres días de la zona sitiada

M. CENTENERA/ AGENCIAS

Desde hace más de 36 horas, nadie descansa en el hospital de Vanuviya, al norte de Sri Lanka. El escaso equipo médico ha atendido a más de 400 heridos de guerra y varios centenares más están de camino, tras haber logrado escapar de los combates que el Ejército ceilandés y la guerrilla tamil mantienen en los últimos kilómetros bajo control rebelde al noreste del país.

'La situación para los civiles es extremadamente crítica. Están indefensos, sin ningún tipo de seguridad y la mayoría no tiene acceso a agua potable', explica por teléfono desde Ginebra Simon Schorno, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Las más de 20.000 personas que siguen atrapadas en los últimos 13 kilómetros cuadrados bajo control rebelde no disponen de alimentos suficientes y muchos necesitan asistencia médica de forma urgente. 'Había un pequeño dispensario médico, pero la zona donde estaba fue tomada por el Ejército y ahora los heridos no tienen dónde acudir', denuncia Schorno.

Cruz Roja evacúa a los heridos en los botes de pescadores locales y después en autobús hasta Vanuviya, donde se han instalado los campos de desplazados temporales, hacia los que se dirige el grueso de los más de 100.000 civiles que han logrado escapar del fuego cruzado desde el lunes.

'La gente llega en condiciones cada vez peores. Están heridos, en un estado de salud muy precario, exhaustos y deshidratados', describe en una entrevista telefónica Liz List, coordinadora médica de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Sri Lanka.

El 75% de los heridas han sido provocadas por armas y minas antipersona. 'Vemos a gente con varias balas dentro del cuerpo y con amputaciones dramáticascuenta List.Falta personal médico, el hospital está desbordado y hay varios pacientes en cada cama, algunos en los pasillos...'.

Heridos o no, ninguno se libra del trauma de haber visto morir delante de sus ojos y a veces entre sus brazos a familiares, amigos y vecinos. 'La gente que atendemos está en estado de shock, están confusos porque realmente no saben lo que está pasando. Cada una de las personas con las que he hablado ha vivido momentos terribles, todos han visto morir a alguien', dice la coordinadora médica de MSF.

A los desplazados se les ubica en campos temporales, pero estos se están quedando pequeños a pasos agigantados y familias enteras viven en el espacio de un sofá.

La falta de libertad de movimiento entre los campos y la ausencia de información sobre los seres queridos aumenta su angustia. 'Son ubicados en un campo que no pueden dejar y no pueden llamar a su familia. No tienen comunicación, no tienen nada. Puede haber un matrimonio en dos campos separados y no lo saben', condena Karen Stewart, responsable de salud mental de MSF en un comunicado.

El recrudecimiento de la guerra ha hecho saltar todas las alarmas de la comunidad internacional. La secretaria de Estado de EEUU, Hilary Clinton, lamentó ayer el 'incalculable sufrimiento' de la población civil y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió anoche para buscar una solución urgente.

Dos jefes se rinden
Dos jefes de la guerrilla de los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE) se rindieron ayer. Uno de ellos, conocido como Daya Master, fue durante años el portavoz de la guerrilla a los medios internacionales.

Sin amnistía para el líder
Varios rebeldes han afirmado que su líder, Velupillai Prabhakaran, está en los 13 kilómetros cuadrados que el Ejército ceilandés intenta tomar. El presidente anunció ayer que no le concederá una amnistía, como ha prometido a los demás rebeldes, sino que “tendrá que afrontar las consecuencias de sus actos.”

70.000 muertos
La guerra de Sri Lanka es el conflicto armado más antiguo de Asia. Los casi 30 años de guerra han dejado más de 70.000 muertos y han forzado el desplazamiento de centenares de miles más. 

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