Las filtraciones que se han desprendido de los reactores dañados de la central nuclear Fukushima Daiichi podrían haberse filtrado al Océano Pacífico. Esa es la sospecha de la Agencia Nuclear japonesa después de que se hallaran niveles de yodo 131 a una concentración 3.355 veces mayor de la definida como segura, en una muestra de agua marina.

Los análisis se realizaron tomando muestras a unos 300 metros de la costa en la que está construida la central y, según Hidehiko Nishiyama, portavoz de la Agencia, la información proporcionada por Tepco, la compañía que gestiona la planta, indican que de algún modo, los materiales radiactivos han llegado hasta esa zona. En principio, la central no tiene salidas de agua al Océano, pero ya el sábado, Tepco informaba de unos niveles 1.850 veces superiores a lo normal. Esa cifra ahora se ha duplicado.

Es precisamente la zona más cercana a los reactores 1,2,3 y 4, los más dañados por el terremoto del pasado día 11. Nishiyama advirtió de que 'es importante que sigamos vigilando los datos,para encontrar qué está causando la contaminación y tomar medidas para evitar que los niveles aumenten', sin embargo, dijo que el agua contaminada no produciría efectos inmediatos en la salud ya que se ha prohibido la pesca en esa zona. 

Por otra parte, A 50 metros al norte de los reactores 5 y 6, el nivel de yodo 131 detectado ayer era 1.262 veces superior los estándares legales, también el registro más alto hasta ese momento.

El número de fallecidos alcanza ya los 11.232, mientras que 16.361  siguen desaparecidasEl portavoz del Gobierno, Yukio Edano, ha sugerido esta mañana que los reactores de la central se paralizarán para siempre, según la agencia de noticias Kyodo News, sin dar más detalles.

Mientras tanto, el número de víctimas por el terremoto y el posterior tsunami no deja de aumentar.Según recoge EFE, el número de fallecidos alcanza ya los 11.232, mientras otras 16.361 personas siguen desaparecidas.

Cerca de 200.000 personas siguen refugiadas en 1.900 centros de evacuación a raíz del desastre, que también destruyó unas 18.000 casas y causó daños en cerca de 130.000 edificios.