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Los disturbios vuelven a las calles de Francia durante las protestas contra
la reforma laboral de Hollande

Las manifestaciones se han sucedido por todo el país, aunque las más destacadas han tenido lugar en París y Nantes, donde grupos de encapuchados se han enfrentado a la Policía. Hay al menos doce detenidos.

Gendarmes franceses, entre llamas provocadas por un grupo de encapuchados en París, durante las protestas contra la reforma laboral.- REUTERS

AGENCIAS

PARÍS.- Las protestas contra la reforma laboral del presidente, François Hollande, que se han sucedido este martes en Francia han terminado con enfrentamientos entre grupos violentos y las fuerzas de seguridad en varias ciudades del país.

En especial, los disturbios se desarrollaron en París al término de una manifestación que, según los convocantes, reunió a unas 55.000 personas (11.000 según la policía), y en Nantes, donde la protesta había tenido lugar por la mañana.


En la capital, la manifestación comenzó con calma, pero en su tramo final un grupo de encapuchados comenzó a lanzar objetos contra los agentes del orden, que respondieron con gases lacrimógenos, lo que dio lugar a escenas de violencia similares a las de pasadas jornadas de protesta.

Según las autoridades, doce personas fueron detenidas, nueve de ellas por portar armas y otras tres por lanzar proyectiles.

En otras ciudades de Francia también se presentaron protestas desde la mañana, principalmente en Nantes, pero también en Toulouse y Perpiñán.

En la ciudad de Toulouse miembros del sindicato CGT sellaron con hormigón las ventanas de una oficina del Partido Socialista. En muchas de las ciudades francesas algunos camioneros aminoraban la marcha o bloqueaban el tráfico en las carreteras y puntos estratégicos, sobre todo en la región de Burdeos, donde se obstaculizaron envíos a supermercados y gasolineras. 

Policías antodisturbios se enfrentan a una grupo de manifestantes en Nantes, Francia.-  REUTERS/Stephane Mahe

Policías antidisturbios se enfrentan a un grupo de manifestantes en Nantes, Francia.- REUTERS/Stephane Mahe

Por la tarde se han reunido en París decenas de manifestantes para llevar a cabo una gran marcha encabezada por el líder de el sindicato francés CGT, Philippe Martínez. También se han unido partidarios del movimiento Nuit Debout, surgido en respuesta a la reforma laboral pergeñada por el ejecutivo de Hollande. 

Francia vivió la primera jornada de protesta de las dos convocadas para esta semana por varios sindicatos que se oponen a la reforma laboral del Gobierno, que consideran que debilita la postura de los trabajadores en las negociaciones con los empresarios.

Hollande mantiene la reforma pese a que prosiguen las protestas

Hollande, anunció hoy que mantendrá su polémica reforma laboral pese al frente sindical que, por sexta jornada en poco más dos meses, ha sacado a miles de personas a la calle contra un proyecto que consideran que debilita la posición negociadora de los trabajadores.

"No voy a ceder" a la presión de los manifestantes, aseguró Hollande en una entrevista con la radio "Europe 1", donde respaldó su reforma laboral pese a que reconoció su impopularidad.

Hollande dio un paso al frente en la defensa de un texto que se está convirtiendo en su principal problema a un año de las elecciones presidenciales.

Los sindicatos contrarios a la reforma quieren mantener las protestas


Aunque estancado, el frente sindical no parece desinflarse y por sexta jornada miles de personas recorrieron las calles de decenas de ciudades del país en contra de la ley.

Las autoridades aseguran que 68.000 personas se manifestaron en todo el país, algo más de las 50.000 que habían contabilizado el pasado 12 de mayo en la última jornada de protesta.

Ambas cifras están lejos de las del pasado 31 de marzo, cuando en la segunda jornada de protesta contra la reforma laboral los sindicatos presumieron de haber movilizado a 1,2 millones de personas, frente a los menos de 400.000 que anunciaron las autoridades.

Aquella noche nació también la llamada Nuit debout (Noche en pié), la reunión de indignados en la parisiense plaza de la República, un movimiento ecléctico, inspirado en el 15-M español, que con el tiempo se ha ido extendiendo a otras ciudades del país.

Los sindicatos protestatarios quieren mantener vivo el movimiento y para el próximo jueves tienen convocada otra jornada de protesta.

En esta ocasión, recibieron el apoyo de los sindicatos de trabajadores del sector del transporte por carretera, que temerosos de que la reforma laboral perjudique sus condiciones, bloquearon el acceso a algunos puertos y refinerías.

Mañana será el turno de los trabajadores de la empresa pública de ferrocarriles, que tienen convocado un paro en protesta por sus propias condiciones laborales, y el jueves se les unirán los controladores aéreos, lo que dará una nueva dimensión a la protesta.

Pero todo eso no está cambiando el rumbo del Gobierno socialista francés, dispuesto a sacar la ley adelante incluso pese a la división que provoca en sus filas, lo que le ha obligado a hacerlo por un procedimiento que evita el voto en el Parlamento.

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