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El TiSA compromete
la seguridad del transporte aéreo

Las negociaciones para 'liberalizar' el mercado de servicios pretenden saltarse la regulación de los Gobiernos y de la Organización de Aviación Civil Internacional para dejar al
sector sometido a intereses exclusivamente económicos

Pasajeros contemplan un panel de información de vuelos en el aeropuerto de Zaventem, cerca de Bruselas. - REUTERS

MADRID.- Bajo la mayor opacidad y escoltados al amparo de un secretismo absoluto, hasta 50 países negocian cómo acabar con el comercio de servicios para dejarlos supeditados a ese ente llamado mercado. Nada de control de Gobiernos o parlamentos, ni mucho menos de la sociedad civil. La desregulación pasa por abrir todos los sectores a los intereses empresariales.

Uno de ellos es el transporte aéreo. Así aparece reflejado en las negociaciones, lideradas por Estados Unidos y la Unión Europea, sobre el TiSA (siglas en inglés del Acuerdo sobre el Comercio de Servicios). De momento en forma de anexo, pero el texto deja claro que "a medida que la arquitectura del TiSA coja forma" podría llegar a ser "un capítulo o una sección" propia.

El objetivo de las conversaciones, según se desprende de los documentos a los que ha accedido Público gracias a su colaboración con Wikileaks, es eludir la regulación de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés), hasta ahora en vigor, y marcar sus propias directrices.

El número de accidentes relacionados con las tareas
de mantenimiento ha aumentado en los últimos años más de un 100%

Se trata de llevar los intereses económicos a su máximo exponente en un sector que ya tiende a las privatizaciones. La sección de aviación civil de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés) alerta de que el TiSA pretende llevar a cabo una "total liberalización" del transporte aéreo, lo que sería "muy perjudicial" para muchos países y para los trabajadores del sector, indefensos y sin sistemas de protección ante los vaivenes empresariales.

Una de las peores consecuencias de la privatización de ciertas áreas de la aviación y del empeoramiento de las condiciones laborales es la decadencia de la seguridad. El sindicato denuncia, en un análisis publicado por Wikileaks, que durante la última década ha aumentado la velocidad con la que se ha ido externalizando el trabajo de mantenimiento de los aviones, con lo que conlleva para la seguridad aérea actual y futura.

Según un informe de la ICAO, citado por la ITF, el número de accidentes e incidentes relacionados con las tareas de mantenimiento ha aumentado en los últimos años más de un 100%. Mientras que durante el mismo periodo el número de vuelos operados ha crecido un 55%, tal como detalla la organización aérea.

Un avión tras despegar de Ginebra, Suiza.- REUTERS

Un avión tras despegar de Ginebra, Suiza.- REUTERS

En el documento del TiSA, del 9 de febrero de este año, apenas se menciona o se discute sobre las normas de seguridad. Priman otros asuntos. "Los defensores de la privatización mantienen que no existen vínculos entre la regulación económica y la seguridad, pero lo cierto es que la liberalización de los servicios de mantenimiento y reparación sin ninguna garantía aumenta los peligros extraordinariamente", avisa la federación de trabajadores aéreos.

Hasta ahora, el antiguo Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS, por sus siglas en inglés), del que se nutre el TiSA, trataba de liberar tres áreas del transporte aéreo internacional: servicio de reparación y mantenimiento de aeronaves, servicio del sistema de reserva de vuelos y venta y promoción de los servicios del transporte aéreo. Las actuales negociaciones van más allá y pretenden cubrir otros tres aspectos más: la asistencia en tierra, la gestión de aeropuertos y de los llamados servicios aéreos especializados.

La aprobación del TiSA supondría dejar a la industria aereocomercial dominada completamente por las multinacionales y bajo
una estructura oligárquica

La ITF recuerda que ya en 1995, en la Ronda de Uruguay sobre las negociaciones de la política de aranceles y la liberalización de mercados a nivel mundial, se decidió dejar los servicios del transporte aéreo fuera de las conversaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para sacar adelante el GATS. El sindicato destaca que ya se había puesto en marcha un proceso global de liberalización controlado por una organización de aviación, la ICAO, con "mayor credibilidad y habilidad" que la OMC y con reclamaciones previas sobre la regulación económica del sector que "no se deberían de ignorar", incluidas varias garantías para países en desarrollo.

La aprobación del TiSA, que no contempla ningún mecanismo para realizar una liberalización de forma gradual, supondría dejar a la industria aereocomercial completamente dominada por las multinacionales y bajo una estructura oligárquica, denuncia la ITF. El sindicato critica además que el acuerdo comercial impondría un "mortal" alejamiento de la aviación del control de los gobiernos y de su regulación económica y social. 

La ITF considera que la industria de la aviación no se debe exponer a un entorno comercial que debilita los controles de los gobiernos nacionales, que son los que supervisan y garantizan los mecanismos de seguridad.

El sindicato ve indispensable que los servicios del transporte aéreo sigan regulados por la ICAO y que los intereses económicos nunca estén por encima de las necesidades de la regulación aérea. De lo contrario, concluye la federación, "las políticas sobre la aviación quedarían determinadas por las fuerzas del mercado internacional y por las decisiones tomadas en las salas de juntas que sirven a los intereses de los accionistas".

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