Después de que la Policía canadiense detuviera a 11 personas armadas en las manifestaciones antivacunas, el primer ministro del país, Justin Trudeau, ha invocado este lunes poderes de emergencia para hacer frente a las protestas que encaminan su tercera semana.

La Ley de Emergencias que ha puesto en marcha Trudeau es una disposición que permite al Gobierno federal anular el poder de las provincias y autorizar determinadas medidas durante un tiempo definido ante una situación crítica y urgente, recoge Reuters. 

Aunque esta ley puede desplegar a las Fuerzas Armadas, el primer ministro ha apuntado que no será necesario. Una preocupación que compartían las provincias de Quebec y Alberta, las cuales se opusieron a la ley porque no quería que se usase al Ejercito en el territorio.

No solo esta invocación de poderes permite sacar a las Fuerzas Armadas, sino también restringir temporalmente los derechos de los ciudadanos a la libre circulación o reunión, según informa la CNN. Aunque tampoco será necesario, Trudeau ha apuntado que tomará "medidas razonables", no limitará la libertad de expresión ni la manifestación en el país.

Esta decisión se ha tomado tras una cumbre de emergencia con los jefes de Gobierno de todas las provincias de Canadá. El primer ministro ha apuntado que "es evidente" que las autoridades locales no pueden contener las protestas y hacer cumplir la ley.

La Ley de Emergencias solo se ha invocado una vez antes en tiempos de paz. Fue en 1970, cuando gobernaba Pierre Trudeau —padre del actual mandatario— durante la llamada Crisis de Octubre, cuando se produjeron los secuestros de un político canadiense y un diplomático británico por un grupo terrorista conocido como Frente de Liberación de Quebec. También se activó esta ley durante las dos guerras mundiales.