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Trabajadoras critican que la Complutense no tiene protocolo de acoso y rechazan el que se ha redactado "con prisas"

CGT denuncia que el borrador que ha elaborado la universidad tras la orden de Inspección "está lleno de carencias e incongruencias", y no garantiza la protección de todas las víctimas de distintas violencias en el entorno laboral.

El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache, durante una entrevista para Europa Press, a 27 de julio de 2023, en Madrid (España).
El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache, durante una entrevista, a 27 de julio de 2023, en Madrid. Jesús Hellín / Europa Press

La Universidad Complutense de Madrid (UCM) todavía no tiene protocolo de acoso propio para proteger a los trabajadores y trabajadoras cuando ocurren situaciones de violencia en el entorno laboral. Así lo denunció el sindicado CGT hace un año.

Ahora, la institución dirigida por Joaquín Goyache, reelegido rector el pasado mes de marzo, acaba de aprobar un borrador para cumplir con las exigencias de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y evitar una multa.

En febrero, Inspección solicitó a la UCM la elaboración de dicho protocolo, poniendo como fecha límite para su aprobación el mes de octubre. Desde entonces, el equipo de Goyache ha ido desarrollando un borrador que ha sido aprobado por mayoría este jueves y se hará oficial en el próximo Consejo de Gobierno, a final de mes.

CGT y CCOO han votado en contra del borrador del protocolo contra el acoso laboral propuesto por la UCM

El documento ha contado con el voto a favor de UGT, CSIF y CSIT. Sin embargo, CGT ha votado en contra, al considerar que el escrito "está lleno de carencias y peligrosas incongruencias". También lo ha rechazado, finalmente, CCOO.

"Las medidas no se concretan de ninguna manera, no se establece frecuencia, responsables, duración, etc. Por otro lado, es llamativo que no se establezcan medidas de sensibilización y formación a la plantilla debidamente desarrolladas, así como de publicidad del protocolo", ha criticado Rommy Arce, trabajadora de la UCM, afiliada y delegada de la CGT en la UCM.

A su juicio, el texto presenta demasiadas ambigüedades en las definiciones que demarcan qué es acoso y qué no. Aunque hace alusión a "la exposición a conductas de violencia psicológica intensa, dirigidas de forma reiterada y prolongada en el tiempo", no se aterriza cómo se determinará esto.

Asimismo, quedan excluidas del marco del acoso situaciones como, por ejemplo, aquellas en las que un superior tenga conductas despóticas "indiscriminadamente" con varios trabajadores. Los trabajadores de CGT consideran que el documento, elaborado "deprisa y corriendo", no garantiza la seguridad y protección de todas las víctimas.

Con la redacción actual del protocolo, "es posible que, una vez más, sea la víctima la que sea trasladada a otro centro de trabajo, en lugar del agresor"

"Además de una deficiente atención en la prevención, el protocolo solo contempla el momento de la denuncia, sin definir ningún tipo de medida de acompañamiento psicológico a las víctimas de acoso que, por miedo, no están seguras de iniciar el proceso de denuncia", explican a Público

¿Qué pasará con quienes soliciten ayuda y luego no denuncien? Interponer una denuncia formal puede ser psicológicamente muy complicado. ¿Cómo acompañará la institución ese proceso previo? Preguntas como estas quedan sin resolver en el actual documento.

También brillan por su ausencia las medidas de reparación dignas para las víctimas. Con la redacción actual, tal y como explican desde CGT, "es posible que la aplicación de este protocolo implique que, una vez más, sean los y las damnificadas por las situaciones de acoso los que sean trasladados a otro centro de trabajo, en lugar del agresor".

A su vez, desde el sindicato ponen de relieve la importancia de incluir figuras externas que revisen todo el proceso. En el protocolo se recoge que el comité asesor que se ocuparía de esto es nombrado directamente por el rector. En su lugar, consideran imprescindible contar con un relator ajeno al tejido institucional que ofrezca garantías de objetividad y protección a las víctimas. 

En particular, CGT muestra preocupación por aquellos empleados que trabajen para empresas subcontratas e instan a la UCM a extender las medidas a todas las entidades con las que establezcan conciertos.

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