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Aragonès situará el referéndum como eje de la segunda fase de la mesa de diálogo a pesar del rechazo del Gobierno español

El Govern plantea el redactado que prevé aprobar Esquerra en el congreso del partido como punto de partida para conseguir una propuesta con amplio apoyo catalán y ponerla sobre la mesa de negociación con el Gobierno español. 

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, interviene durante una sesión plenaria en el Parlament de Catalunya, a 14 de diciembre de 2022, en Barcelona.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, interviene durante una sesión plenaria en el Parlament de Catalunya, a 14 de diciembre de 2022, en Barcelona. David Zorrakino / Europa Press

Las maniobras en torno al conflicto político entre Catalunya y el Estado avanzan. Después de la etapa con la desjudicialización como prioridad, ahora la autodeterminación entra también en la negociación entre el Govern y el Gobierno español. Pero este nuevo proceso no será ni fácil ni rápido.

Esquerra no da por concluido el proceso para sacar de los tribunales el conflicto y mantiene que su apuesta es la amnistía, pero, si finalmente se culmina la aprobación de la reforma del Código Penal, los republicanos darán por buenos los cambios conseguidos. Suficiente para cerrar la primera fase de la mesa de diálogo con una reunión que ya estaba prevista a finales de noviembre, pero que fue pospuesta y que se acabará celebrando en las próximas semanas, aunque no se prevé de inmediato dado el clima de crispación y alto voltaje político que se está viviendo en el Congreso a colación de la reforma del Código Penal y de la renovación del Tribunal Constitucional. Dos cuestiones que el Gobierno español ha decidido ligar y que con la intromisión del Tribunal Constitucional a instancias de la derecha española ha generado no solo una monumental bronca política, sino también una importante e inédita crisis institucional de Estado con el enfrentamiento entre el poder judicial y el legislativo.

La derogación del delito de sedición y el resto de cambios del Código Penal, con la malversación y los desordenes públicos como principales caballos de batalla penden de un hilo después de su aprobación el Congreso este jueves. A la espera de la decisión definitiva del Constitucional sobre el proceso parlamentario y de si el trámite llegará la semana que viene a la aprobación definitiva en el Senado o será abortado por el Constitucional este próximo lunes. Pero si finalmente todo llega a buen puerto, ERC y el Govern darán por cerrada la primera fase negociadora con el Gobierno español en la mesa de diálogo. Y los republicanos prevén abrir una nueva fase que tendrá el referéndum de autodeterminación como eje de la negociación.

El referéndum impacta en la tensionada política española

Aragonès: "Si alguien piensa que porque hemos llegado a acuerdos hemos renunciado a nuestras convicciones es que no entienden lo que ocurre en Catalunya"

La propuesta de Esquerra de referéndum ha caído como una bomba de relojería en el ya extremadamente tensionado panorama político español a causa de los acuerdos entre ERC y el Gobierno para reformar el Código Penal que ha provocado una furibunda ofensiva de las derechas españolas. Con profundo malestar en el PSOE, que también ha visto crecer las discrepancias internas. También en el PSC se muestran molestos con la propuesta. "No ayuda en nada", aseguran fuentes de la dirección de los socialistas catalanes, que añaden: "Tomamos nota". Una advertencia que, en plena negociación de los presupuestos de la Generalitat, no es baladí. 

Pero Esquerra no está dispuesta a aflojar y el president de la Generalitat ha sido muy claro y contundente. Aragonès ha replicado a Pedro Sánchez que ahora debe abordarse la "relación de Catalunya y España": "Esto no acaba aquí". Mientras el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo la noche del jueves desde Bruselas que con la reforma del Código Penal el procés "se acabó", el jefe del Ejecutivo catalán aseguró este viernes en una entrevista en la Cadena Ser que él no renuncia a la independencia. "Si alguien piensa que porque hemos llegado a acuerdos hemos renunciado a nuestras convicciones es que no entienden lo que ocurre en Catalunya", ha avisado. Pese a la posición del Gobierno español, Aragonès ha exigido "entrar en los próximos meses" en la "cuestión de fondo" y hablar sobre "todas las opciones".

"Cuando hay posiciones opuestas deben intercambiarse opiniones e intentar caminos para encontrar soluciones", ha dicho. Si bien Aragonés se abre a discutir una reforma del estatuto si alguna parte lo pone sobre la mesa, el president apuesta por un referendo pactado con el Estado como la "vía más efectiva" para alcanzar la independencia. Preguntado por si utilizarán esta carta para condicionar el apoyo a Sánchez en el futuro, Aragonès admitió que "evidentemente" aprovecharán "todas las oportunidades para intentar avanzar" hacia un referéndum. Aragonès incluso no descarta pedir una reforma de la Constitución española que facilitara el referéndum. Una iniciativa condenada al fracaso dada la mayoría reforzada necesaria en la Cortes y el complicado proceso de ratificación en un referéndum estatal.

Esquerra no da por concluido el proceso para sacar de los tribunales el conflicto

La idea de los republicanos se basa en elaborar un planteamiento que enmarque las condiciones para efectuar un referéndum en Catalunya que pueda conseguir el apoyo del máximo de fuerzas políticas y sociales. Una plataforma negociadora de amplio consenso en Catalunya que el Govern pueda llevar como "propuesta de país" a la mesa de diálogo y negociación para confrontarla con el Gobierno español. Un proyecto que tiene su punto de partida en la ponencia política que prevé aprobar ERC en su Congreso Nacional a principios del año que viene. Pero que será de largo recorrido y con voluntad integradora para llegar a un texto de consenso que recoja las condiciones aceptables para una amplia mayoría política y social en Catalunya sobre cómo la ciudadanía puede ejercer el derecho a decidir su futuro político. Lo que los republicanos llaman "la mayoría del 80% del país favorable al referéndum".

La propuesta de partida que Esquerra ya ha dado a conocer –pero que se aprobará en el Congreso Nacional del partido del próximo mes de enero– incluye, entre otras condiciones, la participación de los mayores de 16 años, una participación mínima del 50% del censo y la necesidad de un 55% de apoyo al sí a la independencia. En la línea del referéndum de independencia celebrado por Montenegro para separarse de Serbia en el que la Unión Europea fijó y avaló dichos porcentajes.

Un referéndum menos independentista y más de consenso

Fuentes de la dirección republicana admiten que esta sería una propuesta de referéndum "menos partidaria del movimiento independentista", pero consideran que tendría "más legitimidad del conjunto de la sociedad catalana". Es decir, que no encaja con el precepto independentista clásico de que los catalanes y las catalanas tienen derecho a la independencia con un 50% más un voto como quintaesencia de cualquier proceso democrático. Pero los republicanos apuntan que las garantías porcentuales propuestas pueden atraer a sectores indecisos e inquietos por una excesiva fragmentación entre dos mitades demasiado iguales de la sociedad respecto a la independencia.

De momento, la propuesta de Esquerra solo ha recibido un cierto espaldarazo del sector que representa En Comú Podem en Catalunya y Unidas Podemos en el Estado. En el campo del independentismo, ni Junts ni la CUP han visto con agrado renunciar al 50% más un voto. Y el PSC, en sintonía con el Gobierno español, cierra la puerta a un referéndum de autodeterminación. Sin embargo, los socialistas catalanes sí avalarían una consulta si es para ratificar o rechazar los acuerdos que se puedan establecer en la mesa de diálogo entre los dos gobiernos, según el primer secretario del PSC, Salvador Illa, en la línea de un nuevo Estatut. Pero falta por ver hasta qué punto en esos posibles acuerdos cabe algún tipo de exploración respecto al derecho a decidir que pudiera ponerse a consideración de los catalanes y las catalanas en una consulta.

Illa carga contra la propuesta

Con todo, el líder del PSC, Salvador Illa, ha recriminado al president Pere Aragonès la nueva propuesta de ERC para un referéndum pactado. "En Catalunya no habrá referéndum de autodeterminación. Ya basta de soñar despiertos", ha dicho el jefe de filas de los socialistas catalanes. En una atención a medios desde el Parlament, Illa ha explicado que este miércoles también ha intercambiado unos "mensajes" con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para "reafirmar" que el PSC "seguirá garantizando la Constitución". Ahora bien, Illa también le ha pedido "altura de miras" en un momento "importante" para "garantizar la concordia, la convivencia y el reencuentro en Catalunya". "Estamos mucho mejor que hace cinco años", ha dicho este miércoles, añadiendo: "Lo que es bueno para Catalunya es bueno para España". García-Page criticó duramente este martes la reforma del Código Penal "pactada con los independentistas" por parte del Gobierno español.

En Esquerra admiten que un Gobierno de las derechas daría al traste con toda la operación negociadora

Desde Esquerra mantienen la calma y aseguran que ya esperaban las reacciones contrarias que se están produciendo. También el portazo que diversos ministros del Gobierno español han dado a cualquier tipo de referéndum. Los republicanos inscriben su propuesta en el "escenario actual en que ERC ha asumido el liderazgo completo del Govern después de la salida de Junts". "Nos toca liderar y asumimos la responsabilidad. Lo hemos hecho en el tema de la desjudicialización consiguiendo lo que parecía imposible como la derogación del delito de sedición y ahora lo haremos respecto a la autodeterminación porque consideramos que el referéndum continúa siendo el mejor instrumento para solucionar el conflicto político de forma democrática y que los catalanes y las catalanas puedan decidir su futuro político".

Nueva etapa, a cuatro años vista

Eso sí, esta nueva etapa de la mesa de negociación va para largo. Se abre un período estimado de cuatro años para intentar encontrar primero la propuesta de consenso en Catalunya para la negociación posterior entre el Govern y el Gobierno español. Con unos primeros pasos y trabajos durante el 2023 en que se irá perfilando la propuesta a la espera del escenario que se abra después de las elecciones generales previstas para finales del año que viene. En Esquerra admiten que un Gobierno de las derechas daría al traste con toda la operación negociadora y abriría un nuevo "escenario represivo" de consecuencias insospechadas. Pero el mantenimiento de una mayoría que permita a Pedro Sánchez continuar en la Moncloa y al PSOE y UP en el Consejo de Ministros abriría un amplio abanico de posibilidades.

Esquerra no esconde que, si sus votos en el Congreso son imprescindibles para una nueva investidura de Sánchez, los republicanos pondrán sobre la mesa negociadora la necesidad de un compromiso para encontrar una fórmula sobre cómo consultar a los catalanes y las catalanas sobre su futuro político. Y si llega ese momento, ERC quiere estar preparada con una propuesta concretada y con el máximo de apoyo posible en Catalunya. "No solo de los partidos políticos que apuestan por una solución democrática de Catalunya, también buscaremos el apoyo de la sociedad civil, desde las principales entidades independentistas a sindicatos y otros agentes sociales", aseguran desde la dirección de Esquerra.

Rovira: "El PSOE también rechazaba los indultos"

En este sentido, y frente al firme rechazo expresado desde el Gobierno español al referéndum, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha sido explícita en una conexión con diversos periodistas desde Ginebra, donde reside: "Nada de lo que hemos conseguido el PSOE lo ha aceptado por voluntad propia. Le hemos tenido que empujar a la derogación de la sedición, los cambios en la malversación, etc. Ahora rechazan la propuesta de referéndum, pero también rechazaban los indultos y finalmente se han dado todos estos pasos".

"Nuestro trabajo es conseguir los máximos apoyos en Catalunya a una solución democrática del conflicto que aglutine al 80% que está por esta vía y después hacer entender al Gobierno español la necesidad de un referéndum, con las condiciones que fijemos, pero que se pueda votar. Si llegamos a un acuerdo, respetaremos las condiciones y, si el sí gana con un 54,9%, no podremos avanzar hacia la independencia, si es así como lo fijamos. A nosotros nos gustaría un referéndum claro y nítido, del 50 más 1, pero, si no es posible, no descansaremos para encontrar la fórmula para que los catalanes y las catalanas puedan votar su futuro".

Rovira añade que la propuesta de referéndum que asumirá Esquerra, si se aprueba la ponencia política en el Congreso Nacional del partido, confirma "la apuesta por una República Catalana independiente" de Esquerra "como la mejor herramienta para servir a la ciudadanía y garantizar los derechos y libertades para todos". Y, a su vez, pretende abrir "el debate en la sociedad catalana". Según Rovira, todo ello entronca con la idea de Acuerdo de Claridad planteada por el president de la Generalitat, Pere Aragonès durante el último debate de política general.

Acelerón del Acuerdo de Claridad las próximas semanas

En este sentido, el Govern quiere acelerar el Acuerdo de Claridad en las próximas semanas. Así lo ha explicado la portavoz. Patrícia Plaja ha afirmado que la propuesta de ERC "va en la línea" de lo que defiende el Govern. También restó importancia al rechazo del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que respondió que "en ningún caso" habrá un referéndum en Catalunya. "¿Y qué? ¡Ha dicho que no a tantas cosas que después han acabado pasando!".

La portavoz ha añadido que la propuesta es de un partido, pero que el Govern "valora muy positivamente" que una formación independentista haga propuestas concretas y que vayan en la línea del Acuerdo de Claridad. "Es la forma de avanzar y fortalecer la posición a favor del referéndum", ha subrayado.
Plaja apuntó que el Ejecutivo catalán quiere la "mayor implicación" en el Acuerdo de Claridad para tener la "máxima fuerza" posible ante el Estado. Es por eso que el Govern espera "dar forma" al Acuerdo, para que "coja ritmo" en las próximas semanas.

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