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PP y PSOE obvian su pasado de derroche y atacan al alcalde de Zaragoza por un bote de champú

Conservadores y socialistas critican con dureza, junto con CHA y C’s, a Zaragoza en Común por cargar a las arcas públicas un bote de champú fijador de 16,50 euros, mientras obvian gastos de sus etapas de gobierno como una botella de licor de 36 euros consignada como “necesidades de alcaldía”, o una comida de 437 para agasajar a Mariano Rajoy cuando era vicepresidente del Gobierno de José María Aznar

Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza. /D.M

EDUARDO BAYONA

@e_bayona

ZARAGOZA .- El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, mantuvo el tipo sin despeinarse y soportó en el pleno de este viernes una catarata de descalificaciones desde todos los flancos del arco político por el asunto del bote del champú, un producto de 15,90 euros que el ayuntamiento compró para el baño de la alcaldía y cuyo expediente el concejal de Economía, Fernando Rivarés, pasó a la comisión que controla las cuentas municipales, que rechazó convalidarlo.

Los conservadores llaman "embustero" al alcalde y tildan a su formación de "charlatanes que se esconden detrás del papel higiénico"

El PP fue especialmente duro con Santisteve y con Zaragoza en Común (ZeC), a quienes el concejal Sebastián Contín dirigió, respectivamente, calificativos como “embustero” y “charlatanes que se esconden detrás del papel higiénico”. El concejal del PSOE Javier Trívez, más templado, señaló que “llueve sobre mojado, no es la primera vez [en esta legislatura] que se usan recursos del ayuntamiento para fines partidistas”, en referencia a un acto de rendición de cuentas en el auditorio municipal que terminó pagando ZeC.

Factura del PSOE

Factura del PSOE: una botella de licor de 36 euros en concepto de "necesidades de la alcaldía".


Ambas formaciones arremetieron con dureza contra el equipo de gobierno de ZeC. Ninguno de los dos ediles que defendieron las posturas de sus grupos ha gobernado en la capital aragonesa, pero sí lo han hecho sus partidos.

Seis comensales con Rajoy y licor como “necesidades de alcaldía”

El PP lo hacía el 25 de febrero de 2003, cuando el entonces concejal Modesto Lobón cargó a las cuentas municipales una factura de 436,28 euros por seis cubiertos en un céntrico restaurante zaragozano con motivo de una visita del entonces vicepresidente del Gobierno central Mariano Rajoy.

Durante la etapa de Gobierno del PP, el Ayuntamiento incluyó en el concepto "necesidades de alcaldía" cuatro servicios de cátering por 90 euros

Un año después, en febrero de 2004, el erario zaragozano asumía como “necesidades de alcaldía” pasadas por el vicealcalde y responsable de Economía, Fernando Gimeno –hoy consejero económico de Hacienda-, dos servicios de cátering para el alcalde, Juan Alberto Belloch -PSOE-, por 90 euros y, tres días más tarde, otros dos cubiertos del mismo coste más una botella de licor de 36, IVA aparte.

Ningún grupo de la oposición pidió la palabra –el PP la tuvo por turno- para responder a Rivarés cuando, en pleno debate, desgranó un rosario de gastos cargados a las arcas públicas como varias plumas estilográficas de 400 euros –“no pone a quién ni porqué” se le dieron, dijo-, “facturas de comidas de hasta cien euros sin justificar a quién” se invitaba, compras de manzanas y rosas o el uso de “una pasta gansa” en comprar por San Valero “31 roscones que eran enviados a las casas de los concejales y que solo devolvían los tres de IU”.

Moción del PP apoyada por PSOE, C’s y Cha

El pleno debatió una moción del PP que mostraba su rechazo al “uso partidista y personal” de fondos públicos e instaba al equipo de gobierno de Zaragoza en Común a “reintegrar” el coste del champú y de una serie de viajes de representantes municipales “indebidamente cargados al erario público por no tratarse de gastos institucionales”. La apoyaron PSOE, C’s y Cha.

Factura de la comida del PP.


Se trata de dos desplazamientos de concejales y asesores a A Coruña y a Barcelona que incluían actos institucionales y otros de partido, en un caso de Marea Atlántica y en otro de B Comú. El primero, de cuatro personas para tres días y dos noches, costó 985 euros –a 246 por cabeza-. El segundo, con viaje y una noche de hotel para nueve personas, salió por 1.948 –a 216-.

Rivarés sostuvo que esos viajes incluían una parte institucional y otra de partido, y que únicamente la primera fue cargada a las arcas municipales. “Este equipo de gobierno no ha hecho nada indecente, ilegítimo ni impropio”, señaló, antes de preguntarse si “la visita al alcalde de Teruel sí vale y estas no”. Santisteve y los miembros de su equipo que participaron en ese contacto institucional cenaron en el viaje de regreso unos bocadillos cuya repercusión mediática ha sido prácticamente nula.

Duro debate entre ZeC y el PP

El concejal de ZeC, por último , acusó al PP de “intentar convertir este ayuntamiento en un lodazal” para “tapar sus vergüenzas” a base de “demagogia”.

Zaragoza en Común acusa al PP de "intentar convertir el consistorio en un lodazal" para "tapar sus vergüenzas" con "demagogia"

Contín por su parte, le respondió que denunciar ese tipo de gastos es “asumir el rol democrático” de la oposición. “Se gastan el dinero en cosas particulares y encima esperan que les aplaudan”, indicó, para añadir, en referencia a los gastos a los que se había referido Rivarés, que “creen que con la casquería se van a salvar, creen que el y tú más salva su conducta. Eso es victimismo e insolencia”.

El conservador, por último, acusó a Santisteve de mentir. Aseguró que tenía “la tarde libre” el día que el ayuntamiento compró el champú fijador, al que se refirió como “producto de estética de alta gama”. “En vez de devolver los 16 euros se inventa una excusa”, añadió, en referencia a la explicación con la que el alcalde justificó ese gasto: hace jornadas de doce y trece horas y no siempre puede ir a casa a asearse antes de un acto oficial.

El PSOE propone reglamentar qué gastos son institucionales

Leticia Crespo, de Cha, calificó ese argumento del alcalde como “el colmo del absurdo”, mientras que Sara Fernández (C’s) lo calificó de “anecdótico” al tiempo que se mostró sorprendida por la repercusión mediática que ha alcanzado el bote de champú.

La portavoz de los naranjas, en cambio, sí criticó las facturas de los viajes. “No entendemos que sean institucionales. Ustedes mismos entendieron que eso tenía difícil pase, y por eso no pasaron todos los gastos de los desplazamientos”, indicó.

Los socialistas, por su parte, pasaron al plano práctico y sacaron adelante una transacción en la que proponen crear una comisión para “elaborar y dictaminar los criterios de uso de los medios municipales” con el fin de separar los institucionales de los partidistas.

“Al final, el alcalde de Zaragoza no se ha hecho famoso por su gestión sino por este producto de estética masculina”, anotó sobre el champú, antes de añadir sobre los viajes que “eran partidistas y culminaron con mítines”.

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