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La nueva batalla de Trafalgar: rebelión contra un restaurante en el faro de un Monumento Natural de Andalucía

Los opositores han recogido cerca de 10.000 firmas y presentarán alegaciones al proyecto aprobado por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz por vulnerar con una explotación hostelera un entorno paisajístico único.

Varias personas protestando contra  la apertura de un restaurante en el faro de Trafalgar
Varias personas protestando contra la apertura de un restaurante en el faro de Trafalgar. Enebro Ecologistas.

Trafalgar fue escenario de una de las batallas navales más importantes de la historia, tanto que dio nombre a una de las plazas más emblemáticas de Londres, la capital de la armada victoriosa de aquel combate. Ahora, la batalla la libran grupos ecologistas y vecinos de la zona, Caños de Meca (Barbate), que se oponen a la apertura de un restaurante en su faro, proyecto aprobado por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz.

Quienes se oponen a la explotación privada de un lugar tan emblemático han creado una plataforma llamada El faro no se vende, han recogido cerca de diez mil firmas en contra del proyecto y están preparando numerosas alegaciones ante la Autoridad Portuaria para impedir que se ponga en marcha. "Nos parece un disparate", resume a Público la portavoz de la asociación Enebro Ecologistas en Acción, Lola Yllescas.

El faro donde se abrirá el restaurante, acompañando a un centro de interpretación de la histórica batalla naval, está ubicado en el cabo Trafalgar, al final de una lengua de arena a la que sólo se puede acceder a pie entre dunas y que divide dos grandes playas, de esas que suelen calificarse como idílicas en los folletos de turismo. Su particularidad es tal que, además, se trata del único ejemplo de tómbolo doble en Andalucía.

El Tómbolo de Trafalgar fue uno de los ocho enclaves declarados en 2001 Monumento Natural de Andalucía por la Junta

Por esa razón, y más concretamente por sus valores naturales relevantes de carácter geológico, el Tómbolo de Trafalgar fue uno de los ocho enclaves declarados en 2001 Monumento Natural de Andalucía por la Junta, una figura que tiene la categoría de espacio protegido. También tiene la catalogación de Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000 y ha sido incluido dentro del Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate.

A ese lugar tan hermoso y privilegiado de la naturaleza acuden muchas personas, sobre todo en los meses de verano, para disfrutar de sus vistas, de sus puestas de sol, andando a través de las dunas, porque el acceso para los vehículos a motor está prohibido. Cuando se abra el restaurante, una explotación privada gestionará una parte del disfrute de ese privilegio.

Foto de archivo de una playa con el faro de fondo, en Barbate.
Foto de archivo de una playa con el faro de fondo, en Barbate. S. Reviejo

El BOE publicó el pasado 12 de enero el anuncio de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz de la adjudicación administrativa del concurso para la explotación del faro con destino a hostelería y centro de interpretación a Pentágono Colón SL, una empresa que regenta un buen número de restaurantes y bares de copas en Sevilla. Con ese anuncio publicado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, del que depende la Autoridad Portuaria, se abrió el plazo de alegaciones, que terminará la próxima semana.

Teófila Martínez, expresidenta del PP andaluz y exalcaldesa de Cádiz, es la presidenta del organismo portuario desde 2019 y quien ha firmado ese anuncio, aunque el proyecto nació en 2018, cuando el presidente era el socialista José Luis Blanco. La idea del restaurante surgió justo después de que la Dirección General de la Costa y del Mar del Gobierno central tumbase un proyecto anterior, de 2016, adjudicado a una empresa alemana, que fue rechazado porque incluía un hotel.

"Nos parece absolutamente innecesario"

Que ahora no haya hotel y solo restaurante tampoco ha convencido, sin embargo, a los colectivos ecologistas y vecinales que se vuelven a oponer a la explotación hostelera privada de un faro ubicado en un lugar natural tan emblemático. La plataforma El faro no se vende y la asociación Enebro Ecologistas ya están preparando las alegaciones contra el proyecto, que consideran totalmente inapropiado.

"No entendemos por qué un bien público se tiene que sacar a explotación para producir dinero, cuando, además, hay unos costes ambientales. Nos parece absolutamente innecesario", subraya Lola Yllescas. "Es un lugar de paseo, se disfruta de las vistas. No a todo hay que sacarle una finalidad comercial", recalca una portavoz de la plataforma ciudadana.

El restaurante y el centro de interpretación ocuparán lo que era la vivienda del farero, construida en 1860 y reformada en 1929, con una superficie de 420 metros cuadrados, según refleja el pliego de condiciones para la concesión de su explotación por un periodo de 15 años. El proyecto ganador del concurso prevé una inversión de 838.850 euros, según publicó Diario de Cádiz, y la contratación de 22 personas, número que se duplicaría en temporada alta.

Un colectivo ya ha recogido más de 9.400 firmas contra el proyecto hostelero

Un colectivo denominado Los Caños denuncia ya ha recogido en una web de internet más de 9.400 firmas contra el proyecto hostelero, con una exposición de motivos que comienza así: "El Faro de Trafalgar es más que un simple faro para los que hemos nacido, vivido o disfrutado alguna vez del paraíso natural de Los Caños de Meca. Es un símbolo de identidad local, una luz que nos guía a todos. Con una historia que se remonta al siglo XVIII, este espacio mágico forma parte integral del tejido cultural y emocional de nuestra comunidad".

A juicio de este colectivo, el patrimonio histórico que representa el faro debe ser preservado para las generaciones futuras y no explotado por intereses comerciales privados, por lo que se debe paralizar la concesión para que se abra ahí un restaurante.

Tampoco se fían los opositores de la empresa a la que se ha adjudicado la concesión administrativa. "Son los dueños de la noche sevillana, así que los augurios no son demasiado buenos. No va a haber nada con encanto, van a producir, vender copas y puestas de sol, las pamplinas del turismo. Es una absoluta falta de sensibilidad de nuestros gobernantes esta decisión", dice la portavoz de Enebro Ecologistas.

Una manifestante con un cartel de 'El faro no se vende'.
Una manifestante con un cartel de 'El faro no se vende'. Enebro Ecologistas.

La desconfianza crece también entre la plataforma El faro no se vende a causa de los precedentes de la empresa adjudicataria con uno de sus locales, situado en un lugar privilegiado junto a la dársena del río Guadalquivir en la ciudad de Sevilla, que fue cerrado en diciembre por la Policía Local al haber superado el aforo en las horas en las que el restaurante se convierte en una especie de discoteca. "Tememos que esto se convierta en otro lugar de copas en medio de una zona paradisiaca de paso de aves", advierten.

Restaurantes y bares de copas, además, ya hay muchos en la zona de Caños de Meca y Zahora, recalcan los colectivos que se oponen al proyecto hostelero en Trafalgar. La misma carretera que conduce a ese enclave, cortada a medio kilómetro del faro, se ha convertido en verano en una calle donde la música aturde desde los altavoces de varios locales que se disputan a la clientela, una calle del infierno camino del paraíso natural.

"Es tremenda la vulgarización y falta de responsabilidad de nuestros responsables políticos frente a valores históricos, paisajísticos y ambientales. No todo es traer a más turistas, sino traer a un turismo de calidad que respete nuestra historia, nuestra idiosincrasia, nuestra naturaleza", dice Lola Yllescas.

Un proyecto pendiente aún de varios trámites legales

La empresa todavía debe obtener un informe positivo de la Junta de Andalucía 

A este proyecto hostelero, sin embargo, aún le quedan trámites que superar para hacerse realidad, entre ellos las alegaciones que se presenten ante la Autoridad Portuaria. Enebro Ecologistas destaca que la empresa todavía debe obtener un informe positivo de la Junta de Andalucía que valore los yacimientos romanos y otros descubrimientos arqueológicos hallados en el entorno del faro, así como el de impacto ambiental del proyecto, y también la aprobación de la Demarcación de Costas de Cádiz, porque la zona forma parte del dominio público marítimo terrestre.

Después, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, según los ecologistas, debería tramitar todos esos informes ante la Dirección de Puertos del Estado del Ministerio de Transportes para que dé su visto bueno, antes de remitirlo al Consejo de ministros para la aprobación definitiva de la concesión administrativa de explotación del faro.

Sin embargo, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha explicado a este periódico que el trámite a seguir se encuentra regulado en el artículo 85 del real decreto ley 2/2011, de 5 de septiembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante.

En virtud de ese artículo, Puertos del Estado, según Transportes, tiene que elaborar un informe sobre la compatibilidad técnica del nuevo uso con el uso de la señal, porque la señal marítima sigue en funcionamiento y nada puede entorpecerla, y otro informe técnico sobre la concesión en sí, si las tasas son adecuadas y otros aspectos.

"Es decir, [Puertos del Estado] elabora informes técnicos que luego envía a la Autoridad Portuaria, que es la que los solicita. Al ser un uso no hotelero, puesto que es un restaurante, no es necesario que pase por el Ministerio ni por Consejo de ministros", precisa Transportes.

Graves problemas de agua y saneamiento

El proyecto hostelero del faro se cruza también con los graves problemas de abastecimiento de agua y saneamiento que sufren los núcleos urbanos de Zahora, sobre todo, y Caños de Meca. Quienes se oponen al restaurante se quejan de que las autoridades se hayan preocupado más de sacar adelante otra explotación hostelera, y en un lugar privilegiado, que de resolver las grandes carencias endémicas de un entorno urbanístico abandonado, carente de casi toda regulación.

A Zahora, por ejemplo, no llega la red municipal de suministro de agua y todas las casas de la zona se abastecen con pozos, en muchos casos no potables. Tampoco hay depuradoras, únicamente fosas sépticas, en el mejor de los casos. "Esto es un tercer mundo y llevan treinta años sin hacer nada para solucionarlo", se lamenta Lola Yllescas.

Una manifestante en el lugar con un cartel de protesta.
Una manifestante en el lugar con un cartel de protesta. Enebro Ecologistas.

En el pliego de condiciones para la adjudicación del restaurante y el centro de interpretación se señala que el faro no dispone de agua potable, tan solo de un pozo de agua semisalobre a 600 metros de distancia, en la carretera de acceso, desde donde es impulsada a un pozo semienterrado situado al lado del edificio.

Y, según el pliego, el faro tampoco está conectado a la red de saneamiento municipal, por lo que la empresa que lo explote deberá instalar un sistema de depuración acorde con la legislación vigente y los caudales a desaguar previstos.

El Ayuntamiento de Barbate defiende el proyecto

El Ayuntamiento de Barbate, que ahora gobiernan los andalucistas de Andalucía por Sí en coalición con el PP, defiende con rotundidad este proyecto hostelero, que ha sido calificado por el alcalde, Miguel Molina, como "una oportunidad maravillosa para poner en valor" el faro de Trafalgar.

El Ayuntamiento de Barbate defiende con rotundidad este proyecto hostelero

El principal grupo de la oposición municipal, el socialista, también está a favor del proyecto, por lo que representa para la "dinamización de la zona", para la creación de puestos de trabajo, pero su apoyo lo da con matices.

En primer lugar, según ha explicado un portavoz a este periódico, el grupo socialista preferiría que la inversión para poner en marcha el proyecto del faro fuera pública y no privada. Y en segundo, considera que las mejoras que se hagan para su ejecución, como las infraestructuras de abastecimiento de agua y saneamiento, se deberán llevar a cabo también en el entorno para las decenas de casas de la zona que carecen aún de ellas.

En la recogida de firmas contra el restaurante del faro, una mujer, C. H. M., alega lo siguiente, lo que podría ser una pancarta de cabecera de la oposición al proyecto hostelero en el faro: "Es un entorno natural, espectacular y no necesita que sea más explotado. Necesitamos un turismo más sostenible y cuidar nuestro entorno natural".

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