'Se levanta la sesión. Sine die'. Es esa frase, pronunciada por Alphons Orie, el presidente de la sala, la que probablemente quería escuchar este lunes Ratko Mladic en su comparecencia ante el Tribunal especial de la ONU para la Antigua Yugoslavia.

Sin embargo, el ex general serbio, sobre el que pesan 11 graves cargos por su participación la Guerra de Bosnia y la matanza de Srebrenica, ya no se encontraba ante el tribunal. Había sido desalojado antes por interrumpir en repetidas ocasiones al juez que dirige el proceso, hacer gestos a las víctimas que seguían la vista al otro lado del cristal y finalmente negarse a escuchar los cargos que pesan contra él.

El pasado tres de junio, en su primera comparecencia tras quince años fugado, Mladic pidió al menos dos meses para estudiar las acusaciones, que calificó como 'monstruosas'. Este lunes, el ex general estaba llamado a declararse culpable o no culpable, pero ante el boicot al proceso fue el propio tribunal el que lo declaró 'no culpable' para que el proceso pueda continuar.

Mladic, que en varias ocasiones pidió comparecer con su gorra militar puesta, rechazó la presencia de su abogado, con el que en el último mes se ha reunido en una decena de ocasiones, y pidió que fuesen otros dos letrados los que le representen. Sin ellos, aseguró el ex-general, no colaborará con la justicia internacional.

La petición fue atendida por el tribunal, que prometió estudiar la nueva demanda del acusado, pero no fue suficiente para detener la vista, que continuó pese a la protesta del acusado.

También el abogado actual, Alexandar Aleksic, pidió ser relevado, una petitición rechazada por Orie al menos hasta que la defensa definitiva sea nombrada. 'Quiere imponer mi defensa, ¿qué clase de tribunal es este?', se preguntó Mladic, enfurecido.

'¡Quiero otro tribunal! ¿Quién es usted? ¡No me deja respirar!', se quejó vociferando el presunto criminal de guerra, que para numerosos analistas pretende retrasar el comienzo real de su juicio, como ya hicieron en el pasado Slobodan Milosevic o Radovan Karadzic ante la misma institución.

La hostilidad y agresividad de Mladic propiciaron su expulsión de la sala que lo juzga por genocidio Ante la agresividad del acusado, que siguió gritando e interrumpiendo al presidente de la sala, Orie ordenó su expulsión, tras la cual el tribunal declaró 'no culpable' a Mladic en su ausencia.

En cuanto la defensa de Mladic quede definitivamente conformada, el ex general volverá a sentarse en el banquillo de los acusados para responder por la muerte de miles de personas que habrían muerto como consecuencia de sus decisiones al mando del ejército serbio.