Este artículo se publicó hace 4 años.
Las alternativas locales al monopolio de Amazon
El aumento de las compras online propicia la aparición de plataformas logísticas de proximidad, como La Zona o Amazcat, que reivindican un modelo sostenible basado en la economía social y solidaria.
Barcelona-
¡Por una Navidad sin Amazon! Es el nombre de la campaña viral impulsada en Francia para reducir las compras en la multinacional y promover el comercio local. Al llamamiento global se ha unido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que reivindica la importancia de potenciar los establecimientos de proximidad, tocados por la crisis de la covid-19. Colau recuerda que "las grandes plataformas no aportan ningún valor añadido a la ciudad ni tributan los impuestos que generan". De hecho, el PSC, que forma parte del gobierno municipal de la capital catalana, quiere impulsar la creación de una tasa Amazon, para gravar a las plataformas de comercio electrónico.
Esta situación se produce en un contexto en que más de la mitad de las pymes y los comercios de proximidad sufren dificultades económicas para seguir adelante por la crisis del coronavirus. Ante las críticas, el gigante norteamericano, con ocho centros y estaciones logísticas y de distribución en Catalunya, justifica su política empresarial, asegurando en un comunicado que "las ventas de las firmas catalanas superaron los 100 millones de euros en 2019 y además se genera empleo para ingenieros, desarrolladores de software, científicos de datos y expertos en aprendizaje automático y almacenamiento en la nube, además de un centro de soporte para pymes del sur de Europa".
Amazon ha facturado más de 81.700 millones de euros en el tercer trimestre de este año, lo que supone un incremento del 37,4% en relación al mismo periodo de 2019. Más allá del debate sobre las prácticas y las políticas fiscales de la compañía, existe otro sobre las condiciones laborales de sus empleados. La semana pasada, CCOO Catalunya anunció que iniciaba acciones legales contra la multinacional por el supuesto espionaje a sindicalistas durante la huelga de centros logísticos y transportistas de octubre del año pasado en su centro del Prat de Llobregat. El sindicato considera que vulneró los derechos fundamentales de los trabajadores y se plantea presentar una demanda penal contra la multinacional y la agencia de detectives Castor & Polux.
La vida más allá de Amazon
Pese al escenario de monopolio y de denuncias, de la apuesta creciente por la compra digital derivada del confinamiento, unida a la necesidad de adquirir todos los productos en un mismo espacio, han surgido alternativas locales y sostenibles que, salvando las distancias, utilizan las mismas armas tecnológicas que el gigante del comercio online. Una de estas es La Zona, impulsada por la cooperativa de economía social catalana, Opcions. Su responsable de comunicación, Joana Ariet, enmarca la creación del proyecto en "la necesidad de prolongar los servicios de consumo responsable que proporcionamos en la cooperativa".
Ariet detalla que la covid-19 ha dibujado una nueva realidad, en la que se han acelerado fenómenos como la compra por internet, el consumo de datos y los usos digitales. En esta coyuntura, La Zona ha aprovechado para madurar su iniciativa con el objetivo de "favorecer el comercio local, ecológico y sostenible". Para lograrlo, la entidad se presentó a un concurso público, con el que recibirá 160.000 euros de la Generalitat de Catalunya y 40.000 del Ayuntamiento de Barcelona, a los que hay que sumar los 50.000 que aportan como cooperativa.
El proyecto de La Zona ha buscado aliados en otros actores de la economía social, como la agencia de comunicación Talaia, la Federació d’Ateneus de Catalunya (FAC), la plataforma de micromecenazgo de la economía social, Goteo, y la empresa repartidora de mensajería Koiki, caracterizada por su compromiso social y ambiental. Ariet toma como ejemplo esta última para destacar el modelo que representa La Zona. "Colaboramos con Koiki porque utiliza un transporte sostenible en la última milla, ocupan a personas con discapacidad en un Centro Especial de Trabajo y potencias los puntos de recogida en detrimento de las entregas a domicilio".
La filosofía del consumo responsable
En la línea de promover otro tipo de actitud ante el consumismo, Ariet revela que "reivindicaremos acciones que no se basarán en las rebajas o en el comprar por comprar, sino que potenciaremos fórmulas como el préstamo o el alquiler de productos". Para seleccionar los establecimientos que formarán parte de La Zona, desde la cooperativa Opcions se están llevando a cabo tareas de prospección para comprobar que estos cumplen una serie de criterios económicos, sociales o ambientales. Ariet comenta que, por el momento, se excluyen los productos alimentarios de la plataforma, pero se ofrecerán de otro tipo, incluyendo servicios y suministros básicos.
La Zona, que iniciará el periodo de pruebas de la plataforma a principios de 2021, tiene previsto ofrecer sus productos a partir de junio del año que viene. "Buscamos visualizar la filosofía del consumo responsable y que el comprador conozca a los productores que fabrican los artículos que adquieren". A la vez, la plataforma supone "una oportunidad para los pequeños comercios que no disponen de recursos para vender por internet".
En el mismo año 2021, pero durante el primer trimestre, se pondrá en marcha Amazcat, que se podría considerar el Amazon catalán. En este caso, el proyecto nace de nueve socios de una empresa privada, que ya ha firmado acuerdos con productores, tiendas y empresas de servicios. "Es una plataforma en la que comprará cualquier persona y en la que habrá una serie de socios premium, que recibirán determinados descuentos y no pagarán el coste del transporte". Así lo explica Andreu Mas, uno de los socios fundadores.
Un centro comercial virtual
El criterio de proximidad y una oferta de servicios, como los seguros y los suministros de luz, agua y gas, son algunos de los aspectos que caracterizan a Amazcat. Andreu Mas precisa que los comercios, productores o tiendas que lo deseen podrán promocionar su web en la plataforma. "No solo potenciaremos a los productores locales, sino también a los establecimientos". La iniciativa se define como la tienda online de Catalunya o un centro comercial virtual.
En el momento de salir al mercado, Amazcat espera contar con 400.000 usuarios y un millar de productores, tiendas y empresas. Mas afirma que "es necesario crear una alternativa a Amazon, pero teniendo en cuenta la experiencia del usuario, de forma que pueda encontrar en un mismo espacio todo lo que quiera comprar". Los productos tienen un alcance por todo el territorio catalán, pero también garantizan la distribución al Estado español.
La aceleración del comercio digital ha favorecido la irrupción de estas plataformas de comercio local y con valores sociales, que ponen el foco en las pymes, las más afectadas por las consecuencias de la pandemia y las que más notan el impacto de Amazon. Sus impulsores comentan que, al empatizar con estas, entienden su problemática. Ahora, el reto pendiente es conquistar al cliente no habitual de estos servicios a través criterios como la sostenibilidad, las condiciones laborales o el fomento de un consumo responsable.
Una ley para ‘riders’ ampliada
En el marco de las negociaciones de la mesa del diálogo social para abordar la ley de los riders, colectivos como Riders X Derechos piden que el borrador incluya el registro de las plataformas digitales y sus algoritmos. En un comunicado en su página web, la entidad insiste en que la norma no debe centrarse en estos trabajadores, sino en todos los falsos autónomos. Los repartidores quieren "evitar que no se fiscalice un modelo empresarial conocido por sus tendencias a operar fraudulentamente".
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