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Aumenta la tensión en Italia por las reformas

Pelea en el Parlamento por la jubilación de la mujer de Bossi

DANIEL DEL PINO

Si Silvio Berlusconi pensaba que se iban a acabar los problemas una vez llegase a Bruselas y convenciera a los jefes de Estado de la Unión Europea de que está capacitado para salvar Italia del maremoto de los mercados, estaba muy equivocado. Sobre todo después de que ayer se publicara el contenido de las reformas con las que se había presentado a dicha reunión.

Il Cavaliere, lejos de elaborar un programa light como se pensaba por el bloqueo de sus socios de la Liga Norte y la debilidad a la hora de negociar, propuso un calendario de intervenciones que golpean de manera significativa a los trabajadores, provocando la indignación de sindicatos y oposición. Junto al aumento de la edad de jubilación a los 67 años en 2026 para hombres y mujeres, el Gobierno aprobará un decreto ley antes de mayo de 2012 para facilitar el despido por motivos económicos, la reducción de funcionarios y sus sueldos, y revisará los contratos por obra (ver información adjunta).

Italia se ha comprometido a presentar el 15 de noviembre un programa a favor del crecimiento y cuatro iniciativas en ocho meses que incluyen liberalizaciones, reformas institucionales y menos burocracia. Plazos demasiado optimistas teniendo en cuenta la profunda división del Gobierno. Para el italiano Mario Draghi, futuro presidente del BCE, 'lo que hace falta es que las apruebe de verdad'.

'El espíritu reformador del Gobierno se traduce en un enésimo ataque basado en despidos, trabajo precario y jubilaciones. Vamos a proponer una movilización unitaria a los otros sindicatos', dijo Susana Camusso, secretaria general de la CGIL, el principal sindicato del país, que el viernes participará en una concentración de pensionistas en Roma. Raffaele Bonna-ni, líder del sindicato CISL, recogió el guante y amenazó con reaccionar 'en las próximas horas'. 'No estamos de acuerdo con un Gobierno que no es capaz de frenar la evasión fiscal o tasar los grandes patrimonios y está provocando la rebelión social', dijo. Antonio di Pietro, presidente de la Italia de los Valores, añadió: 'Ha quedado claro que no quieren la paz social'.

Pelea de diputados

En el Parlamento, la situación no invita a la tranquilidad. Varios diputados de la Liga Norte se enzarzaron en una pelea con otros de Futuro y Libertad por unas declaraciones en televisión de su líder, Gianfranco Fini, en las que criticó los impedimentos a la reforma de las pensiones de los leguistas, asegurando que la mujer de Umberto Bossi se había jubilado a los 39 años. Fini no mentía. La babyjubilada Manuela Marrone se aprovechó de una antigua ley que permitía la jubilación anticipada a funcionarias con un hijo y 14 años cotizados y cobra 766 euros al mes mientras dirige la Bosina, una escuela de la que es fundadora.

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