Este artículo se publicó hace 12 años.
El AVE de Arabia Saudí, el mayor concurso ganado por empresas españolas
El proyecto del tren de alta velocidad en Arabia Saudí es el concurso más importante ganado por empresas españolas tanto por su valor, al rondar los 6.500 millones de euros, como por las expectativas que genera para que más compañías logren nuevas adjudicaciones en la región del Golfo Pérsico en el futuro.
La firma del contrato de esta obra ha tenido lugar hoy en Riad con la asistencia del titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y de la de Fomento, Ana Pastor, junto con el ministro de Transportes saudí, Jubarah bin Eid Al-Suraiseri.
La concesión del llamado "AVE de los peregrinos" a un consorcio integrado por doce empresas españolas representa un hito "cuantitativo y cualitativo" que contribuye a reforzar el prestigio de España, han señalado a Efe fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El AVE saudí conectará los 450 kilómetros que separan las dos ciudades santas de Medina y La Meca, visitadas cada año por alrededor de 2,5 millones de fieles, en menos de 2 horas y 30 minutos.
El consorcio público-privado lo integran Talgo, Renfe, Adif, OHL, Copasa, Dimetronic, Inabensa, Cobra, Indra, Imathia, Ineco y Consultrans, junto a dos empresas locales.
La adjudicación se anunció el pasado 26 de octubre, después de meses de duras gestiones que inclinaron la balanza del lado español frente a la oferta francesa.
Los contactos mantenidos por Don Juan Carlos con la familia real saudí y el viaje que la exministra de Exteriores Trinidad Jiménez hizo al país árabe el pasado mes de mayo fueron decisivos para el éxito de la operación y para contrarrestar los esfuerzos que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, hizo de forma personal.
Exteriores confía en que además de consolidarse el liderazgo español en el ámbito de la alta velocidad, el proyecto tenga un "efecto arrastre" y sea la antesala de otras concesiones, según las fuentes.
"Es entrar en la 'premier league' (primera división, en inglés) que representan Arabia Saudí y los países del Golfo Pérsico", describe a Efe un veterano diplomático que en la actualidad es un alto directivo en una multinacional español.
Para este directivo, el Ave saudí es "un reconocimiento y un escaparate para las empresas españolas en un mercado muy competitivo" y también un aval político para España, que "apenas ha logrado hasta ahora entrar en el circuito" de la Península Arábiga.
En los últimos años, la buena reputación de las compañías españolas en sectores como las infraestructuras y las energías renovables también les ha reportado suculentos contratos.
En julio de 2009, un consorcio de varias empresas extranjeras, encabezado por la constructora Sacyr Vallehermoso, logró la adjudicación del contrato para la ampliación del Canal de Panamá, por un importe de unos 2.300 millones de euros.
También fue destacada la concesión a Navantia de dos contratos para la construcción de cinco barcos para la Marina australiana en junio de 2007.
De los 7.000 millones del monto total de la operación, unos 1.200 millones de euros correspondieron a Navantia, lo que representó el mayor encargo militar en la historia de la construcción naval en España.
Dos años antes, Navantia y EADS-CASA también se beneficiaron de la adquisición por Venezuela de doce aviones y ocho fragatas por unos 2.000 millones de euros.
Entre las oportunidades de futuro, destacan los contratos por valor de 11.000 millones de euros a los que aspira una veintena de empresas españolas en Sudáfrica para proyectos de energías renovables.
Abengoa consiguió el pasado mes de diciembre la concesión de los dos primeros proyectos, lo que podría ser la antesala de nuevas adjudicaciones en beneficio de las ofertas españolas.
García-Margallo se ha marcado entre sus retos potenciar la llamada diplomacia económica, dirigida a favorecer las inversiones de las empresas y a mejorar la red de oficinas comerciales en mercados emergentes.
España está entre los diez países que más inversiones tienen en el exterior, aunque en los últimos años ha disminuido debido a la crisis.
En 2007, se alcanzó el techo con 97.795 millones de euros, y en 2009, cayeron hasta los 19.500 millones.
Los flujos de inversión se incrementaron en 2010, hasta los 28.370 millones de euros en 2010, y en los primeros nueve meses de 2011, se situaron en 21.140 millones.
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