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Barceló nada a contracorriente con su pintura en una Venecia de pocos cuadros

EFE

El español Miquel Barceló (1957) nada a contracorriente con sus obras pictóricas en el Pabellón de España de la 53 edición de la Bienal de Arte de Venecia, una muestra en la que la mayoría de representaciones han apostado por instalaciones artísticas distintas a la pintura y a la cerámica.

Barceló, máximo representante del arte contemporáneo español en la muestra veneciana y quien hoy estuvo presente en la presentación oficial del Pabellón de España, deja en la ciudad de los canales una muestra de la que ha sido su obra durante los últimos diez años, bajo unas formas artísticas algo escasas este año.

"A menudo he tenido la sensación de nadar a contracorriente, pero ahora no. Será porque esta Bienal es así" por lo que no hay mucha pintura ni cerámica, dijo el artista durante el recorrido por la muestra que ofreció este jueves a los periodistas españoles.

España, país que no ha dejado de participar desde que en 1895 se celebrara la primera muestra de arte en Venecia, ofrece una amplia representación de la obra más reciente del mallorquín -algunos cuadros han sido terminados el pasado marzo- en un pabellón propio situado en los llamados "Jardines de la Bienal".

Esta selección de obras, que podrá verse desde el próximo domingo y hasta el 22 de noviembre y cuyo comisario es Enrique Juncosa, director del Museo Irlandés de Arte Moderno de Dublín (IMMA), se divide en tres secciones principales: una dedicada a la espuma del mar, otra a los gorilas y una tercera a África, un continente que apasiona al pintor.

La sección dedicada a ese tipo de primates está inspirada, sobre todo, en el fallecido ejemplar de gorila albino del Zoo de Barcelona, Copito de Nieve, que, como ejemplar de una especie protegida, vivió en soledad, un hecho comparable, según Barceló, a la vida de los artistas.

"No es que me vea como un gorila. Cuando pinté al gorila dije: 'anda, si soy yo'. Fue más algo 'a posteriori'", comentó el pintor español, quien afirmó no creer "mucho" en la supremacía del ser humano sobre los primates.

Ejemplos de estos cuadros dedicados a los gorilas en la muestra del Pabellón de España, titulada "Miquel Barceló", son "Flecha Rota" (2008) y "La Solitude Organisative" (2008), ambas composiciones en técnica mixta sobre lienzo.

Más allá de esa especie de autorretratos que suponen los cuadros sobre gorilas, Barceló realiza un homenaje a África con una serie de obras que representan figuras humanas, animales domésticos, objetos y vegetación, así como la vida alrededor del río Níger, con pescadores y canoas.

"Es una especie de imagen central que representa también la imagen del tiempo. Son como corrientes de pintura", explicó el autor sobre estas composiciones en las que homenajea al río como espacio de agua "más humano que el mar".

Pero precisamente el mar no queda fuera de la selección artística del pintor, pues su espuma blanca se convierte en hilo conductor de la tercera sección pictórica del Pabellón de España.

En ella se incluyen algunas de las cuatro obras para las que el autor ha utilizado como base el goteo de la pintura de la bóveda de la sede de Naciones Unidas en Ginebra.

Barceló, quien ha querido incluir en esta muestra obras del pintor francés Francois Augiéras (1925-1971) y algunos de sus libros preferidos para que el público pueda sentarse a leerlos, expone también alguna que otra obra de cerámica, entre las que destacan "Les 3 C" (2000) y "Les 3 C avec fleurs" (2000), que tienen forma de cuerpo de mujer.

A la modelo "la saqué antes de la cocción", explica entre risas el pintor, uno de los nombres más populares de una Bienal de Arte que el próximo sábado homenajeará a la japonesa Yoko Ono con el León de Oro a toda una carrera.

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