Este artículo se publicó hace 16 años.
Barcelona, lista para el efecto Radiohead
El grupo dará mañana su único concierto en España en el festival Daydream
Son el grupo más discutido del planeta. El pasado octubre pusieron a la venta In Rainbows por “lo que quieras pagar” y desde entonces han corrido ríos de tinta sobre su márketing revolucionario. También hubo debate sobre el contenido del disco: hay quien les define como el mejor grupo de nuestra época y otros como una versión moderna de los Pink Floyd más huecos y grandilocuentes.
Radiohead conectan de manera especial con millones de oyente porque hablan de agobio y vulnerabilidad, dos sensaciones muy familiares para cualquiera que viva en Occidente en el siglo XXI. A algunos les enganchan sus discos porque se ven reflejados, otros los rechazan porque lo último que quieren al llegar a casa es escuchar lamentos existenciales. Sí que hay consenso sobre la voz de Thom Yorke: canta como alguien sumergido en un conflicto emocional extremo. Imposible confundirle con cualquier otro vocalista.
Quien busque en Internet puede encontrar un gráfico de tarta con el porcentaje de canciones que ocupa cada uno de sus álbumes en los repertorios de la gira. Gana In Rainbows por mayoría simple: se come un 38 por ciento de cada show. Le sigue Kid A (2000) con un dieciocho por ciento. Hail to the Thief (2003) se queda en un once. Lo más llamativo es el escaso espacio que ocupan sus dos obras más populares: OK computer (1997) alcanza un once por ciento y The Bends (1995) se tiene que conformar con un nueve.
Haciendo balance
Los que vayan esperando escuchar Creep lo tienen crudo. Pablo’s Honey (1993) registra un cero mondo y lirondo. Como ellos son así también incluyen un seis por ciento de rarezas (canciones que no están en los discos oficiales).
Cuesta hacer balance ocho meses después de la operación In Rainbows. Lo esencial es que Radiohead demostraron que se puede vender millones al margen de la industria. El mismo Chris Martin de Coldplay ha dicho que “hoy en día estar en una multinacional es como vivir en casa de tus abuelos”. La discográfica EMI se consuela del palo a su prestigio y su cuenta bancaria editando este mes un grandes éxitos no autorizado de los autores de Fake Plastic Trees.
¿Gira ecológica?
También hay polémica por el adjetivo de “gira ecológica” . Intención sí hay, hasta el punto de que a cada miembro del tour se le entrega un vaso de plástico individual para que no use desechables. El problema está en el contrato de exclusividad del grupo, por el que se compromete a hacer una sola fecha en España en 2008. El resultado es que, en vez de viajar el artista, los que se desplazan son los fans, quemando más carburante en coches o vuelos.
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