Público
Público

Berlusconi crea una lotería para reconstruir L'Aquilia

La ciudad epicentro del terremoto albergará la cumbre del G-8

SANDRA BUXADERAS

El Gobierno de Silvio Berlusconi va a idear un nuevo juego de lotería rasca y gana para ayudar a financiar la reconstrucción de los Abruzos, la región italiana devastada por el terremoto del 6 de abril , que devastó LAquila y en el que murieron 295 personas.

Una medida que, según explicó el mismo primer ministro ayer, pretende que los italianos no tengan que pagar 'ni un solo impuesto extra'. Eso sí, el jefe del Gobierno confía en la solidaridad europea para llegar a los 8.500 millones de euros que prevé desembolsar en los próximos cinco años. Berlusconi pidió ayer a la Comisión Europea que vaya más allá de los 500 millones de euros prometidos por la UE.

El Gobierno, además, potenciará otras loterías y juegos. En cambio, ha desestimado subir el precio del tabaco o quitar parte de los recursos a las ONG que trabajan en el ámbito social.

Este paquete de ayudas permitirá que quien haya perdido su casa no tenga que hacer frente a la hipoteca. Será el Estado quien se encargará de liquidarla. Los propietarios tendrán otra alternativa: mantener el pago a cambio de levantar la casa de nuevo gracias a subvenciones de hasta 150.000 euros. Si sólo hay que acometer reparaciones, se podrá aspirar a un fondo de hasta 80.000 euros.

Berlusconi prometió ayer que los miles de refugiados que viven por ahora en tiendas de campaña tendrán una casa provisional de 50 metros cuadrados antes de que llegue el invierno.

Una vez finalizada la reconstrucción, que durará años, esas casas pasarán a formar parte de 14 campus universitarios. Aún así, estos planes permitirán acoger a un máximo de 13.000 personas, pero hay muchos miles más todavía refugiadas.

Il Cavaliere se reservó ayer un golpe de efecto: la cumbre del G-8 prevista entre el 8 y el 10 de julio ya no se hará en la paradisíaca isla de La Madalena en Cerdeña, sino en un austero cuartel de la Guardia de Finanzas en las afueras de LAquila. '¿Qué sede es más apropiada que una tierra herida por el terremoto?' dijo Berlusconi, quien explicó que La Madalena 'era demasiado bella' para estos tiempos de crisis.

Y añadió: 'no creo que los manifestantes antiglobalización tengan la cara, o el corazón, de hacer manifestaciones duras'. Lo que, a su entender, es una ventaja.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias