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Blanco le hace la campaña a Touriño

El número dos del PSOE anima a la derecha a votar a Touriño para que pueda cambiar el PP

JUAN CARLOS ORTIZ DE ELGUEA

José Blanco desarrolla en Galicia una campaña B. O una campaña A, según se mire. El vicesecretario general del PSOE tiene su propia agenda, su propio discurso y parece que hasta sus propios objetivos. La tranquilidad con la que el candidato a la reelección, Emilio Pérez Touriño, se ha tomado la cita del 1-M contrasta con la apretada agenda del vicesecretario general.

Ayer tocaba en Vigo. Por la mañana con el Vigo rico, en una reunión con empresarios en un hotel de lujo de la ciudad. Por la tarde, con el Vigo trabajador, en el barrio de O Calvario. En medio, una interminable agenda de reuniones.

Blanco fue contundente en el mitin de anoche. Lanzo tres mensajes. El primero, para el líder de la oposición. 'Rajoy tiene un problema de caza dijo, en referencia a la coincidencia del juez Garzón y el ministro Bermejo, sino de cazo, el que ponen muchos en su partido para llevárselo crudo'.

El segundo fue para los votantes de la derecha. 'Mucha gente conservadora quiere un PP nuevo y distinto dijo, y la mejor forma de lograr un PP distinto es una derrota contundente el 1 de marzo que oblique al actual a cambiar de dirección'. Y el tercer mensaje fue para animar a la participación. Recordó que en su pueblo natal, Palas de Rei, el PSOE perdió en las últimas elecciones locales por un solo voto: 1.432 para la derecha frente a 1.431 para los socialistas. 'Una familia de votantes del PSOE de toda la vida recordó Blanco no pudo llegar al colegio electoral por dos minutos...'.

Contrapeso de Rajoy

A pesar de que sus mensajes nunca interfieren en el discurso de Emilio Pérez Touriño, en el PSdeG-PSOE son muchos los que esperan cada día a que Blanco lance su argumentario antes de opinar sobre cualquier cosa. 'Pepe manda en Madrid y manda en Santiago', sostienen en el PSOE gallego.

Por un lado el vicesecretario general ejerce estos días como contrapeso a Mariano Rajoy, que se va a pasar en Galicia la mitad de la campaña con una agenda de infarto. Y, por otro, sirve de guía de la para algunos errática campaña de los socialistas gallegos. Emilio Pérez Touriño redujo ayer sus apariciones públicas a un acto en O Grove con mejilloneros. Por la mañana había reunión del Consello de la Xunta. Dos entrevistas para dos televisiones privadas completaron la agenda del presidente.

Blanco ha trasladado su despacho a la sede del PSOE gallego. Desde que se convirtió en número dos del PSOE, el que fuera ex concejal de Palas de Rei ha garantizado unos buenos resultados en Galicia. Municipales, autonómicas y generales. El PSOE gobierna hoy en la Xunta, en dos de las cuatro diputaciones y en las ciudades de A Coruña, Ferrol, Vigo, Santiago, Lugo y Ourense.

El aterrizaje definitivo Blanco en Galicia es, sin embargo, el quid de la cuestión. Para ello ha de cumplirse una condición, que Touriño no aspire a gobernar un tercer mandato, algo que prometió en el pasado. Ahora estaría arrepentido. Las relaciones entre el presidente y el vicesecretario son manifiestamente mejorables.

El último encontronazo fue el pasado verano, cuando Blanco apostó por el adelanto electoral para que la aún incipiente crisis económica no hiciera estragos en el resultado. Touriño optó por completar el mandato y, finalmente, convocarlas el 1 de marzo. La realidad parece que ha dado la razón a Blanco, ya que las encuestas ofrecen una apretadísima victoria de la mayoría progresista. Aunque también beneficiarían a éste, puesto que una victoria holgada de Touriño (el sueño de los socialistas gallegos es llegar a los 28 diputados que logró el PSOE de González Laxe) consolidaría a éste al frente de la Xunta.

El futuro

La reedición del bipartito con los nacionalistas, en todo caso, colocaría a Blanco en una posición de ventaja para ser ministro en la crisis que más tarde o más temprano abrirá Zapatero en su Gobierno y asumir Fomento. Esta cartera tiene en Galicia unas connotaciones importantes. El Ejecutivo lleva a cabo en la comunidad dos obras trascendentales, la llegada del AVE y el Puerto Exterior de A Coruña, cuya finalización está prevista para 2012. Son dos obras de fuerte carácter simbólico. Fueron el compromiso del Gobierno con Galicia tras el Prestige. Y quien podría cortar la cinta sería el ministro Blanco.

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