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Correa lleva una gran ventaja en Ecuador

El presidente llega a las urnas con 30 puntos de margen

G. CASTILLO / AGENCIAS

El actual presidente de Ecuador, Rafael Correa, se erige en el gran favorito de las elecciones generales que mañana se celebran en el país andino. Apoyado en una gestión social impecable, el mandatario ecuatoriano podría superar el 50% de los votos, con lo que evitaría acudir a una segunda vuelta. Todos los sondeos colocan a su inmediato seguidor, el derechista Lucio Gutiérrez, a más 30 puntos de desventaja. La mejora de la educación pública y sobre todo el incremento registrado en la calidad del sistema sanitario gratuito se han convertido en los dos pilares fundamentales sobre los que Correa ha cimentado su éxito aplastante.

De nada ha servido a sus oponentes centrar la estrategia electoral en el riesgo asumido por su dependencia del petróleo. Nadie duda de que su triunfo será aplastante. "Nada ni nadie detendrá la revolución ciudadana que está en marcha", repitió el presidente en funciones durante el acto de cierre de campaña celebrado en Guayaquil. De ganar mañana, Correa tendrá una de sus manos libres para poner en marcha la nueva Constitución de corte social aprobada en noviembre en referéndum.

Legislativas igualadas

La otra mano quedará a expensas del resultado que obtenga su partido, el Movimiento PAIS, en los comicios legislativos que también se celebran en el país junto las locales y provinciales. Pero las encuestas no pintan para Correa un horizonte tan despejado. "Sus candidatos no le aportan muchos votos. Muchos tienen poca o nula representatividad en las zonas o en los movimientos que dicen representar", señalaba ayer el analista ecuatoriano Kintto Lucas.

Los dos principales partidos opositores, el Partido Sociedad Patriótica de Lucio Gutiérrez y el Partido Renovador Institucional Acción Nacional, (PRIAN) del magnate bananero Álvaro Noboa podrían arrebatar al Movimiento País la mayoría en la Asamblea Nacional. Lo que sí parece seguro es el triunfo del derechista Jaime Nebot en la importante alcaldía de Guayaquil, la ciudad más próspera y adinerada de Ecuador. Nebot, socio político de Gutiérrez, prometió convertir la ciudad portuaria en el "bastión opositor que luchará contra el modelo autonómico y competencial que nos vende el Gobierno" .

No fue el único que lanzó el guante del desafío ante el previsible triunfo presidencial de Rafael Correa. Su líder espiritual, Lucio Gutiérrez, acusó al Ejecutivo de preparar trampas para que la jornada electoral de mañana. "Tenemos sospechas sobre la transparencia de este proceso. En el aparato electoral sólo hay gente del Gobierno, por eso pedimos a los observadores extranjeros que nos ayuden a controlar", aseguró este ex miembro de las Fuerzas Especiales de Ecuador.

Uno de los portavoces internacionales en estos comicios, el portugués José Ribeiro de Castro, rechazó las sospechas difundidas por Gutiérrez e indicó que durante los tres procesos anteriores en los que participó "no se registró ni un sólo indicio de fraude". Correa reaccionó misterioso: "Siempre igual, sembrando sombras".

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