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Cuidado con el bajón de las uvas

Cada vez más personas se declaran ‘antinavideñas’ y diseñan planes para evitar la depresión

DIEGO BARCALA

¿Qué haces en Nochevieja? Esa pregunta remata al antinavideño. Para él, estas fechas no son un momento de reunión familiar, sino de separación. No se come bien, sino en exceso. Los regalos dejan de emocionar para ser un motivo de gasto excesivo. Llega el final de año y para muchos no es el momento de recordar sino de añorar. La nostalgia y el mal rollo familiar aparecen con las uvas. Incluso, ocurre todos los años. Es el 'blues' de Navidad o depresión navideña, como la definen los psicólogos empeñados en caracterizar cada depresión. El objetivo es encontrar el buen plan que evite el sufrimiento del antinavideño.

El entorno del fin de año tampoco ayuda a superar la fobia. Nostalgia, ausencias y constantes recuerdos de infancia. 'Preparar las celebraciones, comprar en lugares masificados o el encuentro con personas con las que estamos obligados a compartir espacio pero que no soportamos', son las características deprimentes que define el psicólogo Néstor Parrondo.

Ayudar en una ONG

El malestar navideño, por suerte, es transitorio, según algunos psicólogos. No sabemos si son las rebajas de enero la mejor ayuda a superar el bajón, pero los especialistas coinciden en señalar que la ansiedad desaparece con el final de las fiestas. La mejor terapia son los amigos, las actividades constantes e incluso ayudar como voluntario en una ONG. 'Compartir con alguien nuestros sentimientos, con un profesional o con una persona con un vínculo afectivo', aconseja Parrondo.

La prevención escogida por muchos es el viaje que borre el marrón. Casi uno de cada diez opta por esta vía para aparcar el dichoso 'blues'. Una encuesta efectuada por el grupo hostelero Hotelclub revela que sólo el 16% de sus encuestados vía Internet pasa estas fiestas en familia. Las ofertas de viajes no engañan. Las islas Canarias son uno de los destinos favoritos. Las principales páginas de ofertas de viajes valoran dos noches al calor de Tenerife por 350 euros por persona.

Ruptura familiar

Ni cenar en familia, ni paz, ni concordia, ni fraternidad. Las Navidades son, cada vez más, época de viajes y de ruptura familiar. A pesar de que la teoría define estas fiestas como una época de congregación familiar, los juzgados aseguran que es el segundo periodo donde más rupturas matrimoniales se producen después del verano. Los divorcios en enero aumentan un 30% respecto a otros meses. En el primer trimestre del año se producen alrededor de 45.000 rupturas. Año nuevo, estructura familiar nueva.

Y todo siempre rodeado de una gran comilona regada con alcohol en abundancia. Nada ayuda al antinavideño. Algunos utilizan la bebida como un camino hacia los sentimientos reprimidos. 'Puede que utilicen la comida y la bebida como una especie de analgésico, para poder calmar la ansiedad que les produce las fiestas', puntualiza Parrondo.
Total, un feliz año no tan feliz para algunos.

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