Este artículo se publicó hace 15 años.
Dudas demócratas sobre el envío de tropas a Afganistán
Obama busca aliados republicanos para aprobar el aumento del contingente
Isabel Piquer
En el octavo aniversario de los atentados del 11-S, cuando un Nueva York lluvioso, triste y frío, recordó uno por uno los nombres de las 2.752 víctimas de los ataques contra las Torres Gemelas, la opinión pública estadounidense y muchas voces dentro del partido demócrata se preguntan si realmente vale la pena mandar más tropas a Afganistán, como la Casa Blanca parece a punto de anunciar, a una guerra que no ha conseguido acabar con los talibanes ni apresar a Osama Bin Laden.
Hoy, el principal responsable demócrata en asuntos militares, el senador por Michigan, Carl Levin, se declaró públicamente en contra de enviar nuevos soldados y a favor de reforzar el entrenamiento de las fuerzas de seguridad y el Ejército afganos.
Levin declaró que Estados Unidos había "perdido la iniciativa" en la guerra y propuso acelerar la formación de los militares locales cuya cifra podría alcanzar los 240.000 en 2012 (de los 134.000 previstos para finales de 2010), y de la Policía, que también vería crecer sus efectivos de 96.800 a 160.000.
El informe McChrystalLas dudas demócratas podrían retrasar una decisión presidencial que se esperaba para finales de este mes o el siguiente. En la mesa del Despacho Oval está el informe presentado hace unas semanas por el jefe de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, el general Stanley McChrystal, que ha pedido más tropas. Los legisladores han pedido ver los detalles de la propuesta antes de pronunciarse.
La Casa Blanca busca apoyos en los republicanos para que aprueben el envío de más tropas
La propia presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, ha reconocido que el presidente no lo tiene fácil para convencer a los suyos de aprobar el envío de un nuevo contingente. "No creo que haya mucho respaldo ni en el Congreso ni en el país", reconoció Pelosi.
De ahí que la Casa Blanca busque aliados entre los republicanos, esos mismos con los que está luchando sin cuartel en la batalla sanitaria, pero en asuntos de guerra y seguridad los conservadores están dispuestos a respaldar a Obama. De hecho, la secretaria de estado, Hillary Clinton, se entrevistó ayer con el ex candidato presidencial, el republicano John McCain, y el halcón demócrata Joe Lieberman, en busca de apoyo legislativo.
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