El poeta español Luis García Montero acusó hoy a los líricos españoles de haberse alejado de los lectores y aseguró que "hay más literatura en algunos best-seller que en esos poetas secos que apuestan por la oscuridad" y recurren a un lenguaje "de secta".

García Montero, que inaugurará el miércoles el Festival Internacional de Poesía de la Feria del Libro de Buenos Aires, explicó en una entrevista con Efe que la pérdida de interés por la poesía es en gran parte "culpa de los propios poetas".

"Cuando la poesía no habla de cosas que interesan a la gente no puede pedirse a la gente que se interese por ella", aseguró.

Por ello, aunque consideró que en el género novelesco hay "mucho best-seller barato pero no de calidad", dijo que el contacto con la realidad de algunos de estos libros es mayor que el de algunas obras poéticas.

El poeta también señaló como posible causa de la pérdida de protagonismo del género la poca repercusión que tiene en el mercado, "ya que el mundo sólo valora aquello que está puesto en los escaparates".

El autor de "Completamente viernes" o "La intimidad de la serpiente" -que le valió el Premio Nacional de la Crítica española en 2003-, opinó que los que hacen poesía son "los que se piensan las cosas tres veces".

Afirmó que hay "quien se cree muy inteligente por decir lo primero que piensa, aunque lo que hace es repetir como loro lo que imponen las corrientes del poder" y otros que "piensan lo que dicen dos veces y no dicen lo primero que se les ocurre para quedar bien, como hacen los políticos en época de campaña electoral".

"Sin embargo, el lugar de la poesía no es decir lo primero que a uno se le ocurre, ni lo que le conviene, sino lo que exige tu conciencia", sentenció.

En su última obra, "Vista cansada" (Visor), García Montero hace un ejercicio de memoria plasmando los cambios personales que experimentó desde su infancia, que se vieron acompañados de cambios históricos en España, para así analizar la situación del país "más allá del cambio de la dictadura a la democracia".

Aún así, alertó del "peligro" que supone mirar atrás "si la nostalgia se convierte en una cárcel, y al mirar al pasado se cierran los ojos al presente".

García Montero dijo que los procesos de recuperación de la memoria que se están realizando en España y Argentina con la Ley de Memoria Histórica en el primer caso y los juicios contra los responsables de crímenes durante la dictadura en el segundo, es algo "necesario, justo y saludable".

"No creo que remover el pasado sea abrir unas heridas superadas, sino un paso imprescindible para cerrar las cicatrices bien y que la herida no se pudra por dentro", apuntó.

A pesar de todo, reiteró que no es positivo utilizar la memoria para negar los problemas del presente, porque "en España mucha gente se emociona por los sufrimientos del 36 (en referencia a la Guerra Civil, que comenzó ese año y terminó en 1939 con la instauración de la dictadura franquista) y se muestra fría como un témpano cuando se habla de los pobres que se ahogan en pateras".

Lo mismo ocurre, según el autor, en Argentina, ya que dijo que el matrimonio formado por el ex presidente Néstor Kirchner y la actual mandataria Cristina Fernández "han puesto mucho protagonismo en la recuperación y siguen manteniendo la política de manipulación y de barbarie que han degradado la democracia argentina".