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Fernando Fernán Gómez, el monstruo del cine español en quince películas
Este sábado 28 de agosto el actor, director, guionista, dramaturgo, escritor y académico de la lengua, un creador único y el más grande de los actores de todos los tiempos, cumpliría cien años. Aquí, unos cuantos títulos, ejemplo de su colosal talento.
Madrid-Actualizado a
"¿Pero, de dónde habéis sacado a este monstruo?" Lo mismo que gritaba José María Caffarel en El viaje a ninguna parte se preguntaban los periodistas y críticos internacionales a mediados del siglo pasado en el Festival de Berlín cuando vieron a Fernando Fernán Gómez por primera vez. Poco internacional el cine español, poco internacional su mejor actor, y, sin embargo, dos veces ganador allí del Oso de Plata (El anacoreta y Stico) y una del Oso de Honor.
Ha sido el más grande actor español de todos los tiempos. Casi casi infalible, a no ser por un papel que interpretó en una película, de la que un crítico dijo, refiriéndose al director, que había conseguido lo imposible, "que hasta Fernando Fernán Gómez no esté bien". Casi casi perfecto, pues, este artista, un intelectual ilustrado y único, actor, director, guionista, dramaturgo, escritor y académico de la lengua, estará para siempre en el cielo de los artistas por mucho que en la tierra se jactara de pertenecer a la plebe.
"Muy pocas veces, muy pocas, he rechazado un trabajo que se me ofrecía. Por dos razones. La primera, por necesitarlo, y la otra porque me parece que es mi oficio". Y así, hizo muchos papeles que pocos querrían en su trayectoria, pero que a él no solo se le perdonan, sino que se le aplauden furiosamente. Hijo de actores de teatro, nieto no reconocido de la legendaria María Guerrero, derramó talento a raudales en los escenarios hasta que un día se le olvidó el texto en una función de El alcalde de Zalamea. Disgustado ya con la exposición pública, la siguiente ocasión en que le ocurrió, con una obra de Leonid Andréiev, empezó a pensar en abandonar y no tardó demasiado en hacerlo. Eso sí, dejó escritas algo más de una decena de piezas, entre ellas, Las bicicletas son para el verano.
En el cine fue un director y guionista destacado y un actor superdotado, a las órdenes siempre del director para el que trabajara. Tanto era así que en el rodaje en el que le dijeron que tenía que lanzarse al agua, se lanzó, aunque no sabía nadar. Tuvieron que rescatarle. Desde entonces, en sus contratos escribía algo así como: "l actor declara que no sabe conducir, nadar, ni hablar inglés".
De sus película como autor y de entre los cientos de personajes que interpretó en el cine es imposible seleccionar diez o doce o veinte o… pero aquí dejamos, en orden cronológico, unos cuantos títulos, reflejo de su colosal talento:
‘Vida en sombras’ (Llorenç Llobet-Gràcia, 1948)
Felizmente restaurada en 2012 por la Filmoteca de Catalunya, la única película que hizo este director es una declaración de amor al cine en la que Fernán Gómez interpreta al alter ego del cineasta. Curiosidad: en la ficción, el actor se casaba con María Dolores Pradera, con quien llevaba casado tres años en la realidad. La guerra, los muertos de la guerra y el poder de la imagen, en manos de este personaje.
‘Balarrasa’ (José Antonio Nieves Conde, 1951)
Éste es uno de esos títulos en los que el actor poquísimo tenía que ver con la persona. Película del franquismo en la que interpretaba a un misionero católico -España compitió con ella en Cannes-, una vez más, dio el do de pecho como intérprete.
‘El sistema Pelegrín’ (Fernando Fernán Gómez, 1952)
Adaptación de una novela de Wenceslao Fernández Florez, autor del guion, en esta comedia el actor exhibía su increíble dominio del género. En la ficción era Héctor Pelegrín, un tipo que conseguía trabajo como profesor de gimnasia y organizaba un partido de fútbol, del que no sabía nada, contra otro colegio. Fernán Gómez se reencontró con el fútbol cuatro años después en otra comedia El fenómeno (José María Elorrieta, 1956). Aquí era un catedrático al que obligaban a hacerse pasar por futbolista.
‘Esa pareja feliz’ (Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga, 1953)
Recién salidos de la Escuela de Cine, Bardem y Berlanga buscaron a Fernán Gómez para que protagonizara su película. El actor, que ya se metía en papeles de joven galán, participó en esta sátira del afán consumista que empezaba a intoxicar a España.
‘La venganza de Don Mendo’ (Fernando Fernán Gómez, 1961)
Adaptación al cine de la obra de Pedro Muñoz Seca, si no se divirtió haciendo esta película, lo disimuló a lo grande. Es una de las decenas de comedia que hizo –y bordó- en su carrera.
‘El mundo sigue’ (Fernando Fernán Gómez, 1963)
Una de las grandes película de Fernán Gómez como director y guionista, y de todo el cine español. Adaptación de una novela de Juan Antonio Zunzunegui, en este melodrama se reservó para sí mismo el papel del canalla, el marido ludópata que arruinaba la vida a su mujer.
‘El extraño viaje’ (Fernando Fernán Gómez, 1964)
Desgraciadamente, Fernán Gómez no quiso interpretar ningún personaje en esta película, uno de sus trabajos más osados y conseguidos, una obra magnífica, entre las grandes del cine español. Versión del crimen de Mazarrón, se censuró y se metió en un cajón durante años. Esperpéntica, en ella Fernán Gómez retrataba la ruindad de los pueblos españoles.
‘El espíritu de la colmena’ (Víctor Erice, 1973)
Gran clásico del cine español, la ópera prima de Víctor Erice dejó en manos de Fernando Fernán Gómez la memoria de tantos españoles obligados a callar tras la guerra, un hombre aislado, encerrado en un pequeño mundo con sus abejas, en su propia celda.
‘El anacoreta’ (Juan Estelrich, 1977)
Una de las mejores interpretaciones del actor, que le dio el Oso de Plata al Mejor Actor en Berlín. Coescrita por el director junto a Rafael Azcona, Fernán Gómez se metía en la piel de un tipo que decidía vivir en el cuarto de baño y no salir nunca de él.
‘Feroz’ (Manuel Gutiérrez Aragón, 1984)
El cineasta Manuel Gutiérrez Aragón, que fue con el que más trabajó Fernando Fernán Gómez, quería al actor en su ópera prima, Habla, mudita, pero éste estaba rodando Don Quijote cabalga de nuevo con Cantinflas y no pudo hacer el trabajo. Años después y tras haberse encontrado en Maravillas (con la que viajaron a la Berlinale), se reunieron en esta película, nueva versión de aquel debut. Era la película que más le gustaba a Fernán Gómez de las que rodó con Gutiérrez Aragón, quien, sin embargo, tiene debilidad por el papel del actor en La mitad del cielo (1986).
‘Los zancos’ (Carlos Saura, 1984)
Un viejo profesor universitario se enamora de su vecina, que ha evitado que se suicide. Él escribe una pequeña obra de teatro para demostrarle su amor ("El amor es hielo abrasador, es fuego helado"). Laura del Sol y Antonio Banderas eran los vecinos, y Paco Rabal, su viejo amigo. Fernán Gómez trabajó varias veces con Carlos Saura, en películas como Ana y los lobos y Mamá cumple cien años. En Los zancos fue también guionista y como actor ganó el Premio Pasinetti de los periodistas cinematográficos en el Festival de Venecia y el Sant Jordi al Mejor Actor Español.
‘Stico’ (Jaime de Armiñán, 1985)
Coguionista con el director y protagonista, este trabajo la valió un Oso de Plata al Mejor Actor en el Festival de Berlín. "Catedrático de Derecho Romano se ofrece como esclavo". Leopoldo Contreras cambiaba libertad por comida y casa y se ofrecía a un antiguo alumno como esclavo. Crítica ácida y surrealista que recibió una sonora vocación en la Berlinale.
‘Mambrú se fue a la guerra’ (Fernando Fernán Gómez, 1986)
Director y protagonista, se alzó con el Goya al Mejor Actor Principal por este papel de topo. En la historia, que comienza el mismo día de la muerte de Franco, Emiliano sale del sótano donde ha estado escondido cuarenta años para volver a él y que su mujer pueda seguir cobrando su pensión. "El remordimiento, las maldades avejentan mucho", decía el pobre hombre en este oscuro retrato de la ruindad moral del país.
‘El viaje a ninguna parte’ (Fernando Fernán Gómez, 1986)
Director, guionista sobre su propia novela y actor, en esta película, Fernán Gómez derrotó a cualquiera que quisiera superarle en una de sus grandes especialidades, la de interpretar personajes de hombres derrotados, desfallecidos. Aquí encarnaba a Don Arturo, director y primer actor de una compañía de cómicos que se gana malamente la vida en la España franquista de los años cuarenta. "Esto del cine es una mierda, no tiene nada que ver con el teatro. Ya lo decía yo", susurraba a José Sacristán después de una escena memorable, justo aquella en que sacaba de quicio con su interpretación a José María Caffarel, que terminaba gritando: "Me cago en el padre de los hermanos Lumiére".
‘La lengua de las mariposas’ (José Luis Cuerda, 1999)
Don Gregorio, el maestro republicano al que dio vida Fernando Fernán Gómez en esta adaptación de un libro de Manuel Rivas, conquistó un territorio que hasta entonces le había sido ajeno, el de la ternura. Aunque hablara de usted al pequeño ‘Gorrión’ y se mantuviera siempre estrictamente ceñido a su papel de profesor, enterneció a las almas más pétreas con este trabajo. "De algo estoy seguro: si conseguimos que una generación, una sola generación crezca libre en España, ya nadie les podrá arrancar nunca la libertad. Nadie les podrá robar ese tesoro".
El centenario bien se merece todas las actividades programadas y que se programarán. Por el momento, entre otras, en el Festival de San Sebastián y gracias a Filmoteca Española se verá la copia digitalizada de Manicomio, primera película que dirigió.
En la Academia de Cine, los días 14, 15 y 16 de septiembre se celebrará el ciclo Imprescindible Fernán Gómez con la proyección de las películas elegidas por sus hijos Fernando y Helena y su nieta Helena: El mundo sigue, En la ciudad sin límites y Stico.
La plataforma Flixolé de cine español incorpora a su catálogo Un vampiro para dos, añade material inédito sobre su filmografía procedente del archivo de Mercury Films y ha añadido a su web artículos con curiosidades y anécdotas, incluyendo sus batallas con la censura, sus visitas al Café Gijón y sus mejores películas como actor.
Y, por último, la cadena TCM estrena este sábado 28 la versión remasterizada del documental La silla de Fernando, dirigido por Luis Alegre y David Trueba.
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