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El FMI pide colocar un precio único mundial a las emisiones de CO2

EFE

El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió hoy que se establezca un precio único a nivel mundial por el derecho a emitir dióxido de carbono (CO2), de forma que las reducciones ocurran en los países donde sean más baratas.

Ese precio único podría establecerse como un impuesto sobre la emisión de los gases que provocan el efecto invernadero, mediante la creación de un mercado mundial del carbono o a través de una mezcla de las dos opciones, explicó el FMI en un documento.

En todo caso, señaló que sería "extremadamente costoso e insostenible políticamente" cualquier acuerdo internacional de reducción de emisiones que no incluya a Brasil, China, India y Rusia.

En su informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales", divulgado hoy parcialmente, el organismo alertó de que los perjuicios causados por el cambio climático podrían ser elevados e incluso "catastróficos" si los países del mundo se cruzan de brazos mientras se eleva la temperatura.

Las regiones más vulnerables son África, el sur y sureste de Asia, América Latina y Europa Occidental, afirmó.

Algunos economistas citados por el Fondo colocan el costo de un aumento de tres grados centígrados en la temperatura del planeta en hasta el tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, pero el FMI cree que la cifra real sería superior.

Por un lado, la ONU prevé que el calentamiento será mayor que esos tres grados si no se toman medidas para mitigarlo, y por otro, los estudios no han tenido en cuenta los previsibles trastornos en los flujos de comercio y capital, la inversión y el ahorro, y la emigración, según el FMI.

Dada la incertidumbre sobre el tema, el organismo no quiso hacer un cálculo del posible costo del problema, sino que se centró en detallar las medidas más apropiadas, a su parecer, para paliarlo desde el punto de vista económico.

Pese a lo impopular de los impuestos, el FMI cree que un tributo sobre las emisiones establecería un precio estable del derecho a contaminar, lo que facilitaría a las empresas tomar decisiones de largo plazo sobre sus inversiones en tecnologías menos contaminantes.

La institución propuso una tasa adicional de un centavo de dólar por galón de gasolina (3,8 litros), que aumentaría dos centavos más cada tres años.

"Esos incrementos graduales, si comienzan pronto, permitirían que el costo del ajuste se extienda durante un período largo de tiempo", destacó el Fondo.

Otra opción sería crear un mercado de carbono mundial, en el que se intercambien permisos de contaminación, aunque el Fondo alertó de que el sistema podría hacer que el precio de las licencias se disparara en tiempos de expansión económica.

La tercera alternativa sería un sistema mixto, en el que los gobiernos puedan otorgar licencias adicionales cuando haya gran demanda, con lo que se estabilizaría su precio, según el Fondo.

El objetivo sería que una tonelada de CO2 liberada a la atmósfera le cueste a la empresa o el consumidor lo mismo en Madrid que en Sao Paulo o Shanghai (China).

Así, habría un incentivo para reducir las emisiones en los países en desarrollo, donde sería más barato gracias a la introducción de tecnologías ya existentes.

Dejar fuera del sistema a las naciones emergentes, como ocurrió con el Protocolo de Kioto, ya no es una opción posible, según el Fondo, pues durante los próximos 50 años, un 70 por ciento de las emisiones saldrán de sus tubos de escape y sus chimeneas.

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