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'Frank de la jungla', "un animal entre animales"

El especialista en fauna estrena serie en Cuatro a fin de mes

REBECA FERNÁNDEZ

Tiene una boa constrictor en el dormitorio. Por su salón se pasea tranquilamente una nutria, mientras tortugas gigantes descansan en el jardín. Y así hasta 20 animales. El dueño de esta particular vivienda es Frank Cuesta, un leonés afincado en Tailandia cuya vida transcurre entre su academia de tenis y la pasión por la fauna. Ahora, a todo esto hay que sumarle una tarea más: guiar a los espectadores españoles por selvas de Asia en Frank de la jungla, un nuevo programa que Cuatro estrenará un sábado a finales de este mes o principios de octubre.

A través de ocho capítulos de 50 minutos, esta serie documental va a mostrar animales como el dragón de Komodo, reptiles, cocodrilos, elefantes, monos y tigres 'de forma muy cercana, simpática y con mucha autenticidad', explicó ayer Carolina Cubillo, productora ejecutiva del programa. Además, este espacio, grabado en Tailandia, Indonesia y Laos durante cinco meses, incluirá 'lo que normalmente no se ve en los documentales', como el trabajo desarrollado para encontrar algunas especies. Eso sí, Cubillo dejó claro que Cuesta no es 'ningún científico ni naturalista', aunque tiene estudios de herpetología y está a punto de acabar la carrera de veterinaria. 'Lo importante es que quiere a los animales y los respeta', resaltó.

'Todo lo que hacemos es real y nada está preparado'

Por su parte, el director de Frank de la jungla, Nacho Medina, fue más allá al definir al protagonista del espacio como 'un animal entre animales', porque es 'una fuerza de la naturaleza, una persona con la que no hay término medio'.

Junto a él, Medina ha vivido situaciones difíciles como cuando el cámara, Santiago Trancho, sufrió una picadura que le dejó fuera de combate una semana. Pero Cuesta huye de la imagen de aventureros y de comparaciones con programas como El último superviviente. 'No es un programa donde yo soy Rambo, porque los Rambos no existen. Lo que hacemos es real, nada está preparado'.

'Si tuviera que trabajar cada día en una oficina, me pegaría un tiro'

Aunque a Cuesta siempre le han gustado los animales, decidió encauzar su carrera profesional hacia el tenis. De hecho, llegó a ganar un torneo, lo que le permitió comprarse una moto. 'Me rompí las dos piernas y se acabó', explica Cuesta, que tras este suceso se convirtió en entrenador del equipo del maestro del tenis mundial Nick Bollettieri, a quien acom-pañó en la creación de academias por todo el mundo.

Pero sólo hubo un lugar que lo retuvo: Tailandia. Allí vive con su mujer y sus tres hijos, es miembro de la Asociación de Guardianes de Animales del país y mantiene muy claro su plan de vida: 'Si tuviera que estar trabajando en una oficina todos los días, me pegaría un tiro'.

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