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Gadafi bombardea Al Zauiya mientras se especula con su salida

EFE

Las fuerzas leales a Muamar el Gadafi volvieron a bombardear hoy la ciudad de Al Zauiya, junto a Trípoli, que está sitiada desde hace cinco días y donde el cerco parecía haber puesto fin a la resistencia organizada en su interior, según informó Al Yazira.

La ciudad, a 92 kilómetros al suroeste de la capital, que cuenta con una de las más importantes refinerías del país, volvió a ser objetivo de los bombardeos artilleros, según el canal catarí, que a primera hora indicó que la ciudad ya estaba en manos gadafistas.

Numerosos habitantes del enclave petrolero y portuario de Ras Lanuf, a unos 350 kilómetros de Bengasi, iniciaron hoy un éxodo hacia la zona bajo control de los revolucionarios al este del país, sumándose a los vecinos que este fin de semana abandonaron Ben Yauad, escenario de los combates.

Muchos vehículos cargados con las pertenencias familiares y todos los enseres que podían acarrear en su huida abarrotaban la carretera que conduce a Ajdabiya, a 200 kilómetros del puerto petrolero, que hoy ha sido el frente de guerra en la costa libia, informó Al Yazira.

La cúpula rebelde libia dejó entrever hoy diferencias con su máximo dirigente, Mustafa Abdelyalil, sobre una eventual negociación para que Gadafi abandone el país a cambio de no ser perseguido judicialmente.

El miembro del consejo de información del Consejo Nacional de Transición Interino (CNTR), Bara al Jatib, declaró hoy a Efe que si Gadafi deja Libia, el consejo está dispuesto a renunciar a la emisión de cualquier orden judicial en su contra.

Los países de la Unión Europea (UE) acordaron extender sus sanciones económicas al régimen libio y congelar los activos del fondo soberano y otras instituciones del país, informaron fuentes diplomáticas.

Las nuevas medidas aún deben ser aprobadas formalmente, algo que los Veintisiete esperan hacer antes del viernes, cuando se reúnen en Bruselas los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión para tratar la cuestión libia.

La Organización de la Conferencia Islámica (OCI) instó al establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia para proteger a los civiles de los bombardeos aéreos, aunque rechazó una intervención militar extranjera.

El secretario general de la OCI, Ekmeleddin Ihsanoglu, pidió además al Consejo de Seguridad de la ONU que afronte su responsabilidad en este asunto, durante un discurso ante una reunión de los delegados permanentes de su organización, con sede en Yeda (Arabia Saudí), según un comunicado.

El presidente de EEUU, Barack Obama, y el primer ministro británico, David Cameron, mencionaron hoy la opción de una zona de exclusión aérea entre la gama de posibilidades para presionar a la salida de Gadafi.

Cameron y Obama conversaron por teléfono para tratar la coordinación internacional frente a la represión que el régimen libio lleva a cabo contra los rebeldes, que exigen la marcha de Gadafi, informó la Casa Blanca.

Ambos acordaron que el objetivo común debe ser el "fin inmediato de la violencia y la brutalidad, la marcha de Gadafi tan pronto como sea posible y una transición que cumpla la aspiración del pueblo libio a la libertad, la dignidad y a un Gobierno representativo", según la Casa Blanca.

Por su parte, Gadafi habló por teléfono con el jefe de Estado de Guinea Ecuatorial y presidente de turno de la Unión Africana (UA), Teodoro Obiang Nguema, quien, según anunció la televisión estatal libia, no permitirá una "intervención extranjera".

El noticiario en francés de la televisión libia afirmó que en esa conversación Obiang le dijo a Gadafi que defenderá, como presidente de turno de la UA, la política de no intervención en los asuntos internos de la organización panafricana.

En cuanto al resto de países árabes envueltos en protestas sociales, lo más destacado hoy se produjo en Yemen, donde al menos cincuenta personas resultaron heridas esta noche, algunas de ellas de gravedad, cuando la policía disparó contra miles de manifestantes cerca de la Universidad de Saná, dijeron fuentes de la oposición.

En ese lugar se desarrollan protestas públicas desde mediados del pasado febrero, surgidas al calor de las rebeliones populares de Túnez y Egipto, para exigir reformas políticas y el final del régimen de Ali Abdalá Saleh.

Respecto a la consecuencia más directa de las revueltas, la escalada del precio del petróleo, el barril de Brent cedió hoy el 1,72% en el mercado de futuros de Londres, donde cerró a 113,06 dólares, por las informaciones que apuntan a un incremento de la producción por parte de algunos países de la OPEP para paliar la caída del suministro por parte de Libia.

Tras dos jornadas consecutivas a su precio más alto en dos años y medio, el petróleo de Texas logró bajar hoy en Nueva York el 0,39% y cerrar a 105,02 dólares por barril, ante las noticias que apuntan a que las fuerzas opositoras libias podrían negociar la salida de Muamar el Gadafi del país.

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