Este artículo se publicó hace 12 años.
Goldman Sachs cree que España pedirá el rescate a mediados de septiembre
La agencia Standard & Poor's afirma que la ayuda de la UE ayudaría a la "ambiciosa y políticamente arriesgada agenda de reformas" de Rajoy
El gigante financiero Goldman Sachs, una de las entidades más influyentes de Wall Street, da por seguro que España pedirá el rescate a la UE. Según la firma, el Gobierno esperará hasta mediados del mes de septiembre antes de plantearse solicitar ayuda a sus socios europeos con el fin de valorar adecuadamente qué le ofrece y en qué condiciones el Banco Central Europeo (BCE).
Los analistas de Goldman Sachs, en una nota dirigida a los clientes de la entidad, dicen que continuan viendo a España "como la primera en la fila a este respecto [pedir ayuda y aceptar las condiciones], aunque no esperamos que se produzca una petición hasta mediados de septiembre como muy pronto"
De hecho, el informe de Goldman Sachs apuesta por que el presidente del BCE, Mario Draghi, desvelará en la próxima reunión del banco, en la primera semana de septiembre, la estrategia con la que planea frenar la escalada de los intereses de la deuda soberana de los países de la periferia del euro. Sin embargo, el informe de Goldman Sachs se muestra más cauto sobre la posibilidad de que el BCE anuncie la compra de grandes cantidades de deuda soberana de la periferia y considera que la institución intentará en un primer momento reactivar los mercados privados mediante estas intervenciones esporádicas, en vez de reemplazar inmediatamente al sector privado con su propio balance.
S&P ve bueno el rescatePara la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P), el rescate de España tendría un aspecto positivo. En una nota de prensa asegura que "los términos potencialmente ventajosos bajo los que puede recibir el rescate completo podrían aumentar las posibilidades de éxito de la ya ambiciosa y políticamente arriesgada agenda de reformas económicas". El hecho de que el Gobierno acuda a la ayuda de la UE, según la agencia, "significaría, desde nuestro punto de vista, un reconocimiento público de que el Gobierno está encontrando dificultades para financiarse por sí mismo a niveles sostenibles en los mercados de capitales".
La agencia de calificación cree que el rescate no afectará el rating de EspañaNo obstante, S&Pasegura que el rating de España no se vería afectado si el Gobierno pide un rescate completo. La firma tiene una calificación de BBB+ para España con perspectiva negativa,después de la rebaja realizada el pasado mes de abril. Las otras dos grandes agencias, Moody's y Fitch, califican a España con la nota de Baa3 y de BBB, respectivamente. Los ratings rozan ya la denominación de bono basura.
España ya ha pedido ayuda para el sector financiero, pero hasta ahora no ha solicitado un rescate completo, pese a que el rendimiento de sus bonos a 10 años ha llegado a superar la barrera del 7%, un nivel que muchos consideran insostenible (aunque en las últimas jornadas se ha moderado y se mueve en torno al 6,3%). Los mercados apuestan que en septiembre España pedirá a la UE lo que denominan un rescate blando, esto es, no un rescate completo, sino ayuda de los fondos europeos para que compren directamente bonos españoles (lo que, además, se acompañaría con la intervención del Banco Central Europeo en el mercado de deuda), una opción que el Gobierno no ha confirmado, pero que tampoco ha desmentido.
El Tesoro debe captar 80.000 millones del mercado en cinco mesesEl Tesoro Público tiene que captar unos 79.968 millones de los mercados en lo que queda de año para financiar los vencimientos pendientes de deuda y el déficit público, según datos del mercado primario a los que ha tenido acceso Europa Press. Los vencimientos de agosto a diciembre ascienden a 45.968 millones de euros, a los que hay que sumar casi la mitad del déficit público previsto para este año (6,3%), lo que supone unos 30.000 millones, y los 4.000 millones que se ha comprometido a aportar al fondo de liquidez autonómico.
El Tesoro no tiene intención de modificar su calendario de emisiones, aunque sí suspendió la subasta a largo plazo prevista para la primera mitad del mes de agosto, como ha hecho en los últimos años, por considerar que no se daban las condiciones oportunas en los mercados. Pese a la mejora de los últimos días, la falta de confianza de los mercados, el desplome de la recaudación y el necesario rescate de algunas comunidades con problemas de liquidez pueden dificultar el trabajo al Tesoro, que se ha visto obligado a ofrecer rentabilidades muy elevadas para captar dinero en los mercados a lo largo de 2012.
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