Este artículo se publicó hace 15 años.
Golpe de Estado contra la democracia hondureña
El Ejército secuestra y expulsa del país al presidente Manuel Zelaya // El Congreso legitima la asonada y elige a Ricardo Micheletti como nuevo mandatario // La condena internacional es unánime
La democracia hondureña se encuentra en la cuerda floja desde las seis de la mañana de ayer hora local (14 horas en España). Cuatro comandos de élite compuestos por 200 soldados asaltaron, disparando al aire para desarmar a los escoltas, la residencia del presidente, Manuel Mel Zelaya, a quien, tras golpearlo, trasladaron en pijama a una base militar de Tegucigalpa desde donde fue expulsado a Costa Rica. Desde ese momento, la residencia y las principales ciudades del país están tomadas por militares con tanquetas y carros de combate.
Expulsado el presidente, los militares, que controlan los centros institucionales más importantes de Tegucigalpa, procedieron a la detención de la canciller hondureña, Patricia Rodes, arrestada junto a los embajadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Asimismo, decretaron una orden de detención de los miembros del Gobierno de Zelaya, ocho de los cuales se encuentran bajo arresto según diversas fuentes. Horas después, los mandos golpistas decidieron poner en libertad a los diplomáticos mientras que Rodes fue enviada a la prisión de la principal base militar de Tegucigalpa.
Ocho ministros, entre ellos la canciller, han sido detenidos
Poco después de su liberación, el embajador de Venezuela en Honduras, Armando Laguna, aseguró al canal venezolano Telesur que todos los diplomáticos "fueron golpeados por integrantes de las Fuerzas Armadas no identificados, al encontrarse encapuchados y armados". Honduras está a estas horas bajo un toque de queda decretado por el Ejército.
Fuentes no oficiales relataron a Público que helicópteros y aviones de combate sobrevuelan los principales centros urbanos del país. El periodista del diario El Tiempo de Tegucigalpa, Juan Carlos Rivera, indicó que el clima que se respira en el país tras el golpe de Estado "es de incertidumbre. Los militares han decretado un apagón informativo acompañado del corte de fluido eléctrico durante cinco horas".
Rivera no pudo contrastar enfrentamientos callejeros entre partidarios del presidente y militares, "aunque existen testimonios de lanzamientos de piedras y sonidos de disparos entorno a la residencia oficial en la capital" y una confirmación oficial de que, al menos, se han producidodos heridos.
El líder depuesto está en Costa Rica, donde llama a la resistencia civil
Legitimación del golpe
La ceremonia de la confusión continuó desde el Congreso Nacional de la República donde, por un lado, se presentó una carta de renuncia de Manuel Zelaya y, por otro, se aprobó su destitución y el nombramiento de Roberto Micheletti (presidente del Congreso) como nuevopresidente. Juró su cargo pocos minutos después.
Desde Costa Rica, en una rueda de prensa improvisada junto al presidente de este país, Óscar Arias, Zelaya denunció que "las Fuerzas Armadas me han traicionado", ratificó haber sido víctima de malos tratos "previos a un secuestro por parte de un grupo de militares porque no creo que el Ejército esté apoyando esta acción".
Los militares decretan el toque de queda desde las 14.00 (hora local)
También rechazó que vaya a renunciar al poder como le exigen los militares, algunos medios de comunicación, magistrados de la Corte Suprema de Justicia y parte del Congreso. "No soy un asilado y por lo tanto hago un llamado a la resistencia civil en Honduras", señaló rotundo.
Miembros de grupos políticos cercanos al presidente indicaron a Público tener constancia de que la Corte Suprema de Justicia preparaba ayer un dictamen jurídico para "dar una cobertura legal a la destitución del presidente".
Sin embargo, el reportero Juan Carlos Rivera está convencido de que "algunos políticos conspiradores están cantando victoria demasiado pronto ya que el presidente electo tiene el respaldo de todos los líderes latinoamericanos y ha rechazado la renuncia que le exigían".
Cientos de partidarios del jefe de Estado destituido se agolpan en las cercanías de su residencia. Sobre el riesgo de un inicio de hostilidades en Honduras tras el golpe militar, la dirigente del Bloque Popular Hondureño, Wendy Cruz, socio político de Zelaya, señaló en comunicación telefónica que no descarta nada pero que tiene la certeza de que el triunfo o el fracaso de esta asonada "se jugará en muy corto tiempo. Estamos movilizados en las calles desde las siete de la mañana y esto ha impedido una declaración golpista para eliminar las garantías democráticas".
Condena internacional
Zelaya adelantó que en los próximos días solicitará "a los presidentes de América, incluso al presidente de EEUU y a su embajador en Tegucigalpa, si no tienen nada que ver con este golpe, que lo aclaren", acotó. El grupo de Alba, al que pertenece Honduras, se reúne hoy en Managua .
La condena a este golpe de Estado ha sido unánime. Entre las voces de repulsa destacan la emitida por EEUU, España y la del presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Jóse Miguel Insulza.
El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, condenó la detención y exigió la reposición en el cargo del presdiente Zelaya. Menos contundente aunque también preocupado por la asonada golpista se mostró el presidente estadounidense, Barack Obama. "Pido respeto por las normas democráticas y la legalidad vigente", dijo en un comunicado oficial difundido por la Casa Blanca.
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