Este artículo se publicó hace 13 años.
Grecia estrena impuesto
El Gobierno apuesta por aumentar la recaudación con una tasa inmobiliaria
Unos 190.000 propietarios griegos recibirán esta semana la factura de la luz a la que por primera vez se incorpora el nuevo impuesto sobre la posesión inmobiliaria. Dependiendo de la edad y el área donde se encuentre la construcción, cada propietario tendrá que pagar de tres a 20 euros por metro cuadrado. Setrata de una medida que el Gobierno tomó para tapar el agujero negro del déficit, con elobjetivo de recaudar unos 2.000 millones de euros esteaño. No obstante, un cambio deplanes hizo que este impues-to, que supone un golpe más al presupuesto familiar, nose retire hasta finales de 2014.
De acuerdo con los datos de la administración tributaria, el impuesto sobre los bienes inmuebles se impondrá a unas 7,2 millones de instalaciones residenciales y comerciales, que suponen una superficie estructurada de 562 millones de metros cuadrados, de un valor objetivo de 560.000 millones. Sin embargo, en estas instalaciones no se incluyen las propiedades del estado, las embajadas, los templos religiosos y las zonas comunes.
Las protestas contra el impuesto señalan sus debilidades. Lo que más llama la atención, aparte de su incorporación al recibo de la luz, es que no se basa en el valor real de cada propiedad, sino en la banda de precios aplicados a cada área: una casa que está en el centro de un municipio es de mayor valor que otra que está en las afueras. Por otro lado, el impuesto se impone a cada propiedad por separado, sin hacer distinciones entre los inmuebles: un sótano, un almacén y un garaje tienen el mismo valor que un ático. Así, el dueño de tres semisótanos de 80 metros cada uno en el barrio de Sepolia (en Atenas) pagará 1.000 euros, mientras el dueño de una mansión de cien metros en un lujoso barrio pagará 720 euros. Tampoco se distingue entre los usos de cada construcción, sometiendo a la misma impo-sición edificios industriales, tiendas y residencias.
Es cierto que todo lo relacionado con los bienes inmuebles en Grecia forma parte de una historia más amplia. El país heleno (que mide 131.600 kilómetros cuadrados, un cuarto que España) es el único en la UE que a día de hoy no ha conseguido integrar el Catastro Nacional, algo que complica bastante, por ejemplo, el proceso de explotar los bienes inmuebles estatales.
El proceso de elaboración del Catastro empezó en 1995, pero la falta de financiación, la lentitud del proceso y la renuencia de varios propietarios de registrar sus bienes hicieron que se estancara. Lo más llamativo era que la Ley no obligaba al Estado a registrar sus bienes inmuebles, que son el núcleo del actual plan de privatizaciones de Grecia. En su última visita, los inspectores de la troika exigieron que se concluya por fin el Catastro, estavez con fondos privados.
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