La Policía Nacional ha confirmado que el cuerpo hallado este viernes por efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional en el río Guadiana es el de Pablo Sierra, desaparecido desde hace 15 días, han informado a Efe fuentes policiales.

La línea de investigación principal sobre la muerte del joven Pablo Sierra apunta a "un fatal accidente" en el río, cuyas aguas estaban a una baja temperatura. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad mantienen abiertas el resto de posibles causas mientras esperan del resultado de la autopsia. 

También han explicado que al inicio de la investigación ya se barajó la posibilidad de que, en el caso de que el cuerpo sin vida de Pablo Sierra estuviera en el río, el cadáver tardaría en salir a flote alrededor de quince días, como así ha ocurrido.

El joven de 21 años, estudiante de Matemáticas, fue visto por última vez en la calle Zurbarán de la capital pacense el jueves 2 de diciembre tras salir de copas con los amigos. Desde entonces se le buscaba por la zona de El Pico del río Guadiana, donde fue hallado el móvil en las primeras horas del viernes 3 de diciembre, poco después de que se denunciase su desaparición.

Según informa Canal Extremadura, uno de los perros de la unidad especializada canina localizó el rastro del cuerpo en una rama próxima al río. Dos de los buzos de los GEO que participaban en el operativo han rescatado el cadáver del agua. 

15 días de incertidumbre

Durante 15 días, los investigadores han buscado al joven estudiante que estaba alojado en la residencia universitaria Rucab. Su teléfono móvil lo encontró un militar que paseaba por la orilla del río, en una zona cercana donde ha aparecido el cadáver. El terminal presentaba manchas con restos de sangre, según su propio testimonio, aunque esto último estaba pendiente de análisis.

La investigación, declarada secreta, indagó desde el primer momento sobre las circunstancias de la desaparición, barajando si se debía a circunstancias violentas o a un accidente.