Este artículo se publicó hace 15 años.
Un informe censura la represión en Latinoamérica
La FIDH detecta en violaciones a los derechos humanos en todos los países
El creciente descontento social por la crisis económica ha hecho que aumente la represión contra los defensores de los derechos humanos en Latinoamérica, según el informe anual del 2008 presentado ayer por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
El escritor italiano Roberto Saviano, autor del prólogo de este informe anual que ha titulado La obstinación del testimonio, "las crisis en 2008 han dado lugar a una multiplicación de los movimientos de protesta social" y "a menudo los líderes pacíficos de esas manifestaciones han sido objetivo de represión".
Para el presidente de la FIDH, Souhayr Belhassen, este aumento de la represión contra los defensores de derechos humanos en América Latina tiene su origen en la fragilidad institucional, el recrudecimiento de las reivindicaciones sociales, los conflictos relacionados con el control de la tierra y la gestión de los recursos naturales.
Este informe señala que los casos más flagrantes se han producido en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Guatemala, México, Nicaragua y Perú. La FIDH también ha detectado que los conflictos relacionados con las poblaciones autóctonas "explotadas por diferentes actores que a menudo violan sus derechos humanos" son especialmente graves en Chile, Colombia, Guatemala y Perú. Según el estudio, en estos países "se reprimen frecuentemente las manifestaciones que piden que se respeten sus derechos".
La preocupación del FIDH se incrementa al observar que el "clima de impunidad favorece a la violencia" en países como México, donde hay evidencias de una represión desproporcionada por parte del Estado en la lucha contra el narcotráfico.
La FIDH recoge además "campañas de difamación orquestadas por los Gobiernos de Colombia, Perú, Nicaragua y Venezuela, y critica la instrumentalización judicial en Brasil, Cuba o El Salvador.
Colombia no protege a los sindicalistasEl pasado año fue especialmente difícil para aquellas personas que trabajan a favor de los derechos humanos en el continente americano. El número de episodios represivos se incrementó considerablemente en Argentina, Brasil, Colombia y Ecuador. El informe de la Federación Internacional de los Derechos Humanos, que agrupa a 155 organizaciones de más de 100 países, denuncia la precaria seguridad en la que viven los defensores de los derechos laborales en Chile, Honduras, Guatemala y sobre todo Colombia, país que cuenta con el mayor número de sindicalistas asesinados del mundo.
El estudio de la FIDH concluye con un grave lamento por la represión contra las personas que reivindican justicia para víctimas de abusos sexuales en EEUU, Argentina, México y El Salvador.
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