Este artículo se publicó hace 15 años.
Juliette Lewis se prepara para calentar al público del Azkena
La actriz y cantante presenta hoy su nuevo disco en el festival rockero de Vitoria
En El cabo del miedo una precoz Juliette Lewis se moría de vergüenza en sus tórridas escenas con un sádico Robert De Niro. Hubo escenas que no estaban en el guión y la película le valió a la actriz, entonces de 18 años, una nominación a los Oscar. Pasaron los años y la lolita inocente trabajó con directores como Robert Rodríguez (Abierto hasta el amanecer) y Oliver Stone (Asesinos natos), casi siempre en papeles de chica perturbada. Hasta que decidió, en 2003, entregarse al rock y formar una banda de punk, Juliette and the Licks.
Desde Los Ángeles, Lewis, que abre hoy la octava edición del Azkena Rock Festival en Vitoria, explica a Público cómo fue la transformación: "Tenía mucho miedo de fracasar. La gente me juzgaba porque era famosa y no me tomaba en serio, pero demostré que mis canciones se defendían por sí mismas. Sufrí, pero mi amor a la música era más grande que mis miedos y me di cuenta de que tenía que empezar antes de envejecer demasiado".
Lewis aún mantiene ese rostro de niña rara que esconde sensualidad, rebeldía y cierta maldad. En los conciertos son habituales los surfeos entre el público, sin evitar que la repasen concienzudamente sus intimidades. Lewis atrapa. Es, además, veterana en el Azkena Rock, festival de referencia del rock norteamericano. En él presentó sus dos primeros discos, Youre speaking my lenguaje y Four on the floor, dos guiños al punk de Iggy Pop y The Pretenders. Esta vez descubrirá su primer álbum en solitario, Terra Incognita, grabado junto a Omar Rodríguez-López (The Mars Volta) y con ayuda de un nuevo grupo, The New Romantics. "Este es un disco mucho más personal. Trata sobre lo que soy yo y por eso es un álbum salvaje. Tiene muchos contrastes: habla de desilusión, de goce, de dolor, y está aderezado de guitarras atmosféricas muy vivas. He intentado dejar salir mi alma en este disco".
Atracción, sudor y punk
La propuesta musical de Lewis quizá no sea muy novedosa, pero es notable su histrionismo y actitud sobre el escenario. "Me gusta entregarme al público, que se vuelva loco, conectar con los instintos más primarios", explica la cantante, que prefiere la música al cine porque es una expresión más completa: "El rock te lanza al mundo desesperadamente, es una fuente inagotable de energía".
Pero nada es fácil en este mundillo: "Un tour es mucho más duro que rodar una película. Ahora soy la líder, la que hace las canciones, los negocios y la que se tiene que subir al escenario. Me como todos los marrones", remata.
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