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Maazel y Saura ofrecen en Palau Arts una "Carmen" alejada del costumbrismo

EFE

La versión que Lorin Maazel, como director musical, y Carlos Saura, director de escena, ofrecerán de "Carmen", la ópera que inaugurará mañana la segunda temporada en el Palau de les Arts de Valencia, está alejada del "realismo y del costumbrismo barato" y centrada en el poder dramático de la partitura "más popular de todos los tiempos".

En rueda de prensa, el cineasta Carlos Saura ha comentado que se ha recurrido a una "estilización escenográfica", con la utilización de elementos "sencillos y básicos", para crear un ambiente en el que la luz y las sombras juegan un papel importante para definir a los personajes.

Saura ha agregado que se ha dejado arrastrar "por la fascinación del drama entre un hombre (Don José) y una mujer (Carmen) que se aman, se odian y se destruyen".

Por su parte, Maazel ha asegurado que esta obra, del compositor francés Georges Bizet, tiene "intensidad, destreza y pasión en la orquestación", por lo que "se redescubre cada vez que se interpreta", como le ocurrió a Chaikovsky, que ya predijo su éxito pese al desastre de su estreno en 1875, y Brahms, que quedó tan fascinado que la escuchó diecinueve veces.

Para Maazel "ha sido un milagro" poder estrenar esta versión en el Palau de les Arts, tras las inundaciones que sufrió el edificio el 11 de octubre, aunque ha resaltado que ni él ni Saura habrían aceptado "no llegar a un nivel tan alto como el que se había fijado con anterioridad".

Sobre la puesta en escena realizada por Saura, Maazel ha comentado que le gusta "el juego de luces" y que el vestuario, diseñado por Pedro Moreno, "es espectacular".

Por su parte, Saura ha señalado que su pretensión ha sido "crear un espacio escénico que ayude a entender una obra vibrante y apasionada" que cuanto más la escucha, más le gusta.

Tras recordar que ha participado en otras dos versiones anteriores de "Carmen" que se presentaron en los festival de Sttutgart y Spoletto, el cineasta ha indicado que en esta tercera experiencia ha mantenido una relación muy cordial con Maazel, aunque reconoció que en ópera "lo importante es la música y los cantantes" y por eso acepta "la sumisión a Maazel".

"Soy un hombre de cine -ha añadido Saura- y echo en falta la cámara para poder ver de cerca el drama. Pero la ópera tiene el valor de verlo en un plano general, está reglada y hay que respetar esos tiempos".

Basada en la obra homónima de Prosper Merimée, "Carmen", una gitana que trabaja de cigarrera en una fábrica de tabacos, es el prototipo de mujer que vive la libertad y el amor sin ningún tipo de ataduras, por lo que va alternando su querer con Don José, un sargento del regimiento de Dragones, y Escamillo, un torero que triunfa en la Sevilla de principios del siglo XIX.

En su intervención, la intendente, Helga Schmidt, comentó que Merimée nunca estuvo en Sevilla pero sí en Valencia, ciudad de donde, según algunos estudiosos, pudo tomar la idea de "Carmen" al ver a las cigarreras que, antes de entrar a trabajar, dejaban a sus hijos pequeños en un edificio contiguo, conocido como "Casa de la lactancia".

Ha resaltado que entre los dos "grandes maestros" (como definió a Maazel y Saura) "ha existido una perfecta armonía", que les ha llevado a "discutir todos los detalles para ensamblar música y palabra".

El reparto de esta ópera está encabezado por la mezzosoprano Julia Gertseva (en el papel de Carmen), el tenor Miroslav Dvorský (Don José), el barítono Carlos Álvarez (Escamillo) y la soprano Alexia Voulgaridou (Micaela).

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