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Los muebles traviesos de un coleccionista de cubiertos

El diseñador holandés Gijs Bakker presenta sus últimas creaciones en la galería Roomservice Design de Barcelona

LÍDIA PENELO


El diseñador Gijs Bakker (Amersfoort, Holanda, 1942) es un tipo simpático de aspecto extravagante y con madera de profesor. Bakker siente fascinación por los agujeros, porque, según cuenta, le permiten investigar la forma de las cosas. 'Literalmente, vacío las formas; pero desde un punto de vista emocional, las sondeo. Me introduzco en ellas como un gusano y así me surgen ideas nuevas', explica el diseñador acerca de su Hole Project, del que se pueden ver algunas muestras en la galería Roomservice Design de Barcelona.

Hole Project arrancó en 1990, cuando la POI Foundation invitó a Bakker a diseñar una silla para el proyecto Chair Sweet Chair. Lo que él hizo fue trabajar sobre una silla de madera sencilla y arquetípica. 'Era una silla bastante pesada y torpe. La quería volver más ligera y decidí hacerle muchos agujeros. De esa manera, la liberé de una tercera parte de su peso', argumenta este creativo que lleva más de 40 años impartiendo clases en las escuelas de diseño más prestigiosas del mundo.

Bakker fue en una empresa que fabricaba cuberterías. Allí empezó su pasión por coleccionar cubiertos, aunque nunca se había dado el gusto de lanzar sus propias creaciones. Ahora lo ha hecho con una línea de formas básicas inspirada en una gota de agua, consiguiendo así una plasticidad casi esponjosa. Amante de la cocina italiana, sus tenedores tienen los dientes más largos de lo habitual para que comer espaguetis sea más fácil.

Con estudios de diseño industrial y joyería, Gijs Bakker fundó, junto a la crítica e historiadora de diseño Renny Ramakers, la firma Droog Design en 1993. Esta marca ha llegado a ser un símbolo del diseño holandés, y produce muebles, joyas y lámparas. Bautizar el proyecto con la palabra holandesa droog (que significa seco en español) es un guiño que explica las intenciones del artista.

Aunque distintas en su apariencia, todas las piezas de este holandés están diseñadas con una visión traviesa que juega con la función de cada objeto. Entusiasta de experimentar con materiales nuevos, todo lo que sirve para agujerear cualquier concepto es apto para la imaginación de Gijs Bakker.

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