Este artículo se publicó hace 15 años.
Narbona cree que cerrar Garoña es la mejor de las decisiones
La ex ministra de Medio Ambiente socialista argumenta no solo razones ideológicas, sino también estratégicas
La ex ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona cree que el cierre de la central de Garoña (Burgos) sería "la mejor de las decisiones" que podría tomar el Gobierno, no sólo por razones ideológicas, sino por cuestiones "estratégicas" y para definir cuanto antes la política energética del futuro.
Narbona ha recordado que, una vez que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha emitido su informe, la decisión sobre el cierre de la central de Santa María de Garoña está en manos del Gobierno, "que es quien tiene la última palabra".
Para Narbona, el cierre de esta planta hay que entenderlo "como un avance hacia un modelo energético sin energía nuclear, algo perfectamente posible, que no es ninguna utopía y que, desde el punto de vista social, medioambiental y económico es la mejor de las decisiones posibles".
Inviabilidad económica futuraLa energía nuclear, explica la ex ministra, tiene problemas "muy importantes" que son analizados no sólo por los ecologistas, sino por instituciones tan importantes como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), cuyo último informe plantea la inviabilidad económica futura de la energía nuclear.
Cuanto antes se cierren las centrales, antes se liberarán unos recursos económicosEl informe cifra el coste de las energías convencionales y el del almacenamiento de los residuos de alta intensidad que generan las centrales, "que es muy alto", "y a éstos hay que sumar lo que se ha invertido en los últimos 50 años para producir energía nuclear".
Por lo tanto, subraya, cuanto antes se cierren las centrales, antes se liberarán unos recursos económicos que se podrán dedicar a las energías renovables, que son "el único futuro sostenible para la humanidad porque sus fuentes no se agotan y se encuentran en cualquier parte del mundo".
Sin perjuicio para el empleoRespecto a la seguridad, Narbona no cuestiona "en absoluto" el informe del CSN, que dice que para poder funcionar diez años más la empresa propietaria de Garoña tendría que hacer reformas.
Sin embargo, Narbona niega de plano que el cierre de la planta perjudique al empleo porque el desmantelamiento de una central es un proceso lo suficientemente largo como para mantener parte de la mano de obra de la central y recolocar al resto de los operarios.
Además, parte de esos trabajadores podrían dedicarse al sector de las energías renovables, cuya capacidad de creación de empleo es "muy superior" a la de la nuclear, incluso en momentos de crisis como éste, asegura.
Por último, y desde el punto de vista del suministro, recuerda que Garoña apenas aporta el 1% de toda la energía que se consume en España.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.