Este artículo se publicó hace 13 años.
Nueve muertos en los disturbios sociales en la región tunecina de Kasserín
Fuerzas militares de Túnez han tomado esta madrugada la zona de Kasserín, donde nueve personas murieron ayer en los disturbios sociales registrados en esa región del sureste del país, informaron hoy a EFE fuentes locales.
El comité central del sindicato Unión General de los Trabajadores Tunecinos (UGTT) se ha reunido hoy en la capital tunecina "con carácter urgente para tratar de colaborar en la pacificación de las zonas en las que el conflicto social ha tomado dimensiones alarmantes, (Sidi Bouzid y Kasserín)", según informó a EFE el dirigente sindicalista Lutfi Hamruni.
La posición de esa central obrera es de "apoyo a las reivindicaciones legítimas de las regiones desheredadas en conflicto" .
El sindicato demanda al Gobierno la aplicación de "reformas políticas con el objetivo de democratizar el país, y no asume las proclamas de muchos manifestantes que demandan la salida del gobierno o del presidente Ben Alí".
Los desórdenes estallaron el pasado 16 de diciembre, cuando Mohamed Bouazizi, un joven 26 años, se quemó a lo bonzo como protesta por lo que consideró abusos administrativos, después de que la policía le confiscara las frutas y legumbres que vendía en la calle, con el argumento de que carecía del permiso para esa actividad.
El joven, un desempleado con estudios superiores, fue trasladado desde Sidi Bouzid, donde se produjeron los hechos, hasta la unidad de grandes quemados del hospital de Ben Arous, en la capital tunecina, donde falleció el pasado 4 de enero.
Este asunto provocó tal impresión en todo el país, que el presidente Zine El Abdine Benali se desplazó el 28 de diciembre al centro hospitalario para visitar a Bouazizi.
Desde el día en se quemó el joven comerciante, en numerosas localidades de la región de Sidi Bouzid y en otras ciudades del país magrebí se han producido incidentes y manifestaciones de solidaridad.
El punto culminante de estos incidentes se dio el 24 de diciembre cuando jóvenes manifestantes atacaron un cuartel de la guardia nacional con el resultado de cuatro muertos entre los militares.
El pasado 29 de diciembre y como reacción a estos enfrentamientos, el presidente Benali decidió cesar en sus cargos a tres gobernadores regionales y remodelar en parte el Ejecutivo.
El jefe del Estado tunecino hizo una aparición televisiva exhortando a los manifestantes a la calma y anunciando el reforzamiento del dispositivo de creación de empleo.
No obstante, los partidos opositores reagrupados en la "Alianza para la Ciudadanía y la Solidaridad" consideró insuficientes las medidas anunciadas por el gobierno y apeló a iniciar un diálogo con la oposición, la sociedad civil y el poder central "para abrir una transición política".
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